Guzmán: 'Con Raisa conseguí la forma de hacer humor lejos de la vulgaridad'

Drenar la frustración a través de la comedia fue lo que llevó a Freddy Arturo Guzmán a crear al personaje que denuncia las irregularidades de la atención al cliente
Lo que caracteriza a Raisa es su forma de tratar a los clientes, responder de mala manera y no resolver las situaciones.

En 2020, Freddy Arturo Guzmán se contagió de covid-19. Relata que asistió a varios centros hospitalarios, pero la atención que recibió no fue la que esperaba: no había medicamentos, los tiempos de respuesta eran tardados, en las oficinas administrativas no recibía soluciones... Para desahogar esa difícil experiencia, decidió grabar un video de comedia y crear a Raisa, una mujer que se desempeña como agente de atención al cliente.

Raisa trabaja como cajera en un supermercado, específicamente en 'súper 69' según indica el suéter que simula ser el uniforme; como recepcionista en centros hospitalarios; de asistente de recursos humanos o como ella dice 'recursos inhumanos'. También es vendedora en diferentes tiendas. Pero lo que realmente la caracteriza es su forma de tratar a los clientes, responder de mala manera y no resolver las situaciones son las funciones principales de este personaje que se ha viralizado en plataformas como Instagram y Tik Tok.

Para darle vida, Guzmán se coloca una peluca, ropa de mujer, relleno en el pecho –para dar la impresión de que tiene senos–, aretes y accesorios. Raisa usa las uñas bastante largas, a veces se las pinta o lima mientras trabaja. Al parecer, recientemente, se hizo una cirugía de aumento de senos –se coloca más relleno–. Lleva el cabello corto con flequillo y se lo ha teñido en varias oportunidades.

Lo que comenzó como un pasatiempo y una forma de hacer catarsis, se convirtió en un negocio para Guzmán. Él es publicista y continúa trabajando en su carrera de manera independiente. Sin embargo, crear contenido para redes sociales, personificando a Raisa, ha ido dando sus frutos: se ha transformado en una fuente de ingresos, pues lo invitan a grabar videos en las empresas para hacer publicidad, lo que le representa una entrada económica. Además, fue nominado recientemente a los premios Panamá en Positivo en la categoría medio digital.

Lo que comenzó como un pasatiempo y una forma de hacer catarsis, se convirtió en una fuente de ingreso para Guzmán.

Antes de Raisa, existía Paulina, un personaje creado en 2019. “Tenía un conflicto personal muy fuerte por el qué dirán, pero me atreví y empecé a postear videos en Instagram. Era más satisfacción personal, me colocaba un filtro para no mostrar mi cara. Era un chica soltera, empoderada. Sin embargo, me di cuenta que estaba tratando de copiar una estrategia que no era propia. Con el tiempo me fui desconectando del personaje”, relata.

“En la pandemia tuve mucho tiempo de introspección y me preguntaba qué quería hacer. En ese momento no tenía claro qué, no tenía la musa. Quienes hacemos comedia o arte, no podemos casarnos con ningún personaje porque todo evoluciona. Mientras el personaje va madurando, el artista también lo hace. Entonces ya no estaba ligado a lo que era Paulina”, expresa el comediante.

“Cuando me dio covid-19, quien era mi pareja también se contagió. Pasamos momentos complicados, casi se muere. Vivimos muchas situaciones complejas con todo lo que es la atención: las líneas telefónicas eran un caos, la parte administrativa del hospital era otro caos y se unieron otras situaciones con personas de entidades privadas. De ahí me surgió la necesidad de hacer catarsis, sentí una frustración muy fuerte. Era una sensación de 'esto no puede ser así'. No era por mí, era la voz de muchos ciudadanos”.

Como extranjero, ¿has recibido comentarios negativos por el personaje?
Freddy Arturo Guzmán es el creador de Raisa.

“Sí dudé, porque por más que amo a este país, que hasta lo tengo tatuado en mi brazo derecho, no nací aquí. No quería que pensaran que era una burla, lo pensé mucho. Primero se lo envié a varios amigos panameños, muy cercanos, para que me dieran su opinión, y no hubo uno que no me apoyara”, revela Guzmán.

“No era una crítica al país, solo estaba revelando y sintiendo algo que muchos sentimos (...) Busqué en mi casa elementos que tenía, me los puse y empecé a grabar. Cuando vi el resultado me daba mucha risa, pero a la vez odiaba a Raisa por lo que estaba diciendo. Entendí que había algo en el personaje. Conseguí una forma de hacer humor lejos de la vulgaridad y estoy enviando un mensaje poderoso”.

Freddy Arturo Guzmán antes de Raisa

Ante la desesperanza de un futuro mejor en su país natal, Venezuela, por la situación que atraviesa, decidió migrar a Panamá para encontrar nuevas oportunidades. Su vena artística estuvo presente desde la infancia, aunque hubo un tiempo en que su creatividad se vio apagada. Relata que su etapa de niño lo “aflige y conmueve mucho, porque fue un poco atropellada”.

“Mi papá me apoyaba y aplaudía todo lo que hacía. Cuando tenía siete años edad y vivía en Puerto la Cruz (Estado Anzóategui, Venezuela) era muy típico que en las playas vendieran pelucas brillantes y de colores para el carnaval. Siempre buscaba tener una peluca y mi papá me la compraba. Era una época en la que eso era súper mal visto, eran pelucas de payaso, pero eran igual pelucas”.

Recuerda que era muy feliz y siempre quería hacer reír a sus dos hermanas. Él es el mayor. “Hacíamos concursos de belleza en casa, ellas eran las misses y yo el animador. Sentábamos a mis padres, a mis tíos, y hacíamos una producción. Ellas salían con sus sábanas como vestido. Después muere mi papá y me tocó madurar muy pronto”, recuerda.

A los 12 años empezó a asumir responsabilidades para ayudar a su mamá en la casa y con sus hermanas. “Tenía menos tiempo para jugar, nadie me lo pidió, solo vi la necesidad de ayudar y lo hice. Mi mamá trabajaba todo el día, llegaba a las 7:00 de la noche y yo trataba de ayudar lo más que pudiera, limpiando la casa un poco y teniendo también a mis hermanitas listas con la ropa limpia”.

El comediante relata que aprendió a cocinar desde los 13 años de edad. A pesar de que siempre estuvo la figura de mi abuela y mi tía cerca, en la cena y el colegio yo era el responsable. Entonces, hubo un tiempo en el que esa creatividad y toda esa niñez se vio apagada”.

Luego se graduó de publicista en la universidad. “De alguna manera siempre estuve metido en todo lo que era el ambiente artístico, porque mi mamá trabajó en radio y televisión, me encantaba la magia de la radio. Quería dedicarme a eso, estructuraba un programa en mi cabeza, tenía pensando todo lo que iba a hacer, pero no conseguí el apoyo, así que me dediqué a trabajar en otras cosas. Hasta que me vine a Panamá y comencé de cero a hacer mi vida profesional”.

Lo Nuevo