Al menos 12 personas murieron y centenares de miles se encuentran afectadas a causa del fuerte temporal causado por un frente monzónico y el tifón Gaemi,...
- 02/11/2022 00:00
- 02/11/2022 00:00
Un espacio repleto de obras de arte. Pinturas, dibujos, fotografías, pictograbados y litografías estaban situados en el salón de eventos del Ministerio de Cultura de Panamá (MiCultura). Chicas con vestidos rojos, y chicos con pantalones negros, camisa blanca y corbata roja caminaban y conversaban por el lugar. Sus familiares, amigos y profesores los acompañaban.
Era la exposición 'Musart', de la promoción de egresados del Centro Educativo de Artes Diversificadas. Las muestras artísticas fueron realizadas por cada uno de los jóvenes que reciben clases allí. Durante la inauguración de la muestra, también presentaron poesía, canto y baile contemporáneo.
Larianeth Samudio es la presidenta del Comité de Graduación, y confesó a La Estrella de Panamá que se siente orgullosa de cada uno de sus compañeros. Ella descubrió el colegio un mes antes de graduarse de tercer año –antes no sabía de su existencia–, hizo las entrevistas, las audiciones y logró ingresar al centro educativo.
Además de recibir clases de español, matemática, educación física, inglés, ciencias, geografía, historia, entre otras asignaturas, también, toma clases de arte todos los días. “Estudiar arte no es sencillo”, dijo la artista de 18 años de edad. De acuerdo con sus palabras, no se trata solamente de “pintar y dibujar”; en el colegio le exigieron dominar, aunque sea un poco, cada una de las disciplinas.
Samudio vive el arte. Desde niña disfrutaba pintar, dibujar, coser... Inspirada en su tía que es modista, la joven hacía vestidos para sus muñecas. Sueña con convertirse en una diseñadora de modas exitosa, sin dejar a un lado la pintura y el dibujo.
“Mi familia me puso muchos 'peros' antes de comenzar a estudiar”, relató la artista. Para su mamá, papá, tíos y abuelos; “el arte no paga bien”. Sin embargo, dedicarse al arte era lo que ella deseaba hacer, y lo está haciendo. Su inspiración la obtiene de sus sentimientos, pensamientos, emociones e ideas.
Cuando Larianeth Samudio se levanta de la cama, en la mañana, lo primero que hace es tomarse una taza de café y colocar una playlist de música clásica o del grupo Morat.
Para ella, las melodías y el arte van de la mano; sin esta unión no tiene inspiración para empezar su día.
La presidenta del Comité de Graduandos confesó que tanto ella como sus compañeros se quedan en el taller después de clases para seguir practicando o adelantando tareas. Por su parte, ella llega a su casa y continúa pintando, “me gusta pintar de noche, la mayoría de los artistas pintamos de noche, no dormimos”, contó entre risas.
“El arte une en todas las áreas; no soloe existe el arte plástico o la música, hay muchísimas ramas del arte y todas cumplen un rol que termina uniendo a la sociedad. Creo que si todos nos enfocáramos más en tener la mentalidad de un artista, sin tanto tabú, sin tantas restricciones, tendríamos una sociedad más equilibrada”, agregó Samudio.
Lo primero que las personas notaban al observar las pinturas realizadas por los jóvenes artistas, era que la mayoría expresaba soledad, inseguridad, miedo, tristeza y melancolía. Samudio explicó que antes de ser artistas son jóvenes, y la mejor forma de exteriorizar las dificultades que viven y los problemas que los agobian es plasmándolos en sus obras.
La artista agregó que el dolor es percibido por las personas como algo negativo, pero también considera que son sentimientos que están presentes en las personas y se deben seguir expresando.
En este sentido, la artista Daniela Díaz, de 18 años, explicó que su obra en acrílico representa un tema de su pasado, presente y futuro. Habla de una relación sentimental “caótica”; fue su primer amor, al que idealizó de tal manera que era incapaz de diferenciar entre el amor o la dependencia.
“Yo tuve dependencia de esa persona; todas mis decisiones las tomaba él, por eso en el cuadro las vendas representan la manera en que nos negamos a ver que hay algo mejor para nosotros”, reveló Díaz. Las manos tocándose que pintó en su cuadro representan la búsqueda del contacto físico.
Además, quiso expresar su proceso creativo en su presente y futuro. “Normalmente lucho bastante con mi proceso creativo, me cuesta estar inspirada y que las emociones lleguen; eso es lo que significa el hilo rojo, que crear no siempre es bonito, muchas veces duele, muchas veces tienes que llegar a estar rota”, contó.
En sus palabras, “las mejores obras salen del corazón roto. Aunque puede ser doloroso, también puede ser hermoso y eso siempre va a estar destinado a mí, algo no físico, pero siempre va a estar unido a mí, en mi vida como artista. Eso es lo que representa mi cuadro”, finalizó.
El Centro Educativo de Artes Diversificadas ofrece el bachillerato en artes diversificadas con 25 docentes, que preparan a sus alumnos en artes plásticas y música. Cuenta con una matrícula de 188 estudiantes en el nivel de media. Está ubicado en Los Ríos, Villa Cárdenas. Brinda su enseñanza en las áreas curriculares de español, matemática, educación física, inglés, ciencias, geografía, historia, entre otras asignaturas.
Un amor dependiente y enfermizo. Hermoso. He pintado, dibujado y boceteado con lágrimas en los ojos, con rabia, con desesperación, con angustia, con paz y con amor. Al final me di cuenta de que siempre tendré que pasar por ahí, siempre tendré que pasar por él.
Siempre buscando contacto físico para estar siempre seguros de que estamos ahí.
Siempre llorando porque sabemos que nos hacemos daño. Y aún así queremos aferrarnos el uno al otro.
Siempre con una venda en los ojos porque no queremos ver si hay algo mejor para nosotros.
Siempre con nuestros hilos rojos atados al cuello, y cada vez que tiramos de ellos, nos ahogan, nos matan.
Peleamos el uno con el otro, hiriéndonos y haciéndonos pedazos. Otras veces, los dos parecemos estar en paz, abrazados, sintiendo nuestra calidez. Parecemos estar haciendo el amor mientras nos quemamos en uno con el otro.
Estoy toda mi vida condenada a estar con él. Cada vez que lo necesite acudiré a él para: tomarlo, besarlo, y hacerle saber que lo necesito, mientras soy un mar de lágrimas. Haciéndole saber que vamos a herirnos, mientras nos amamos, mientras nos ahogamos, mientras nos deseamos. Siempre nos deseamos, porque él sin mí no existe; y yo sin él, no puedo avanzar. Por eso: te odio de la misma manera en que te amo.