Época de conflictos en el hogar

En la adolescencia los niños sufren una serie de cambios que influyen directamente con su comportamiento, especialmente en su carácter. Además los procesos fisiológicos, por la que están pasando, producen cambios en su forma de pensar y de sentir, experimentan sensaciones nuevas y varían las formas de ver las cosas. Todo es nuevo y desconcertante para él.

La rebeldía es una característica propia de los adolescentes que se pone de manifiesto en sus actitudes de diferentes maneras; protestando constantemente, oponiéndose a las normas o a lo establecido, desobedeciendo al sistema y enfrentándose con frecuencia a los padres, tutores y profesores.

El porqué de sus actitudes

El comportamiento de un chico rebelde es la consecuencia de la búsqueda de independencia. Necesitan distanciarse de la relación de dependencia y protección que han tenido con sus padres para adentrarse en el mundo adulto y encontrar su identidad personal. En esta etapa, lograr un acuerdo es un proceso que presenta muchas dificultades y su principal problema son los padres y su propio carácter.

La mayoría de las discusiones surgen en torno a los nuevos privilegios que él desea adquirir como ampliar el horario de salida, libertad en la elección de la ropa y del peinado, incluso las llaves del carro. El adolescente intenta que sus padres cambien de actitud hacia él, se está haciendo mayor y necesita más libertad.

La posición de los padres

Entre las actitudes que pueden tomar los padres para a que las relaciones con sus hijos no se vean afectadas por los cambios están el ser críticos sólo en lo esencial. No se debe juzgar ni criticar aquellos aspectos los hijos que no sean realmente importantes. Es mejor no reprenderle en cuanto su modo de vestir, hablar, música favorita o peinados. Los jóvenes deben ser corregidos en temas realmente importantes como el respeto, la violencia, el alcohol y cumplir con sus deberes, etc.