La ‘Gabita’ panameña

Actualizado
  • 16/09/2012 02:00
Creado
  • 16/09/2012 02:00
PANAMÁ. El último libro de la joven escritora Laura Martínez Belli fue lanzado en Panamá en la pasada feria del libro. Su título, Las do...

PANAMÁ. El último libro de la joven escritora Laura Martínez Belli fue lanzado en Panamá en la pasada feria del libro. Su título, Las dos vidas de Floria, así como la vistosidad de la portada, sugerirían un giro radical de los temas tratados por ella en sus novelas anteriores: Por si no te vuelvo a ver y El ladrón de Cálices. En estas obras -reseñadas en las ediciones del 20 de febrero y el 16 de octubre del año pasado en este mismo suplemento- la autora hace gala de su conocimiento de la historia de México y de la vasta obra tanto de arte religioso como de restauración que cultiva ese país.

Martínez Belli envuelve al lector en lo que uno de los asistente al acto de presentación denominaría un ‘neo realismo mágico’.

La escritora retornó a Panamá 23 años después de haber vivido junto a su familia en el Istmo. Durante su infancia asistió a un colegio de monjas. Contó que durante el recreo prefería quedarse en la biblioteca de la escuela, a fin de poder llevarse libros para leerlos en su casa. ‘Siempre fuiste un poco rara’, le dijo una de sus amigas de infancia, con quienes se reencontró durante su pasada visita.

Hermana de la famosa escritora Gioconda Belli, la autora de Las dos vida de flora regresó a España durante los inicios de la crisis bancaria de 1988.

HACER CREÍBLE LO INVEROSÍMIL

Para quienes pensaban que El ladrón de cálices era un texto posterior a sus dos novelas resulta que es todo lo contrario: lo escribió como un cuento a los 19 años y lo rescató el año pasado cuando atravesaba una situación crítica a causa de un accidente de automóvil, donde se enfrentó a la muerte y al hecho de sus hijos se podrían quedar sin su presencia.

La literata asegura que estuvo mes y medio en la unidad de cuidados intensivos con un hueco en el cerebro por donde se le salía el líquido cefalorraquídeo.

Por su mente pasaron todos los escenarios posibles y se daba fuerzas repitiendo el poema que mantuvo con fe a Nelson Mandela en la cárcel. Fue muy estimulante el debate que se suscitó a raíz de su extraordinario recuento sobre los acontecimientos que la marcaron para que escribiera una novela tan especial. Por un lado la acribillaron señalándole que se tiene que uno doblegar con la maternidad para desarrollar una historia fantástica, y por el otro la etiquetaban dentro de un realismo mágico femenino, o como una generación de ‘Gabitas’.

De todas las arremetidas salió bien librada, muy al punto y con argumentos que lucían su gran conocimiento no solo de los géneros sino de los autores. Destacó con hidalguía que no hay una literatura femenina, que uno escribe para hombres y mujeres y que con Floria, estaba en camino a su verdadera forma de expresión, poniendo a la ficción literaria como referente obligante.

LA CHICA NUEVA

Esta novela es un fascinante coctel de parejas en busca de la concepción, consultas esotéricas, el arraigo a las costumbres y hasta podría reclamarse que es un homenaje a la madre naturaleza, sabiamente tejida por ‘esa chica nueva’ a la que se refirió Elena Poniatowska en ocasión del lanzamiento de su primer libro, en 2007, que desplazó por unas semanas los libros de Gabriel García Márquez entre los más vendidos en México. Enmarcada en un lugar imaginado, la obra es un canto a la vida y la sustentación de sus motivos.

Martínez Belli tiene dos hijos. La publicación de sus obras anteriores casi coincidieron con el nacimiento de cada uno. La dos vidas de Floria la escribió en 1995. Es cuento fantástico, de una creatividad y recursos inagotable, tierno y emotivo. Lo tenía olvidado en su baúl de recuerdos hasta que un día se tropezó con él y se dedicó a estructurar el texto inicial, que se convirtió en novela, y que además de haber sido publicada y lanzada en español, ahora se traducirá al italiano.

EL OFICIO DE ESCRIBIR

Muchos son los mensajes que tiene el libro, del que recomiendo su lectura, pero son más los que ella, como autora comprometida, nos ofreció como producto de su experiencia.

Gioconda, su tía escritora, leyó el cuento cuando lo escribió originalmente y le dio muy acertadas sugerencias que ella compartió con la audiencia que se dio cita en la Feria del Libro.

Aún más importante es lo que ella resume como el compromiso de todos los que aspiramos a escribir bien, que es sobre todo leer mucho y entregarse al placer que es comunicarse a través de las palabras. ¡Enhorabuena Laura por tu vuelta al país, donde dejaste sembrada no una sino tres vidas, dos de las cuales ya has relatado en este preciosa novela!

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