Juegos patrióticos

Carreras de sacos y competencias de mordidas de manzanas. No, no se trata de una competencia escolar o una fiesta de cumpleaños. En la comunidad del Cristo de Aguadulce, en la provincia de Coclé, los adultos también participan en estos juegos, mientras los niños disfrutan del entretenimiento que les brindan los más viejos.

Para los ‘cristeños’ las fiestas patrias no solo significan días puentes, fines de semana largos. Es una fiesta familiar que se extiende por 48 horas, en la que los ‘juegos de antaño’ son una forma de rendirle honores a la patria.

En el parque no faltan los toldos de comidas y los bailes. Ni tampoco los parroquianos quienes pasan siguiendo a la futura reina del carnaval. Asimismo se escoge al rey y a la reina infantil, en un evento en el que hasta los chinitos son coronados. Una prueba que para festejar una efeméride de buena manera, no hace falta un obcecado nacionalismo.

El momento cumbre lo constituye la corrida de toros, protagonizada usualmente por los más valientes o lo más ebrios. A pesar de las reiteradas advertencias, siempre resulta alguien herido en una embestida. Es algo que no se puede evitar tras días de jolgorio y algarabía.