Técnicas para hallar el éxtasis

PANAMÁ. El sexo tántrico es una práctica oriental basada en conocimientos budistas e hindúes, que invita a relajarse y a prolongar el en...

PANAMÁ. El sexo tántrico es una práctica oriental basada en conocimientos budistas e hindúes, que invita a relajarse y a prolongar el encuentro sexual. Sus seguidores afirman que el orgasmo no es el final de la fiesta, sino el principio de la celebración. Es así que uno de sus principios fundamentales es despertar la pasión sexual, a través de la estimulación de los sentidos, la energía espiritual y la eliminación de miedos y tabúes.

EL CAMINO HACIA EL PLACER

El sexólogo y relacionista de parejas, Eliécer P. Rivera, señala que para poder realizar el sexo tántrico o espiritual a su máximo nivel y obviar la monotonía es necesario seguir una serie de técnicas.

Respiración: Es un elemento importante del sexo tántrico. Antes de comenzar a tocarse, es aconsejable sentarse frente a frente y respirar de forma pausada, inhalando uno y exhalando el otro. Mantener el ritmo respiratorio es fundamental para disfrutar de esta manera de hacer el amor.

La mirada: Los ojos son la ventana del alma y es allí donde podemos leer y dejar leer las sensaciones experimentadas en ese momento tan especial en que cuerpo y alma se unen. Mantener el contacto visual es muy importante para sostener esa unión espiritual que plantea el tantra.

El tacto: Tocarse de forma suave y constante, hacerse masajes, es la mejor introducción al ritual amatorio.

La fantasía: El cerebro es el principal y más poderoso órgano sexual; la imaginación es una herramienta poderosa para poder fortalecer la potencia sexual de la pareja con historias, imágenes y fantasías.

Lenguaje: Los estímulos y respuestas, la sugestión y el encantamiento propio de escuchar la voz del ser amado es un factor muy importante en el acto amatorio. Jugar con sonidos y susurros abrirá una ventana hacia nuevas formas de placer.

El masaje de la vagina: También conocido como yoni, contribuye a la relajación femenina antes de la unión sexual, pudiendo ser al mismo tiempo, muy estimulante para el hombre, al presenciar como los sentidos de la mujer, se van despertando.

El objetivo no es lograr el orgasmo, sino proveer placer y relajación.

OTROS EXPERTOS OPINAN

Para Sandra Lustgarten, especialista en psicología y sexología, una de las diferencias básicas entre el sexo ‘tradicional’ y el ‘tántrico’ es que mientras en el primero la pasión se agota; con el tiempo, en el otro, el deseo se intensifica.

‘Para el tantra es vital no eyacular o por lo menos no hacerlo hasta después de 10 ó 15 actos: la mente, la eyaculación y la respiración están conectadas’, señaló Lustgarten.

Según el sexólogo Manuel Gross, ‘cuando el sexo se vive solamente para liberar tensión a través del orgasmo se pierden muchas sensaciones por el camino’.

En cambio, ‘el tantra permite cambiar el lenguaje para conseguir más y mejor placer’, anota Gross.

‘Si bien nuestro cuerpo jamás ha realizado ningún juicio moral sobre el sexo, nuestra mente todavía sigue contaminada por falsas creencias que limitan nuestra manera de disfrutar plenamente de nuestra sexualidad’, argumenta Gross.

‘La idea del tantra es potenciar la energía diaria’, advierte el Eliécer P. Rivera.

‘El sexo es una de las cosas que más ha dividido al ser humano, pero existe una ley energética que dice que cuanto más separados estén los amantes más atracción sienten el uno por el otro’, añade el sexólogo.

Rivera recalcó que uno de los grandes beneficios del tantra a nivel de la mente es el camino hacia el autoconocimiento y superación, que conduce al aumento de la autoestima, la capacidad de adaptación, la toma de decisiones, de la búsqueda de la armonía.

‘Su visión global del ser humano contribuye al logro de la armonía, el que se obtiene de fusionar lo intelectual y racional con lo emocional e intuitivo’, puntualizó Rivera.

Lo Nuevo