Huertos que dibujan sonrisas

Actualizado
  • 26/08/2016 02:00
Creado
  • 26/08/2016 02:00
Nutre Hogar y el FOMIN del BID, presentaron los resultados del proyecto Chi Nugue Kwin: Niños Sanos y Felices

Más de dos años de trabajo fueron necesarios para obtener resultados. ‘Aunque la labor fue muy difícil, pues nunca antes habíamos hecho algo así, lo logramos y estoy muy contenta con lo obtenido', asegura Otilia González.

ROSSANA BONADIES,

‘EL proyecto consiste en la prevención de la desnutrición infantil en poblaciones indígeneas en tres distritos de la Comarca Ngäbe Buglé

COORDINADORA DE CHI NUGUE KWIN: NIÑOS SANOS Y FELICES

González, forma parte del proyecto contra la desnutrición infantil, ‘Chi Nugue Kwin: Niños Sanos y Felices', desarrollado por Nutre Hogar y el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Luego de tres años de su implementación en la Comarca Ngäbe Buglé las organizaciones encargadas dieron a conocer sus resultados.

ALCANCE DEL PROYECTO

A través de la iniciativa, 450 familias de 40 comunidades de los distritos Kankintú, Nole Duima y Nurúm, lograron mejorar su calidad de vida, reduciendo la desnutrición infantil y aumentando sus capacidades de abastecimiento, por medio de la implementación de un modelo sostenible de huertos familiares para autoconsumo y comercialización.

‘Al inicio teníamos una visión de nutrición basada en huertos autosuficientes, pero evolucionó a un proyecto más integral para prevenir la desnutrición y crear una oportunidad de ahorro o comecialización', señala Rossana Bonadies, coordinadora de la iniciativa.

Ancestralmente los pueblos indígenas han trabajado la tierra, pero debido a las nuevas técnicas que se implementarían, resultó difícil llevar a la práctica lo aprendido mediante módulos de capacitación a la comunidad en temas de salud, nutrición, producción de alimentos, emprendimiento y comercialización.

‘El método fue intensivo. Producir en poco espacio una gran cantidad de productos. La guía por parte de los facilitadores fue lo primordial', afirma Bonadies.

Por su parte, González, representante de la comarca, señala que ‘el inicio fue difícil, pero me atreví'. Hoy se cosechan once variedades entre verduras y legumbres como tomate, pimentones ajíes lechuga, berenjena cebollina rábano, mostaza, lechuga y yuca.

‘Ponemos los semilleros, trasplantamos, alimentamos las planta, para luego cosechar. De lo que cosechamos le doy de comer a mis hijos y mandamos a la comercialización', apunta González, a la vez que señala que ‘con la ayuda de Dios continuaré manteniendo el huerto pues me ha gustado mucho y me ayuda'.

Proyectos para prevenir o minimizar la desnutrición infantil se hacen necesarios pues esta problemática ha afectado a varias generaciones de la comarca Ngäbe Buglé .

Según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas en 2012, el 68.5% de los habitantes de las comarcas indígenas viven en condiciones de pobreza extrema, es decir que no logran satisfacer gran parte de sus necesidades básicas, como alimentación, sanidad y educación. Es por esto que la mayoría de los niños menores de 5 años que crecen en esta zona sufren desnutrición crónica, la que afecta su desarrollo físico e intelectual.

Durante el evento de presentación de resultados de Niños Sanos y Felices, Nutre Hogar y BID entregaron la Guía Metodológica del proyecto al Estado, con el objetivo de contribuir a las políticas pública de desarrollo sostenible.

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