‘El mejor orgasmo es la muerte’

PANAMÁ. Para la mayoría de las personas la muerte es un momento de la vida al que nadie quiere llegar, aunque sea que a todos por natura...

PANAMÁ. Para la mayoría de las personas la muerte es un momento de la vida al que nadie quiere llegar, aunque sea que a todos por naturaleza nos toca morir.

El relacionista público Fernando Corredor entendió esto, cuando le diagnosticaron la fatal enfermedad.

En entrevista exclusiva con Ego, nos contó no solo sobre su libro, sino de la vida, la muerte y las ganas de tratar de ayudar durante los últimos días, meses o años que le queden.

Corredor, de 62 años, tiene cáncer de colón y hace 2 años le dieron la noticia y como la mayoría, se preguntó ¿por qué a mi?

‘Fue un proceso largo, ya que al principio no quería hacerme la quimioterapia, pero gracias a mi hija comencé el tratamiento. Al entrar a la sala de quimio mi hija me dijo ‘Ahora nos quedan 7 sesiones y no 8’, recuerdo que todos hasta los médicos lloraron ante ese comentario y allí dije no, no, aquí el que llora soy yo’, expresó entre risas Corredor.

Fernando, entre risas y en serio, confesó que antes del cáncer era ateo y que gracias al cáncer descubrió a ese ser superior y que encaminó el rumbo de su vida para ayudar a las personas a disfrutar de esos primeros o últimos días con el cáncer.

‘Es muy duro, pero el cáncer como palabra ha sido mal posicionada, ya que se relaciona directamente con sufrimiento y muerte. Es cierto que es grave, pero que se puede enfrentar y sobrellevar.’

Y agregó, ‘yo decidí enfrentarlo con humor, ya que uno se puede morir de muchas maneras y decidí asumir la muerte como parte de mi vida. Para mí, el mejor orgasmo de la vida es la muerte.’

Para Corredor es aún peor, tiene un cáncer no curable, mas un segundo en la próstata. Se somete a tratamiento para mejorar su vida y no para curarse. Aún así él cree que le quedan muchos años de vida. En esa circunstancia decidió caminar entre las salas de quimioterapia llevando su risa a los que se someten a estos tratamientos.

‘Podría estar recostado pidiendo clemencia y amargado. Aunque tengo conciencia de mi enfermedad, la lucho desde el amor de mi familia y el humor en la vida’, aseguró con seriedad Corredor que también dirige la empresa Errepe de Relaciones públicas.

‘El cáncer me dio una misión que es tratar de colaborar con las demás personas que sufren la enfermedad, esa es mi misión’, expresó relajado.

Corredor, después de haber pasado por 25 sesiones de quimioterapia, se expresa feliz y tranquilo sobre la enfermedad que le hizo escribir y publicar su libro. Ya está preparado para morir y cada noche se despide de la vida y se amiga con sus rencores de pasado. El cáncer lo mejoró como persona y va cumpliendo su misión día tras día. Hace dos días llegó a Panamá de la mano de Fundayuda con el objetivo de promover de que solo con fe, esperanza, amor y deseo de vivir; junto con tratamientos adecuados se puede ganar la batalla contra el cáncer.

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