Gerardo Berroa: 'Lo importante es hasta dónde queremos llegar'

Actualizado
  • 28/09/2023 00:00
Creado
  • 28/09/2023 00:00
La pobreza lo impulsó a luchar por sus sueños en un mundo en el que ni siquiera tenía zapatos para ir a la escuela
El director de La Estrella de Panamá, Gerardo Berroa.

A Gerardo Berroa Loo la vida le enseñó que no importa de dónde venga la persona, sino hacia dónde va. La pobreza no lo detuvo, al contrario, lo impulsó a luchar por sus sueños y, como él mismo dice, no pensó que su vida cambiaría tanto, desde aquellos aciagos días en los que ni siquiera tenía zapatos para ir a la escuela.

Oriundo de una comunidad rural llamada San Félix, ubicada en la provincia de Chiriquí, Gerardo Berroa de pequeño fue muy inquieto. Afirma que desde su niñez supo lo que es la pobreza extrema.

No obstante, está convencido de que nació en el mejor momento del mundo, en un lugar donde el dinero no era un factor importante para él y su familia. Comía camarones, pescado, carne de venado, saíno, conejo, iguana, gallina y pato. Todo los alimentos eran producidos por su familia; cosechaban su propio café, cacao y arroz. Nunca fueron ganaderos, pero sí criaron puercos y llegaron a tener 40 gatos en casa, aunque aclara que nunca se los comieron.

Recuerda que una persona le preguntó hace poco que si él nació en esa vida tan pobre, que iba a la escuela sin zapatos, cómo es que ha llegado a convertirse en un escritor y encima dirigir un medio de comunicación que ha desplazado a otros.

Gerardo Berroa durante la presentación de su libro, 'Así de simple'

Le respondió con mucha seriedad que todo es producto de la leche 'care'. Explica que la formación neurocerebral del ser humano se produce desde la concepción hasta los cinco años. Los grandes neurólogos afirman que todo lo que se haga después de los cinco años es geriatría. Es decir, las neuronas se forman en ese periodo de la vida. Entonces, recalca Gerardo, la primera infancia es fundamental, tiempo durante el cual tomó mucha leche 'care'.

Se considera hijo de la revolución, pues nació en 1968. Recuerda que para entonces Omar Torrijos mandaba leche 'care' a las escuelas. Esa leche era diferente y muy nutritiva. Se la daban a los niños en las escuelas y a las madres de familia, y no solo la tomábamos batida con azúcar y agua, sino que también se le ponía a las cremas. La leche era muy versátil. “A mí me encantaba, y el punto que quiero resaltar es que la leche 'care' me ayudó a ser quien soy”, afirma sonriente.

Pese a todas sus carencias, Gerardo logró graduarse en una escuela en Estados Unidos, se lo propuso y lo logró, pues era una promesa que le había hecho a sus padres, siendo aún un niño. ¿Y cómo lo hizo?

Relata que su abuelo tenía una finca grande en San Félix, y cuando él murió, la finca se repartió entre cuatro hermanos. Eran cinco hermanos y dos hermanas, pero al final terminó repartiéndose entre cuatro por razones que él desconoce. Su papá decía que sus hermanos mandaban a sus hijos a estudiar a México y a otros lugares, y en una ocasión le expresó que no se preocupara, ya que él tenía un hijo que se iba a graduar en Estados Unidos. El padre suelta la risa, y luego le dice a Gerardo que cómo pensaba que se iba a graduar en Estados Unidos, cuando ni siquiera tenía zapatos para ir a la escuela. Una hermana suya estaba escuchando la conversación y dijo: “Hagamos todo lo que tengamos que hacer, pero tú vas a estudiar en Estados Unidos”. Entonces, empezaron a buscar oportunidades, y encontraron un grupo que decía que mandaba a estudiantes a Estados Unidos, pero que había que participar en reuniones. El grupo se llama American Field Services (AFS). Gerardo empezó a asistir a las reuniones. “A mí me hacían bullying, porque yo no pertenecía a ninguna escuela yeyé de Panamá. Era de una escuela rural...era el buchí”.

