No te guilles

Todo nuestro cuerpo está lleno de diferentes áreas sensibles. Lo importante es que cada persona descubra cuáles son las partes de su cuerpo que le producen mayor placer.

A la hora de compartir tu sexualidad con otra persona no existen recetas. Tú mismo tienes que ir averiguando de qué manera quieres tener tus relaciones.

Para muchas personas, por ejemplo, es placentero que le hagan cosquillas en la espalda, en el cuello, etc. Sin embargo, esto no le agrada a tantos otros.

También es cierto que las zonas genitales y los pechos son muy placenteras, porque tienen mayor número de terminaciones nerviosas y, por tanto, son más sensibles. Por eso, de manera cultural están relacionadas al placer sexual.

Una vez sabidas estas dos cosas, lo más importante para disfrutar de tu sexualidad es que descubras cuáles son tus zonas de placer, que no tienen por qué coincidir con los gustos de otra persona.

Cada persona es única, vive su sexualidad de manera diferente, con gustos y sensibilidades distintas que los demás.

Lo importante es que tú conozcas bien tu cuerpo y que seas capaz de tener buena comunicación con tu pareja, sólo cada persona sabe lo que le gusta y cómo le gusta.

Todo esto te servirá para que puedas llegar a la sensación de máximo placer dentro de la respuesta sexual que varía de una persona a otra y de una situación a otra, llamada orgasmo.