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- 27/08/2023 00:00
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Aristides Ureña Ramos es un defensor del arte y cultura panameña. Recientemente viajó al Holy Art Fair en Londres, Inglaterra para presentar uno de sus proyectos más queridos y al cual le ha puesto toda su dedicación desde 2017.
En esta apuesta, se presentó con el lema “Panama Summer 2023” exponiendo al mundo sobre la cultura del gueto panameño y sus distintos personajes con obras como Raka Taka, Kalidonia, Chumerri y Five May Square.
Rodeado de su arte en la Fundación Aristides Ureña Ramos, el artista conversó con La Decana explicando su intención con su proyecto más reciente. “Panama Summer retrata la parte estética del gueto panameño y su forma de vivir lo cual suena irónico porque este espacio siempre ha representado violencia, dolor, y pobreza”, dijo. “Mi intención es rescatar todo aquello que lo define como cultura, ya sean sus bailes, vestimenta, y saludos”.
El artista ha dedicado su vida a defender e impulsar la cultura y el arte contemporáneo en Panamá para así darlo a conocer al mundo y que el país se posicione como un pionero de la cultura artística junto a los grandes de Europa y otras regiones.
El Panama Summer nació en una barbería donde Ureña Ramos se realizaba un corte de cabello y pudo evidenciar las obras de arte popular en sus paredes. Así creo un video para compartirlo al mundo con la primera pieza de lo que se convertiría en un proyecto que le permitiría viajar a distintos lugares para dar a conocer la cultura panameña en sus distintas facetas.
“El Panama Summer ha sido un proyecto que une todas las relaciones interculturales del panameño en distintas exposiciones. Esto va desde la cultura china, indígena y más reciente, el gueto”, explicó. “El arte dignifica a la persona y la exposición tiene esa misión de dignificar el gueto del país para hacer entender al mundo la tristeza que se vive ahí dentro”.
Al definir su arte, Ureña Ramos explicó que se basa en un “popurrí donde ve la posibilidad de buscar nuevas expresiones estéticas en Panamá y plasmarlas al mundo”. Sus obras artísticas van dirigidas al arte contemporáneo, algo que asume con mucho orgullo porque considera que es casi inexistente en Panamá.
“La contemporaneidad nace bajo el concepto de la obra. El arte contemporáneo depende de la multidisciplina, es decir, la fotografía, la escultura, la pintura, el video art, las instalaciones, y el performance”, aclaró.
“La conceptualización del arte contemporáneo documenta, clasifica, evidencia, y selecciona un lugar para recopilar toda su información como los sonidos, las personas, los comportamientos, las memorias y los sentimientos, y así proyectarlos en las multidisciplinas”.
Especificó que el arte contemporáneo “no nace dentro de un museo o galerías cerradas, sino en la calle y el diario vivir”.
Siendo fiel a sus palabras Ureña Ramos se sumergió en las áreas donde predomina el gueto en Panamá queriendo captar “la esencia de esta población en mi arte” y conceptualizándolo en las distintas disciplinas que maneja como la escultura, la pintura, y el performance.
El pionero desea reivindicar la cultura panameña y mostrarla al mundo como patrimonio del país. “Todo lo que vivimos ahora, con el tiempo se puede llegar a convertir en cultura, siempre y cuando estemos dispuestos a darla a conocer y presentarla al mundo”, apuntó al diario. “Panama Summer me permite invocar un mundo y proyectarlo según mi conceptualización” ya que Ureña detalló que “el panameño no se identifica por raza, sino por un sentir y conjunto de símbolos que lo representan”.
“Panamá es una sociedad con una interculturalidad muy importante y única, y sus artistas deben enfocarse en presentar esta cara del país”.
Con esta misión en mente, el artista ha viajado por el mundo presentando sus obras a las grandes masas y su siguiente plan es asistir a Florencia, Italia el 13 de octubre para representar a Panamá y su riqueza cultural.
Mientras Ureña Ramos conversaba con La Estrella de Panamá, enfatizó que el país está sumamente atrasado en la contemporaneidad artística. Resaltó tres errores que deben trabajarse:
1. El uso de curadores. El pionero del arte contemporáneo en Panamá no es fanático de los curadores en las obras artística ya que “muchas veces estos no entienden en total plenitud lo que las obras representan y lo que el artista desea proyectar”. Mencionó que es de suma importancia que el creador sea el único que presenta su obra sin ayuda de nadie.
2. Panamá aún se alimenta de arte atrasado. El defensor de la cultura panameña desea que la población de artistas dentro del país se atreva a profundizar en sus apuestas ya que hasta el momento, “muchos se siguen enfocando en flora y fauna y deberíamos conceptualizar en temas más intensos que hagan un llamado y causen impacto en la sociedad a nivel global”.
3. El atraso en la educación artística a nivel nacional. Ureña Ramos a “aquellos que se llaman facilitadores del arte” ya que muchos “imparten clases sin siquiera conocer las bases del tema y esto afecta a las futuras generaciones porque no captan los conceptos de forma correcta”.
A esto agregó las tareas pendientes que considera importantes para atacar la problemática. “Hay que saber comprender dónde nos encontramos para así entender hacía donde queremos ir”.
El artista declaró necesario crear criterio entre las personas que se quieren dedicar al arte, crear dialogo entre los artistas panameños, enseñarles desde pequeños a las nuevas generaciones a amar y entender el arte con un curriculum escolar que también lleve ciertas materias con profesionales altamente preparados y, por último, consideró que la política debe manejar un espacio digno para el arte y no solo enfocarse “en lo mismo de siempre”.
“El arte y cultura en Panamá debe pertenecer al Estado y no al gobierno de turno”, pronunció.
Expresó su preocupación por el futuro del arte y sobre todo su lado contemporáneo en Panamá ya que “no existen muchos artistas preparados para impulsar la disciplina hacia el futuro”. Añadió que pueden haber algunos que sí estén intentando salvar la contemporaneidad artística y “es algo que debe tenerse presente, sin olvidar que hay mucho por trabajar”.
“La cultura y el arte deben llegar y acentuarse en Panamá ya que nuestro país es un orgulloso crisol de razas y tiene mucho que ofrecer al mundo”, concluyó.