El libro 'Así de simple'.

Al final terminó ganándose un viaje a Brasil, pero lo rechazó, pues la promesa a sus padres era que se graduaría en Estados Unidos.

Y siguió en la competencia; después le llega otra carta en la que le informaban que había sido seleccionado para ir a Wisconsin, Estados Unidos. Es una historia extraordinaria que cambió su vida. Recibió su diploma de secundaria allá y convivió con el estadounidense común, en un estado frío y con mucha agricultura.

Al principio fue un choque de culturas, pero después se sentía muy bien, era muy popular entre las muchachas de Wisconsin, por aquello de que entre la mayoría de los estudiantes, él era “el quemaíto”.

AFS es un grupo extraordinario, sigue funcionando, afirma Gerardo. A propósito, le han hecho varios homenajes.

Hace poco, Gerardo publicó su segundo libro, el cual recoge los editoriales de La Estrella de Panamá, especialmente los que escribió en 2017.

Así de simple, se titula el libro, frase con la que termina día tras día los editoriales que escribe para 'La Decana'.

¿Por qué “Así de simple”?

“Así de simple” es una expresión coloquial que significa que algo es muy sencillo. Realmente, a la frase le tomé mucho más respeto cuando una vez conversaba con el profesor Enoch Adames y me dijo: “Así de simple” tiene un fundamento metodológico que viene de la Navaja de Ockham y que plantea básicamente que en una explicación, entre la más difícil y la más fácil, siempre se escoge la más fácil”.

Le hice la pregunta a Enoch, porque alguien me cuestionó al señalar que todo lo que escribo no son cuestiones tan simples como para expresar al final de cada escrito esa expresión. Entonces, como tomo en consideración los planteamientos que hace la gente, ese me llamó la atención y conversé sobre el tema con el sociólogo y cientista, y me reiteró: “Eso tiene un fundamento”. Por ese fundamento seguí utilizando la frase que concluye los editoriales, con esa fuerza que me dio el profesor Enoch Adames.

Hay dos personajes que tú mencionas en el prólogo de tu libro: el doctor Winston Robles, con quien trabajaste durante varios años, y el politólogo Ramiro Vásquez, ¿influyeron ellos en tu vida profesional?

Con Winston Robles conviví en su último periodo como director de La Prensa. He tenido muchas inquietudes en mi vida, pero Winston me dio quizás el toque de sabiduría que yo estaba buscando como un apoyo a las inquietudes que siempre he tenido. Él escribía los 'Hoy por Hoy' para el diario, y todo el mundo los leía. Recuerdo que se nombró una comisión de la que formé parte para recoger todos sus 'Hoy por Hoy' con el fin de hacer un libro y aunque el proyecto no se materializó, sí me sirvió de inspiración.

Todas las tardes Winston me llamaba a su oficina, me ofrecía una taza de café y se servía una para él. Era un café amargo como el diablo, pero me lo tomaba con gusto, porque disfrutaba hablar con él.

Recuerdo que una de mis inquietudes fue la razón por la que no hay una historia de Panamá formalmente escrita, por ejemplo, sobre el tema de la dictadura y de la oposición, no hay un libro que realmente recoja esos acontecimientos.

Winston hablaba conmigo, por ejemplo, de temas relacionados con una asociación de abogados que dirigía Fabián Echevers. Me relató que un grupo de panameños en esos tiempos de la dictadura se vio obligado a salir del país, entre ellos él, y otro grupo de personas que era el brazo de ese movimiento de abogados. A través de Fabián ellos interactuaban y hacían oposición dentro de Panamá estando en el exilio, pero esos episodios de la historia patria no se encuentran en ningún libro.

Me habló de cómo inició la formación del Partido Acción Popular (PAPO), cómo al final ellos se unieron al doctor Arnulfo Arias en las elecciones de 1984, pero hubo un rompimiento en el grupo. Unos decidieron apoyar al doctor Arias, pero el doctor Carlos Iván Zúñiga se lanzó como candidato con el PAPO. En las elecciones perdió el doctor Arias por 1.713 votos, fue el torneo electoral en el que, para muchos, hubo fraude.

