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- 25/02/2018 01:01
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Pablo Ruiz Picasso nació en la ciudad andaluza de Málaga en octubre de 1881. En la casa familiar, frente a la Plaza de la Merced, vivió hasta que cumplió 10 años, cuando la familia se mudó a La Coruña. A su ciudad natal volvió por última vez en 1900. Su partida era el preámbulo de éxitos sin parar y vida intensa y muchas mujeres que le darían varios hijos.
Desde el año pasado me he ido encontrando con Picasso en cada viaje que emprendo. En julio de 2017 estuve en la magnífica exposición ‘Piedad y Terror en Picasso', que conmemoraba los 70 años de haber pintado el cuadro Guernica, encargado para el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937, que reflejaba la angustia y el dolor que experimentó el artista, que muchos llaman genio, ante el bombardeo de que fue objeto la comunidad de Guernica, en el País Vasco, durante la Guerra Civil Española.
Esta exposición se presentó en Madrid en el Museo Reina Sofía, que es donde la monumental obra se exhibe en forma permanente, después de que Picasso rehusara exhibirla en España mientras Francisco Franco estuviera vivo y al frente del gobierno de su país. Estuvo en el Museum of Modern Art (MOMA) de New York hasta 1981, cuando ya Franco había muerto y por voluntad expresa del pintor la trasladaron, primero, a un ala del Museo del Prado, el Casón del Buen Retiro, y desde 1992 está en el Reina Sofía. En la exposición se explicaban los procesos por los que atravesó Picasso en la concepción y ejecución del mural y las especiales circunstancias personales que lo agobiaban en ese momento.
En octubre, también del año pasado, en un viaje a Roma, veía en cada poste, en cada parada de buses, un afiche que mostraba el famoso cuadro ‘Dos mujeres corriendo por la playa' del genio malagueño. Anunciaban una muestra que se exhibía en las caballerizas del Quirinale, la residencia del presidente italiano, que en su momento fueron los establos y se titulaba ‘Entre cubismo y clasicismo'. Bajo una excelente curaduría se montó esa exposición para conmemorar los 100 años desde que Picasso estuvo en Italia, donde recaló junto a su amigo Jean Cocteau. Fue una exhibición de lujo, porque ofreció los mejores cuadros que se conocen del maestro y su vinculación con los ballets rusos, a los que les llegó a diseñar los afiches y hasta los vestidos que usarían en escena. Eran los años de la Revolución Rusa y el empeño del director de los ballets, Serguéi Diáguilev, que estaba decidido a mostrar el virtuosismo de los bailarines de su compañía, independientemente de los acontecimientos políticos que se estuvieran dando en su país. Picasso conoció entre el elenco a su primera esposa, Olga Khokhlova, madre de su primer hijo.
La muestra era de una elegancia y montaje exquisito y contenía hasta los bocetos y cartas que se cruzaban entre productores y amantes. Roma celebró en grande al genio de Picasso y tuvo el respaldo de los más importantes museos del mundo, que prestaron sus cuadros. Pero, ¿y lo ha hecho su ciudad natal?
Muchos malagueños estuvieron pendientes de la fama de uno de sus hijos predilectos, y de la misma forma, Picasso se mantenía al tanto de los acontecimientos que en ella sucedían. Uno de ellos, Juan Temboury Álvarez, tan temprano como 1931, daba cuenta de los logros de Picasso en un artículo titulado ‘Málaga y el pintor Picasso'. Insistía, cada vez que podía, de que su ciudad natal debía rendirle homenaje.
AL FIN, MUSEO
Fue apenas en el año 2009 que gracias al empeño de su nuera y su nieto que se constituyó la Fundación Museo Picasso Málaga y se conformó la muestra permanente de 233 obras que la constituyen, en un inmueble que está en el centro histórico de la ciudad natal del artista. Si bien las mejores obras del genio andaluz están en el Musee Picasso de Paris, en el MOMA, en el Guggenheim y otras famosas salas de exhibición del mundo, este sencillo pero emotivo homenaje merece la pena ser visitado para recorrer, a través de su museografía, el desarrollo de su pintura. Allí se muestra un tórculo (prensa de grabar) que imprimió más de mil obras gráficas picassianas, así como la permanente discusión y disyuntiva en que si Picasso fue surrealista en algún momento de su evolución como artista.
El Museo Picasso de Málaga está ubicado en el Palacio de los Condes de Buenavista, un edificio renacentista que tiene elementos mudéjares y fue declarado Monumento Nacional en 1939. En sus salas se refleja la enorme sapiencia del malagueño al convertir la obra de arte en un gesto que reivindica la absoluta libertad individual frente a los convencionalismos, normas, manifiestos y dogmas. Picasso fue un artista que, repensando la historia de la pintura, revoluciona principios fundamentales que antes que él los considerara parecían intocables. Pone en una crisis definitiva la relación jerárquica humanista por la que la representación del ser humano era más importante que la del objeto.
LA CASA NATAL
La casa donde nació Pablo Ruiz Picasso está en el número 36 de la Plaza de la Merced. Allí reposa, desde 1988, la sede de la Fundación, que finalmente consiguió hacer el museo en otro sitio de la ciudad. Esa plaza fue donde el pequeño Pablo realizó sus primeros juegos infantiles, en medio de una sociedad burguesa del siglo XIX. También en esa plaza hay un obelisco dedicado al General Torrijos, pero no al nuestro sino a un militar que fue fusilado en 1831 junto a varios compañeros.
La casa natal tiene particular interés porque en ella se puede comprender la tremenda influencia que ejerció su padre, José Ruiz Blanco, profesor de dibujo. De igual manera, en un ambiente decimonónico, se muestran documentos, fotografías, objetos personales de la familia Ruiz Picasso que tienen una enorme carga emocional, como el vestido de bautizo, la chaqueta de su padre y otros no menos importantes. También hay libros y cuadernos con ilustraciones y bocetos de sus famosos cuadros, que a lo largo de estos años han ido rescatando los responsables de la fundación.
MÁLAGA DE PICASSO
En la Plaza del Lido, en la localidad malagueña de Torremolinos, frente al paseo marítimo, plaza del Poseidon, se erige desde 2004 una escultura en bronce del artista Salvador García, evocando el cuadro famoso ‘Dos mujeres que corren por la playa' parte de la colección del Musee Picasso de Paris. Este pequeño cuadro, pintado en 1922, en la época en que Picasso hacía decoraciones para los ballets rusos, le fue presentado a Diáguilev como telón de fondo para la obra ‘Le train bleu'. Las dos damas, que son desproporcionadas y parecen estar danzando, fueron armoniosamente logradas por García y la escultura es una obligada parada en esa glorieta.
Otro malagueño del cual sus coterráneos se sienten orgullosos es el actor Antonio Banderas y justo en estos meses está rodando una serie titulada ‘Genius Picasso' que estrenará National Geographic en abril y podrá ser vista por todos los admiradores de ambos artistas. Banderas, me contaba alguien frente a la escultura, ha tenido que raparse la cabeza y seguramente engordar unas libras para personificar al genio de Málaga y se somete a cinco horas de maquillaje diarias.
‘Muchos malagueños estuvieron pendientes de la fama de uno de sus hijos predilectos, y de la misma forma, Picasso se mantenía al tanto de los acontecimientos que en ella sucedían'.
MUSEO PICASSO DE MÁLAGA
El museo está ubicado en el Palacio de los Condes de Buenavista, un edificio renacentista que tiene elementos mudéjares y fue declarado Monumento Nacional en 1939