La molesta

L as estadísticas revelan que un 3% de la población mundial sufre de incontinencia urinaria. De este porcentaje el 75% de los casos se presentan en mujeres y el 25% son hombres. El problema puede ocurrir a cualquiera edad, no obstante, las mujeres a partir de los veinticuatros años en adelante son más propensas a adquirir la sintomatología, producto del peso de los embarazos y los partos vaginales que aflojan los músculos de esta zona.

Francy Peralta, fisioterapeuta, define la afección como la pérdida involuntaria de orina por algún tipo de esfuerzo.

Se presenta cuando el afectado siente la necesidad imperiosa de orinar, pero es incapaz de lograr el control vesical.

Las causas más comunes que conducen al relajamiento de los músculos pélvicos son la pérdida del control muscular, infecciones o inflamaciones en la vejiga o uretra, desórdenes del sistema nervioso, enfermedades neuromusculares y casos congénitos. Los síntomas pueden variar desde la fuga de orine leve hasta la salida abundante e incontrolable de la misma.

El problema implica un impacto psicológico y emocional que puede afectar de forma abrupta el estilo de vida de la persona, según deja entrever Peralta.

Regularmente, las personas tienden a no prestarle atención a la situación por vergüenza o temor a enfrentarlo. Pero los especialistas recomiendan superar tales obstáculos y buscar la atención médica desde etapas tempranas, a fin de evitar que se agrave la condición. La orientación puede ofrecerla un urólogo o un ginecólogo que recomendará la medida más recomendable para cada caso y ayudará al paciente a entender la relevancia del tema. Lo más común es recomendar los ejercicios de Kegel.