En fin, conversaba tantas cosas con el doctor Robles, sobre esos momentos de la historia patria y me inspiró muchísimo.

Una vez le pregunté que cómo hacía los 'Hoy por Hoy' y me contestó: “¿conoces a Hegel? Él empieza como una tesis, la antepone a una antítesis y saca una síntesis”, y agrega: “pero yo le pongo una sentencia, como si fuese un fallo judicial. Ese es el Hoy por Hoy”. Definitivamente, el doctor Robles marcó mucho mi vida profesional, en los años en que trabajé con él.

Aprendí mucho de los vinos, también. Un día le llevé uno. Era blanco y la etiqueta decía Santa Catalina. Se lo entrego y le pregunto si el vino es bueno y él responde: “Es santa, y todas las santas son buenas”. Teníamos una gran amistad, definitivamente.

¿Y Ramiro?

Conocí a Ramiro producto de ser director del diario. Empezó a invitarme a conversar. Un día me invitó a su casa, en la reunión había varios personajes, unos más conocidos que otros. Le manifestaban mucho respeto a Ramiro y eso me llamó la atención. Por lo general hablaban de política.

Luego de eso, nos encontrábamos con frecuencia. Él se fumaba un cigarro y empezaba a conversar. De repente quedamos hablando de su vida, así que le propuse que escribiera su biografía, ya que tenía muchas anécdotas interesantes que contar.

¿Sabes que Ramiro era muy amigo de un guerrillero del M19 que conoció en Rusia, llamado Jaime Bateman Cayón? Tenía una anécdota sobre ese mundo en Rusia, de cómo fue enviado a ese país y entrenado por los rusos. Le insistí en que debía escribir la historia de su vida y en esa ocasión me respondió que sí estaba interesado, pero que fuera yo quien la escribiera. Quizás vio algo en mí y empezó a revelarme su vida... Comencé a tomar notas durante esas conversaciones de café, a las 9:00 de la mañana, al tiempo que él me abría su memoria histórica y me hablaba de ese grupo de izquierda que formó. Fue un protagonista de la Federación de Estudiantes de Panamá, que termina liderando su esposa.

Ramiro fue formado por una escuela rusa. Me regaló un libro y me dijo que debía leerlo, pues era su biblia. El libro se refiere a la vida de Eli Cohen, conocido como “El espía israelí”. Fungió como espía en Siria y termina ejecutado por los sirios.

Me revela muchos pasajes de su vida y me nutre mucho. Cuando yo le hablo de mis inquietudes sobre el país, me responde: “Hombre, tú tienes un garrote que es el diario”... Y ahí empiezo a escribir los editoriales.

Tienes ya tu segundo libro, ¿estás pensando en seguir escribiendo, convertirte en un escritor a tiempo completo?

Quiero perfeccionar mi escritura. La gente dice que escribo bien, pero creo que todavía tengo que perfeccionar mi pluma. Mi idea no es escribir un libro porque “yo quiero ser escritor” y decir que en mi estantería hay un libro escrito por mí. Ese no es el objetivo.

¿Algún estilo en especial?

Me gusta mucho el estilo del escritor uruguayo Mario Benedetti, un estilo de piezas cortas que se sostienen por sí mismas, pero cuando se leen como un todo, te expresan una sola historia. Me encanta como escribe, obviamente que la gente tiene muy de referencia a Gabriel García Márquez, pero en el caso de mi inspiración como escritor ha sido más Mario Benedetti. Me gusta mucho la descripción de García Márquez, pero es tan descriptiva (valga la redundancia), que a veces pierdo el hilo de la historia central. Por ejemplo, la narración de Márquez en “Caracas sin agua”, es fascinante. Tomo las escrituras de ese gran escritor y con ellas voy puliendo las mías. Obviamente, no estoy por esas ligas, pero son lecciones.

Veo que te has referido en varias ocasiones a que Panamá debe ser regida por una nueva Constitución...

