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- 23/08/2025 00:00
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), demuestran que las mujeres panameñas dedican tres veces más tiempo a las tareas de cuidado, si se comparan con sus pares hombres, una realidad que se replica en otros países de América Latina.
Estos datos que obligan a transformar la mentalidad de la sociedad, originaron la campaña que impulsa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Panamá y lleva el nombre ‘Cuidar no es solo cosa de mujeres’, “una iniciativa que busca generar conciencia sobre la importancia de los cuidados como una responsabilidad compartida entre mujeres, hombres, el Estado, las empresas y la sociedad en general”.
La representante del PNUD en Panamá, Bettina Woll de Montenach, destacó que el tiempo invertido en cuidado no remunerado, limita el acceso al mercado laboral de las mujeres y se expresa en una tasa de participación menor: 52.4% de las mujeres en comparación con el 71.5% de los hombres (Datos de la Encuesta de Mercado Laboral del INEC). Para ella, esta campaña es más que una estrategia para influir: es una alianza poderosa entre el sector público, privado y la sociedad civil. Así lo reseña la periodista Violeta Villar en su portal La web de la salud.
Jessica Suárez, asociada para género del PNUD Panamá, en el artículo Cuando cuidar se convierte en desigualdad, detalló que “los cuidados no solo garantizan el bienestar diario de las personas; también son la base del desarrollo económico y social de los países. La Cepal (2022) estima que el trabajo de cuidado no remunerado representa entre el 15.7% y el 24% del PIB en América Latina y el Caribe. Aun así, este trabajo sigue siendo invisibilizado y subvalorado, perpetuando desigualdades de género que parecen resistirse a desaparecer”.
También documentó que según la Encuesta del Tiempo del INEC (2011), “las mujeres en Panamá dedican 29 horas semanales a tareas domésticas, frente a 13 horas de los hombres. Una década después, la brecha sigue: en 2021, uno de cada cuatro hombres no realizaba ninguna tarea doméstica sin pago, mientras que esto solo ocurría en un 9% de las mujeres. Y más llamativo aún: el 30.1% de las mujeres dedicaba entre 5 y 8 horas diarias al cuidado de personas, frente al 20.4% de los hombres”.
Gabriel Boyke, oficial de programas del PNUD Panamá, destacó durante la presentación de la iniciativa que el cuidado no es una tarea menor ni exclusiva de las mujeres, sino una responsabilidad compartida, un acto de justicia y una oportunidad para construir una sociedad más equitativa y humana.
Subrayó que el cuidado atraviesa la vida cotidiana, las economías y las decisiones, e invitó a instituciones públicas, sector privado y sociedad civil a sumarse a este proceso de cambio. “Podemos compartir el mensaje, abrir espacios de diálogo y reconocer a quienes cuidan, promoviendo la corresponsabilidad también dentro del hogar”, afirmó.
Boyke señaló que el sector público tiene la posibilidad de integrar esta visión en presupuestos y planes, mientras que desde el sector privado se puede impulsar la corresponsabilidad. Recordó además que Panamá ha dado un paso importante con la promulgación de la Ley 431 del 25 de abril de 2024, que crea el Sistema Nacional de Cuidados.
La presidenta de Ciencia en Panamá, Ivonne Torres Atencio, en representación del grupo de Diversidad, Equidad e Igualdad, resaltó la importancia de iniciativas que impulsen políticas públicas para reducir la brecha de género en distintos ámbitos. Subrayó que fortalecer las políticas de cuidado de padres, hijos o familiares es clave para enfrentar la pobreza multidimensional, que suele impactar con mayor fuerza a las mujeres. “El hecho de que esta situación haya persistido en el tiempo no significa que haya estado bien”, advirtió.
En cuanto a la realidad de las mujeres en la ciencia, señaló que diversos estudios muestran diferencias en la productividad científica entre quienes tienen hijos y quienes no, lo que con frecuencia obliga a pausar o retrasar sus trayectorias académicas y profesionales hasta que sus hijos alcanzan edades que permiten dedicar más tiempo a la investigación. Esta situación también afecta sus estudios de doctorado y posgrado, especialmente cuando carecen de tutores o mentores de apoyo. En contraste, cuando existe acompañamiento institucional y mentoría comprometida, se observa una mejora sustancial en la continuidad de sus carreras.
La vocera recordó que en sociedades más avanzadas se han implementado medidas que permiten conciliar vida familiar y profesional. Citó como ejemplo los países nórdicos y España, donde las licencias de maternidad y paternidad son iguales, lo que facilita compartir las responsabilidades de crianza durante los primeros dos años de vida de los hijos. A ello se suman políticas públicas que han ampliado la disponibilidad de centros de cuidado infantil.
Entre las estrategias efectivas aplicadas en otros países mencionó la reducción de salarios, pero no de jornadas laborales, en los primeros años de crianza, así como políticas de apoyo a quienes no cuentan con redes familiares y el convencimiento social del valor de la corresponsabilidad en el cuidado.
Finalmente, destacó que la campaña “Cuidar no es solo cosa de mujeres” se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, al aportar directamente a la igualdad de género (ODS 5), el trabajo decente (ODS 8), la reducción de desigualdades (ODS 10) y el bienestar social (ODS 3 y 4).