El índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) se situó en 70 puntos en junio pasado, con una caída de 22 unidades respecto a enero de este año,...
- 14/06/2009 02:00
E l 4 de mayo desperté a una niña exaltada, leyéndome una lista de cosas que faltaban para su quinceaños. Entre ellas la sesión de fotos con Fernando Bocanegra, hacer el banner con esa foto, pagar unas pastillas en G de P y contratar el fotógrafo y videografo para el gran evento. No tuve tiempo de lamentar la pérdida de mi candidata la noche anterior, Ivana se había convertido en mi nueva postulante y definitivamente demandaba más atención que Balbina. Cancelamos el quinceaños un total de 4 veces, la primera, porque ella quería que fuese el mismo decorador de los 15 de sus amigas. Cuando medité que yo vivía de mi creatividad se me prendió el foco y pensé: esto lo puedo hacer yo! Eso a mi hija no le pareció gracioso y empezó el primero de cuatro encontrones. Ivana tiene muchas de mis cualidades, puede ser testaruda pero escucha, analiza y después concluye. Su conclusión fue que yo sí era capaz de crear una idea apta, pero cada detalle debía contar con su aprobación. Entré en acción, cambié el concepto original de Ghetto Fab a Shabby Chic, ya que quería algo más “pretty”. Ok? fabuloso! Pero no tenía quién me armara la producción y sin tiempo, y con Ivana preguntándome mil veces al día, quien lo iba a hacer.
En medio del estrés me tocó armar un evento y tuve la suerte de que los dueños me presentaran Rocco Productions. Me armaron un escenario en 5 horas y eso bastó para demostrar que eran de armas tomar! Después los utilicé en el cierre de campaña: “Un día en la Vida de Balbina”, que fue un éxito rotundo. Lo que más me impresionó fue la facilidad de ellos entender mi idea. Esas dos tareas fueron suficientes para elegirlos. Ahora nada más tenía que explicar el concepto. Mi segunda lucha con Ivana fue que El Roockie no estaría en Panamá para la fecha señalada. Decidí presentar a otros dos que son amigos personales y muy talentosos, pero luego me dicen que nadie los conoce, sin embargo yo sabía que serían un éxito total. En fin, utilicé la sabiduría de las abuelas y la hice pensar que ella había salido triunfadora. Después en la fiesta todos gritaban “Yeyoo” alto y claro cuando El Kid tocó en conjunto con Kafu Banton.
En la tercera lucha, el tema fue el traje. Siempre imaginé a Ivana en un Carolina Herrera. Pensé que sería fácil de resolver, pues un amigo trabaja con Carolina. Pero se convirtió en mi dolor de cabeza porque entró mil veces a la web a ver los trajes disponibles y no le gustó ninguno! En fin, el día que me dio la noticia de que el traje no sería un C H, fue duro, pero lo asimilé y le dije que tendría que aprobar el que escogiera. Me mandó a ver uno blanco, pero en medio del cierre de campaña me informó que se había decidido por otro y lo había comprado. Decidí confiar en su gusto, después de todo, es su fiesta! Llegado el día de la sesión fotográfica y con Richard Ávila (el maquillista), una percha capta mi atención, me acerco, la abro y me encuentro con un vestido voluptuoso y de color no muy apropiado para el color de piel de mi hija. Entro en pánico y le pregunto si lo podemos cambiar, pero me informa que ya le hicieron los ajustes y que no fuera tan “psycho”. Trato de que entienda que mañana cuando vea las fotos se va a arrepentir, y me dice que mis gustos no son los de ella, y no me queda más que recordar una escena con mi abuela, en donde yo le dije lo mismo. Definitivamente, mi hija sale victoriosa! Y la noche del evento el traje en cuestión se le ve indiscutiblemente fabuloso, aunque no de mi gusto?
El cuarto choque fue resuelto en cuestión de segundos. Pensé no dar licor en la fiesta y medio sarcástica me informa que entonces nadie asistiría, de vuelta me trasladé a mis quinceaños y le di la razón. “Total mamá, nadie maneja”! añadió, es un punto válido? me dije. En medio de esta crisis madre vs quinceañera me encontré otras que vivían el mismo predicamento. Conversando, una me preguntó ¿quién está pagando la fiesta? Entonces el que paga tiene la última palabra! Ese comentario me animó a seguir con el proyecto! Al final el progreso las dos cedimos! Las memorias quedarán, como cuando su madre infinitamente independiente bailó con ella el vals. Admitió que el traje no estaba tan mal, y le dedicó “I hope you dance” de Leann Womack!. Ahora me espera la elección de la Universidad, ya tengo una lista, pero ella insiste que será la que ella elija. Aún quedan tres años, pero ya veo otra batalla en el futuro?.