Si el gobierno reforma o hace algún cambio de la Constitución que sea para bien del país, para mí eso es ganancia. Yo no rechazo per se una reforma. Sin embargo, soy de la tesis que se tiene que cambiar la Constitución y soy muy radical en este sentido.

En esa misma línea, también me he percatado de que apuestas por una quinta papeleta, ¿cierto?

Impulso cien por ciento la quinta papeleta, porque creo que la sociedad panameña debe aprovechar el torneo electoral del 5 de mayo de 2024 para decidir si está de acuerdo o no con una nueva Constitución, a través de una asamblea constituyente.

Debemos luchar firmemente porque Panamá sea un país que tenga todas las condiciones de desarrollo humano que tiene cualquier país desarrollado. No es una idea que he tomado a la ligera, no. Creo que como ciudadanos tenemos que luchar por un Panamá mejor.

Ah, mira, ahora recuerdo: Una de las recomendaciones que también me hizo don Ramiro fue que leyera Las travesuras de la niña mala, una historia extraordinaria, un libro que escribió Mario Vargas Llosa, quien no me impresiona tanto, pero esa obra en particular me llama la atención.

¿Qué sistema de gobierno te gustaría para Panamá?

Las personas siempre hablan sobre lo bien que están los países nórdicos. ¿Y qué tienen los países nórdicos? Tienen el parlamentarismo. Nosotros seguimos discutiendo pendejadas cuando tenemos ya una discusión realizada hace años.

Siempre has combatido el sistema presidencialista... ¿por qué?

Porque el presidencialismo forma reyes de cinco años. Veo lo que está haciendo Bukele: Ha gobernado por 4 años, ahora está buscando la reelección; hace una carambola y se va a reelegir. También lo hizo Evo Morales, en Bolivia, y siguen con el mismo círculo vicioso. Todos entran, y luego quieren reelegirse, pero el país y la sociedad continúan envueltos en los problemas políticos, sociales y económicos. Eso no funciona, el beneficio es para el rey, pero no para la sociedad, y cada vez es peor. En Argentina, por ejemplo, el kirchnerismo no ha solucionado absolutamente nada. Eso me lleva a pensar que tenemos que cambiar.

Nosotros, en América, tenemos años de vivir bajo gobiernos presidencialistas; desde Tierra del Fuego hasta México, y los países siguen en el subdesarrollo, con problemas sociales, políticos y económicos muy profundos. Significa que el sistema de gobierno que tiene América Latina, no sirve.

Retomando la pregunta, ¿entonces abogas por un sistema parlamentarista

Abogo por el parlamentarismo. Y no necesariamente un parlamentarismo puro y duro, como el que tiene Inglaterra, que lo copió Singapur, o el de los países nórdicos... Puede ser una versión un poco diferente, pero con parlamentarismo. Podemos copiar el sistema de Francia, por ejemplo, que es mejor que el que tenemos.

¿Y qué piensas del socialismo?

No me opongo al socialismo, pero si fuéramos socialistas como los noruegos, o el socialismo francés; no como el que tenemos acá, que te lleva a la corrupción brutal o a la dictadura, eso no es. A mí me gustaba mucho Gustavo Petro, pero está ñampeado, está loco. Ha estado realizando cambios tan radicales en Colombia, que lo están llevando a una situación difícil. No puede con su país y encima quiere conquistar Panamá. Los mensajes que da Petro son en esa vía.

No puedo dejar de preguntarte sobre la evolución del periodismo. Hay periódicos que están desapareciendo y las redes sociales están en su punto, ha sido como un terremoto que ha llegado a cambiarlo todo... ¿qué opinas al respecto?

El gran problema que estamos atravesando, lo considero un nuevo periodo de oscurantismo. En la historia hubo un período de oscurantismo; después de todo ese desarrollo tan extraordinario de los clásicos, de la Grecia Antigua, de la Roma, vino un periodo donde la humanidad fue víctima quizá de un desasosiego, se hastió de muchas cosas.

Creo que la humanidad está atrasada por un período de oscurantismo, pese a que cuenta con la mayor cantidad de información, como nunca antes. A la gente no le interesa mucho profundizar ni analizar los problemas.

