'Todo el mundo tiene una historia que compartir y que merece ser contada': Essdras M Suárez

Actualizado
  • 25/11/2021 00:00
Creado
  • 25/11/2021 00:00
El fotógrafo panameño galardonado con el premio Pulitzer asistió a un conversatorio en el Grupo Editorial El Siglo y La Estrella de Panamá, donde habló sobre la fotografía en tiempos de pandemia, los retos actuales de la profesión y sus proyectos a largo plazo
En febrero del próximo año Suárez regresará a Panamá con aficionados de la fotografía para dictar talleres.

“El valor humano es lo que amerita ser fotografiado”, expresó el fotógrafo panameño y dos veces ganador del premio Pulitzer, Essdras M Suárez.

Suárez fue invitado por parte del Fórum de Periodistas de Panamá al conversatorio 'La fotografía en tiempos de pandemia', que se llevó a cabo recientemente en las instalaciones del Grupo Editorial El Siglo y La Estrella de Panamá (GESE), donde compartió estas y otras reflexiones sobre el ejercicio de su profesión con los presentes y con la audiencia conectada a través de las redes sociales.

Suárez manifestó que, en la actualidad, la inmediatez ha ocasionado que una gran cantidad de imágenes estén circulando y, por ende, las personas son bombardeadas a diario a través de los medios de comunicación. “Muchas fotos pasan desapercibidas, pero eso no quiere decir que no haya fotos extraordinarias que ameriten que se les preste atención para examinarlas”, dijo, y agregó que esto “no quiere decir que la fotografía haya perdido valor” y no se refiere al valor comercial, sino al valor intelectual. “La fotografía cuenta una historia visualmente. Pienso que la fotografía sigue en pie, a pesar de que se haya devaluado comercialmente por la cantidad de ofertas altas que existen”.

Un hecho que admitió el fotógrafo panameño es que los tiempos han cambiado y con ello han variado algunas cosas en la profesión, pero, ¿cómo se enfrenta un fotógrafo a una sociedad que tiene a la mano dispositivos que le permiten capturar imágenes? Para Suárez “la diferencia es que cada persona que camina con un artefacto que le permite sacar fotos puede que tome una buena fotografía o un buen video en toda su vida; sin embargo, el fotoperiodista lo hace todos los días, contamos una historia visual. Lo que diferencia a los profesionales de la fotografía del resto es que si se le dice a un fotógrafo que debe traer una foto extraordinaria, lo hará”.

Fotografía de Suárez galardonada con el premio Pulitzer en 2000.

En ese sentido, manifestó que la fuerza de una imagen consiste en la capacidad de percibir una escena distinta basada en la situación. “Siempre y cuando puedas presentar el mismo contenido de una manera interesante, el cerebro del lector para y se asombra al ver algo distinto. La meta de un reportero gráfico es hacer que las personas no ignoren sus fotos”.

En cuanto a su labor en la pandemia, estuvo dando clases en línea y tras seis meses de encierro salió a las calles a tomar fotografías.

Formación y logros

Con respecto a los factores que incidieron para que ganara el premio Pulitzer, mencionó que uno de ellos fue la suerte, así como estar en el momento exacto, con el equipo, y poseer los conocimientos para efectuar su labor. También atribuye este mérito a estar rodeado de personas que le transmitieron de manera desinteresada sus conocimientos.

Foto tomada por Essdras durante una evacuación en Gaza, Palestina.

“Mi jefa en Colorado me desafiaba y por eso fue que me desarrollé. Ese sentir me llevó al siguiente escenario; aún estando junto a 30 fotógrafos en un evento, mi pensamiento ha sido: '¿Cómo puedo a través de mi cámara ver mejor que ellos y plasmar lo mejor o básicamente cambiar la perspectiva para narrar la historia?”, señaló, y añadió que otro factor que forma a un fotógrafo es “la práctica” que es lo que le permite “reaccionar de cierta manera en momentos extremos”.

Desde su experiencia, contó que interactuar con otras personas es lo que también le ha abierto las puertas porque “todo el mundo tiene una historia que compartir y que merece ser contada”, y muchas veces por la premura o no poner el ojo fijo en esos detalles, pasan desapercibidas.

Más desafíos

Un 'talón de Aquiles' en la profesión, según Suárez, es la manipulación de las fotografías. “A mí se me enseñó que hay un pacto silente entre el lector y el fotoperiodista, donde tú estás presente en el lugar en el cual tu público no puede estar, y ellos están confiando en ti. Considero que es nuestro deber ser lo suficientemente honestos para compartirles la situación de la manera más fidedigna posible”, dijo, e indicó que siendo un fotógrafo de la vieja escuela solo corta los bordes de las fotos, las aclara, les incrementa el contraste, o les cambia el color cuando está en un escenario donde hay luces mixtas ya que “el lector confía en que se le muestre lo fidedigno”.

Fotografía con la cual Suárez ganó el premio Pulitzer en 2014.

De igual manera habló de la remuneración en la profesión, señalando que “el fotoperiodismo, así como ser maestro son profesiones de vocación, no te metes a esas carreras por dinero. Los tiempos han cambiado en los medios, antes había bolsillos más profundos y ya no es así”.

Ante esta realidad aconsejó a sus colegas buscar un equilibrio para tener estabilidad económica. “A estas alturas lo que hago es balancear mis entradas económicas, donde hago asignaciones de vez en cuando y cubro lo editorial porque es parte innata de mi persona, no porque me pague bien. Hay que encontrar un balance, porque si piensas ganarte la vida como periodista o fotógrafo y no percibes un buen salario, tienes que ver cómo te las ingenias para avanzar en ese sentido, pero esta es una carrera muy bonita”.

En cuanto a la incursión de las mujeres en la fotografía, compartió que no ve “diferencias; las mujeres son muy profesionales al igual que nosotros los hombres”.

Proyectos
Momento captado por Suárez durante el ataque al Capitolio DC.

En relación a su posible viaje a la luna dijo que luego de haber aplicado al proyecto y ser uno de los 20 finalistas, donde solo escogerán a ocho para ir a la luna, afirmó que confía en sus habilidades y su experiencia. “Apliqué a este anuncio mientras estaba en casa en la pandemia. El anuncio decía que un billonario japonés quería llevar a ocho artistas a la luna y lo hice; desde entonces he pasado por varios filtros y aún estoy en la carrera. Estoy al tanto de los peligros que representa este viaje, pero si se sobrevive, los beneficios sobrepasan el resto”.

Contó que parte del contrato establece que los ocho artistas tienen que crear contenido de esta travesía, y una vez que regresen a la Tierra deben compartir su obra y atribuírsela al proyecto.

Por otro lado, entre sus planes para 2022 está traer a Panamá a un grupo de fotoaficionados en febrero. “Son 12 participantes y uno de ellos me contrató para que le diera clases privadas por cuatro días más”.

De igual manera, a largo plazo desea regresar a su tierra natal y establecer un instituto académico que llevará por nombre 'Instituto Académico de Recursos Fotográficos Internacionales de Panamá'. Para este fin traerá al istmo a fotógrafos de calibre mundial que conoce, para que expongan sus conocimientos a los fotógrafos locales y a las nuevas generaciones. “También quisiera traer a otros estudiantes del mundo, otorgar becas en Panamá y extenderlas a Latinoamérica”.

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