La historia, a través del tamborito

Actualizado
  • 17/01/2021 00:00
Creado
  • 17/01/2021 00:00
Tres piezas musicales de finales del siglo XIX e inicios del XX ofrecen grandes pistas de la manera de vivir y el sentimiento de aquella época, información que muchas veces no se halla en libros de historia

Se puede conocer elementos de nuestra historia escuchando canciones, escuchando tamboritos tradicionales. En una charla, parte del programa educativo del Panama Jazz Festival, la historiadora Marixa Lasso ofreció un recorrido por los finales del Siglo XIX y principios del siglo XX. “ Estas cancionespara el hisotirador son algo muy especial, nos dicen cosas que no podemos encontrar en otros documentos. Hablan del sentimiento de una época, cómo eventos políticos sociales y económicos se expresaban a través del arte de la música”, dijo en el video disponible en la plataforma SCHED del festival.

El tamborito es usualmente interpretado por una cantalante y un coro femenino.

Aparte de la alegría que aporta el tamborito, ese género que se consideraría nuestra música nacional, con una cantalante y un coro, regularmente femenino, además de los percusionistas, están los temas que estas canciones abordan.

Lasso dedicó el programa a tres tamboritos eu fueron interpretados por Miroslava Herrera y Tatiana Ríos, de Afrodisiaco.

Bonito viento 'pa navegá

“Orelé y orelá bonito viento 'pa navegá,

con este viento que nos agota con este viento voy a Taboga...”

El tema no se queda solo en Taboga, Chorrera o Chitré. la cantalante juega con las palabras y, “con este viento”, nos lleva a visitar casi toda la geografía del país. Un país que en aquellos momentos no contaba con una carretera Panamericana y a cuyos poblados se llegaba navegando.

“En el tamborito se nombran ciudades que no visualizamos como puerto pero lo eran. Para viajar había que esperar que hubiera buen viento”, comenta la historiadora.

Era una geografía en que las islas jugaban un papel mucho más importante que el que juegan ahora; 'con este viento me voy 'pa Otoque', una isla muy importante donde había que desembarcar para luego llegar a la ciudad.

“El tema nos hace no solo pensar en el mar sino también en nuestros ríos; a pesar de tener tantos puertos, mar y ríos navegables —al menos tres— no nos pensamos como una sociedad de marineros,¿ por qué es eso?”, cuestiona.

Los tratados del Canal en 1903 establecían que se exeptuaban de la Zona del Canal, las ciudades de Panamá Colón y sus puertos, pero una de las primeras negociaciones que se dieron, casi enseguida 1904 , hizo plantearse qué era el puerto de Panamá.

“Los panameños argumentaron que el puerto de Panamá era el puerto internacional, como siempre lo había sido, desde la colonia española, pero los norteamericanos tenían otra interpretación: el puerto internacional er el Canal”, cuenta. Panamá perdió ese conflicto y perdió la identidad de puerto. Más adelante, con la construcción de la carretera Panamericana los panameños le dieron la espalda al mar y decidieron mirar más hacia adentro.

El moreno liberal

“Me gusta el moreno porque es liberal,

los morenos ajenos me gustan de más

Me gusta el moreno porque es liberal

ay me gusta, me gusta, me gusta en verdad...”

Una mujer, con mucha picardía establece claramente su preferencia en cuanto al género masculino. Poer, ¿qué significaba ser un moreno liberal en el siglo XIX? ¿qué lo hacía atractivo?

“Los morenos liberales pertenecían a un partido que había hecho cambiar nuestr a manera de entender el mundo y la política”, nos recuerda la historiadora.

El partido Liberal había empujado la abolición de la esclavitud en 1851, abogó por el sufragio universal masculino en 1953 y aún con la reacción conservadora de finales del siglo XIX, seguían abogando por la participación de la mayoría de las personas en la política. “Eran también los que abogaban por la separación entre Iglesia y Estado. “En el Siglo XIX ese moreno liberal abogaba por el cambio, la transformación, la libertad, una mayor participación en la política y eso era lo que significaba ser un moreno liberal”, detalla.

En un país como Panamá en que la mayoría de la población, sobre todo en la zona transístmica es afrodescendiente, el hecho tenía realmente un gran peso político, significaba la participación de estas personas en la política en momentos en que aquello era una novedad. Hay qeu tener presente que En el propio Estados Unidos no es hasta el siglo XX que este grupo participa en la política.

Por una parte, el tema presenta el clima de inclusión que había en aquel momento, pero también es una forma en que la mujer de esa época hace evidente la perspectiva del desamor.

“Podríamos pensar en estos tamboritos como en los blues panameños, que hablan del despecho y del desengaño y también podemos compararlo con otras manifestaciones de despecho como la registrada en 'Incidente de cumbia', más violenta y menos juguetona”, invita Lasso. A través de los tamboritos pudiésemos descubrir cómo se expresa el sentimiento femenino a lo largo de nuestra historia.

Coge el pandero que se te va

“Coge el pandero que se te va

si no nos vamos nos botarán

Coge el pandero que se te va

pues esos hijos del tío Sam

Coge el pandero que se te va

no se conforman con el Canal...”

A diferencia de la idea que muchos tienen, la Zona del Canal no se fijó en un espacio despoblado. Al contrario, era uno de los lugares más poblados de toda la geografía nacional.

El espacio de la Zona del Canal tiene una historia muy rica y era una de las zonas más densamente pobladas del país. En ese espacio había una enorme cantidad de pueblos distribuidos a lo largo de la ruta utilizada para transportar las mercancías desde la ciudad de Panamá hsta los puertos en el Caribe. Mas adelante, con la construcción del ferrocarril se construyen otros pueblos en loq eu llamaban la línea.

“Para 1912 había 41 pueblos y 61,000 personas, en un país con una población de 350,000 personas en aquel momento. Había más personas en esa zona, que en toda la provincia de Chiriquí en esa época”, destaca Lasso.

Los pueblos más grandes eran pequeñas ciudades que como Panamá y Colón tenían bancos y negocios. “Había una riqueza urbana, demográfica y económica, que caracterizaba los pueblos del Canal hasta 1912”, explica.

Pero en 1912 se establece la Zona del Canal y en el mes de diciembre el presidente Taft dio la orden ejecutiva de que se despoblara la Zona del Canal.

Muchos crecimos con la falsa idea de que los pueblos habían sido despoblados para crear el lago Gatún, sin embargo los documentos de la época que Lasso tuvo la oportunidad de investigar decían otra cosa.

“La orden de despoblación incluyó lugares que nunca se inundaron, que podían seguir estando allí, junto al Canal, y eso es lo que veían los panameños de la época. No se conforman con el Canal, quieren también esos campos, esos negocios que estaban allí desde la Colonia”, comenta.

Se debe considerar también que los habitantes de aquellos pueblos habían vivido anteriormente el pryecto de construcción del canal pro los franceses y la construcción del ferrocarril. en aquellas obras coexistieron los panameños.

Pocas imágenes quedan de grupos de personas viviendo ese trágico momento de tener que abandonar sus casas en un tiempo muy corto.

“La letra nos habla de esta gente que siente su geografía desplazada y reemplazada pro otra. Y nos hace pensar en los prejuicios que hacen posible decisiones drásticas como la de desalojar la zona del Canal”, sostiene.

La Isthmian Canal Comission prefiere una zona sin gente, porque ellos estaban atrapados en los prejuicios de la época, que asociaban el trópico con lo salvaje, que describían las viviendas de aquellos poblados como ranchos perdidos en medio de la selva.

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