Vemos los problemas que están ocurriendo en África, por ejemplo; quizás usted le pregunta al respecto a cualquier periodista de aquí y ni siquiera le presta atención. África está sufriendo una transformación tan extraordinaria, que va a cambiar el mundo.

Actualmente en Afar la capa exterior sólida de la tierra, llamada litosfera, se ha reducido hasta el punto de una ruptura casi completa.

Cuando se quiebre, dicen los expertos, un nuevo océano comenzará a formarse y, “en un período de decenas de millones de años el lecho marino avanzará a lo largo de toda la grieta”.

Al tiempo que estamos viviendo un oscurantismo, también estamos enfrentando una metamorfosis global. La historia nos ha enseñado que de cada momento crítico en el mundo por los que hemos atravesado, siempre sale algo mejor. Así que yo espero que surja una nueva humanidad que, ojo, ya está dando el cambio.

¿Por ejemplo?

En los Países Bajos, por ejemplo, está la sociedad del bienestar, un concepto político­económico con el que se designa un modelo de Estado y de organización social en el que el Estado cubre los derechos sociales de todos los ciudadanos del país. La cultura, las prestaciones por jubilación, desempleo, orfandad o los servicios sociales, son otros de los pilares del estado de bienestar.

Para la sociedad del bienestar, lo importante no es la búsqueda de la riqueza material, sino del estado emocional del ser humano. En Alemania les dicen las ciudades salvajes, donde la gente convive con la naturaleza... el mundo está cambiando.

Estamos viviendo esa transición y, lamentablemente, el periodismo en Panamá sigue sumergido en la política, en el que yo ataco a este, porque no quiero que surja; y no solo es en Panamá, sino en toda América Latina. La brutalidad está tan al extremo, que un político fue silenciado hace poco a punta de bala. El tema central vinculado a los políticos es la corrupción, pero a la sociedad no le importa la corrupción, porque si le importara, el expresidente Ricardo Martinelli, que es el principal señalado, no estuviera en primer lugar en las encuestas. A la gente no le interesa. Hay una desconexión total.

Lo que la gente quiere es que le resuelvan sus problemas, por eso se está viendo a personas como Bukele, que se sale del statu quo y tiene éxito. O en el caso de Argentina con Javier Milei, que está cambiando todo y está llegando a la gente. Ese tipo puede hacer un cambio más trascendental que el que está haciendo Bukele en El Salvador, porque Milei está diciendo “¿saben qué? Yo reduzco el Estado a su mínima expresión, y dejo que sean las leyes del mercado las que rijan la sociedad”. En 35 años más, Argentina tiene que estar entre las principales potencias del mundo. A la gente le puede gustar o no, pero está calando.

Ahora que mencionas 35, sé que has creado una fundación denominada “Panamá 2035”, ¿cuál es su propósito?

Es una fundación creada conjuntamente con la abogada Edna Ramos, básicamente el fin es ayudar a los niños que tienen capacidad intelectual para ser futuras mentes brillantes del país, pero que sus familias no tienen la capacidad económica para mantener a esos niños en la escuela. Queremos becar a esos pequeños y ayudarlos para salir adelante.

¿Qué opinas de la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial es un desarrollo tecnológico que nos pone a sopesar muchas cosas. Dentro de 10 años va a ocurrir lo siguiente: Van a existir los primeros extraterrestres, pero no extraterrestres de los que se habla hoy, sino humanos que nacen en el espacio. En el año 2033 posiblemente estemos llegando a conquistar el planeta Marte. Ya la luna la vamos a conquistar. Eso no es un tema de ciencia ficción, es una realidad. Y allá va a haber parejas que van a crecer, primero para estudiarlos. Cuando esos humanos empiecen a nacer, van a ser extraterrestres. No nacen en ningún país, quizá nazcan en Marte. Ese es otro mundo.

Pero en Marte no hay oxígeno...

No, la atmósfera de Marte no es tan fuerte como la de la Tierra. Tienen que hacer una cúpula para crear el oxígeno, levantar plantas. Es un experimento extraordinario... que viene.

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