‘Puentes' creados por Juan Moroni

Luego de haber plasmado en sus cuadros la feroz rivalidad entre el caos y la estructura, el pintor argentino Juan Moroni redefine la imagen que alguna vez tuvimos de los puentes para sumergirnos en un desconcertante viaje consumado en la abstracción.

‘En los deseos propios hay una falta de crecimiento. Uno crece cuando construye puentes de conocimiento, de amor, de acercamiento entre culturas', dice el artista, quien reflexiona sobre este objeto desde que dejó Buenos Aires, hace cinco años.

El nuevo puñado de lienzos de grandes dimensiones que componen su más reciente exposición individual —la segunda en Panamá— ‘Puentes', estará abierta a todo público en Arteconsult hasta el 7 de abril.

CONEXIÓN PICTÓRICA

La nueva colección de Moroni tiene como protagonista al color blanco, un relámpago de luz que presagia el brillo de la esperanza.

‘Empezó a trabajar en mí la luminosidad de los puentes, de la apertura. Hay algo lumínico en abrir una puerta', sugiere el pintor.

Sin embargo la opacidad de la pintura asfáltica continúa inscrita en su ejercicio plástico. Antes solía diluir con químicos la brea para despigmentarla y maniobrar tonos rojizos y marrones que asemejan el óxido. Ahora el derivado del petróleo lo maneja sin ningún tipo de aditivo, sometiendo el lienzo a una oscuridad profunda.

‘En los deseos propios hay una falta de crecimiento. Uno crece cuando construye puentes de conocimiento, de amor, de acercamiento entre culturas',

JUAN MORONI

ARTISTA

La crudeza con la que utiliza el material asfáltico puro sobre el cuadro tiene un propósito. La brea denuncia un mensaje de rechazo al conflicto bélico. Un eco de la fractura y el conflicto que supone la guerra por el petróleo. Una técnica que revela el equilibrio entre lo inflexible —lo sombrío— y la fluctuante promesa de luz que encarna el blanco.

Curiosamente, ambas tonalidades marcan los límites del ciclo de producción que emprende Moroni en cada obra. La pintura asfáltica pavimenta la ruta del autor, un preludio que guía la composición: una columna tan severa como fugaz. En contraste, las tonalidades lumínicas rematan con desenfreno el final de cada cuadro. El último soplo de vida. El don de libertad que se difumina en el horizonte de la violencia.

Para Juan Moroni, narra Miguel Galián en un texto sobre ‘Puentes', la pintura es un medio por el cual conciliar las dos partes más primitivas de la emoción humana, el descontrol, lo impulsivo, el desenfreno, el desorden, lo intuitivo y, por el otro, la estructura, lo rígido, lo organizado, lo establecido, lo volátil.

Entre el principio y el fin está la vida, los colores. En ‘Puentes' el autor confiesa un entusiasmo particular por los tonos azules. En el conjunto de obras predominan las paletas de naranja, violeta, amarillo, rojo. ‘Hay bastante color, lo que no hay es mutiplicidad de color en una misma obra', explica Moroni.

Toda la fase de producción se desarrolló en su estudio, ubicado en el Casco Antiguo, entre el año pasado y este 2018.

Ninguna de las pinturas que hoy cuelgan en Arteconsult tienen nombre, a diferencia de las que integraron ‘Captar la fuerza', la primera muestra individual del argentino en Panamá. ‘Hay una hilaridad entre todas las obras, un diálogo, están abrazadas por esta lógica de los puentes, hay blanco en todas y hay una lectura que tiene que ver más con la hermandad', añade.

Una obra fruto de esta serie fue escogida por un jurado para ser expuesta en el Salon d'Automne de París, Francia, una muestra de arte que se celebra anualmente desde 1903.

Este salón, que es regulado por el gobierno francés, firmó un acuerdo con Japón para llevar a un grupo de artistas que exhibieron en París —entre ellos, Moroni— a exponer sus obras en agosto de este año en el museo The National Art Center situado en Tokio.