'Sanar el mundo' a través de la cultura

Actualizado
  • 22/03/2023 00:00
Creado
  • 22/03/2023 00:00
El BID publicó un informe sobre cómo se puede transformar la sociedad mediante el arte. Panameñas recomendaron utilizar las diferentes expresiones artísticas para 'encontrar' esa transformación social
Imagen ilustrativa

El futuro es incierto y a veces desalentador tras la crisis sanitaria por la covid-19. Sin embargo, los distintos actores que integran la sociedad intentan afrontar los retos que muestra el mundo pospandémico.

Uno de ellos, el Banco Interamericano de Desarrollo, reunió a líderes culturales, artistas y expertos en la cumbre virtual 'Cómo sanar un mundo herido'. Las principales conclusiones del encuentro fueron publicadas en el informe 'Cómo sanar un mundo herido. El poder del arte como motor de transformación social en la era pospandémica'.

Recuperación para los artistas

Una de las voces que fueron escuchadas fue la de Ernesto Ottone, subdirector general de Cultura, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), quien recordó que mientras “miles de millones de personas en todo el mundo estaban físicamente separadas unas de otras, los artistas nos hacían sentir conectados”.

Pero ellos fueron un sector golpeado durante el confinamiento por la pandemia, ya que de unos 6.000 artistas y profesionales de la cultura de América Latina y el Caribe, el 64% de los trabajadores independientes, aproximadamente, vio mermados sus ingresos en más del 80%, remarcó Ottone.

“Es por eso que hoy, más que nunca, sabemos que los artistas desempeñan un papel importante en la vida y en la evolución de las sociedades, y que, por lo tanto, deberían tener la oportunidad de contribuir a su desarrollo y de ejercer sus responsabilidades en igualdad de condiciones con los demás ciudadanos, preservando al mismo tiempo su inspiración creadora y, por supuesto, su libertad de expresión”.

La cultura y la transformación digital

La directora general de Artes Visuales y del Museo Universitario Arte Contemporáneo, de la Universidad Autónoma de México, Amanda de la Garza, comentó que la migración “forzada al mundo digital produjo muchos cambios en diversos niveles. Nos enseñó, de una manera muy abierta, la necesidad imperiosa de desarrollar herramientas para poder interactuar con las comunidades virtuales, y producir contenido que está hecho para modos distintos de circulación e interacción”.

Los públicos digitales, a diferencia de los presenciales, están aún constituyéndose como tales, en la medida en que, antes, la programación digital de los museos era sumamente acotada, recalcó.

Amanda de la Garza puntualizó que los museos deben fomentar buenas prácticas en materia de programación digital que no profundicen la precarización de las comunidades con las que trabajan: educadores de museos, artistas y académicos.

El arte para sanar heridas

Voluspa Jarpa, artista e investigadora de Chile señaló que el arte ha tenido “siempre la función de configurar y mostrar la herida, porque –a pesar del canon– aún es un espacio en donde se puede ejercitar la libertad”.

El arte puede jugar un rol estratégico para leer las claves del presente y sentar las bases para la construcción de la esperanza que implica el futuro, dijo Jarpa entre las conclusiones de su discurso.

Mientras que para el artista y curador Luis Camnitzer de Chile, una de las misiones en esta nueva época es rescatar y elaborar la noción de lo colectivo. “Quizá sea más importante reconocer que en estos momentos el arte también está herido”.

“La esperanza real no está en el arte, sino en la educación general. Está en educarnos para cuestionar, evaluar y reconfigurar, y luego, de forma reiterativa, en recomenzar cuestionando, evaluando y reconfigurando. En otras palabras, no se trata de compartir objetos de arte, sino las formas de pensar y de sentir provenientes del arte”.

Según Camnitzer, esta nueva era exige un nuevo tipo de formalización y un nuevo sistema de educación. “Hagamos arte o no, no importa la especialización, en última instancia todos somos obreros del conocimiento”.

Pasos para sanar

En el informe se presentan las obras de cinco 'destacados' artistas y colectivos creativos de América Latina y el Caribe, que fueron creadas especialmente para la cumbre virtual 'Cómo sanar un mundo herido'.

Siguiendo la metáfora propuesta por los curadores del evento, informó el BID, las obras reflexionan sobre cómo sanar un mundo herido en medio de la era pospandémica y cómo aprovechar los cambios positivos que los países y sus ciudadanos pueden generar en este contexto.

Las obras que hablan sobre los pasos de sanación fueron: 'Asegúrate de haber limpiado la herida completamente', de Bijari, Brasil; 'Asegúrate de que la herida haya cerrado bien', de Lorena Wolffer, México; 'Cambia el vendaje para evitar viejas infecciones', de María José Machado, Ecuador; 'Descansa en casa', Christopher Cozier, Trinidad y Tobago; y por último, 'Quita el vendaje que la herida haya sanado', de Nicole L'huillier y Patricia Domínguez, Chile.

Una mirada de los artistas panameños

Para la promotora cultural y activista Ninna Ottey, la pandemia trajo un proceso acelerado de transformación cultural a nivel global, implementando la tecnología para cubrir esos miedos y vacíos sociales, y llenarlos con entretenimiento, alegría y esperanza. “Nos permitió sensibilizarnos y tener mejor conocimiento y compresión de nuestro entorno”.

“Así como la cultura fue el centro de apoyo para la humanidad durante la pandemia, asímismo debemos de centrarnos en las diferentes ramas de la cultura para encontrar esa transformación que el sistema actual nos está exigiendo”, comentó durante una entrevista con La Estrella de Panamá.

“Panamá, ahora más que nunca, tiene que invertir en cultura para que podamos seguir generando nuevas reflexiones, nuevas preguntas, pensamiento crítico. Invertir en nuevos espacios de aprendizaje a través del arte, la danza, la música, la literatura. Pero también debe de pensar en medidas de formación cultural presenciales, pero también desde la digitalidad”.

Sobre este contexto, la actriz Maritza Vernaza hizo hincapié en que el fomento de oportunidades para la expresión a través del arte “es urgente y necesario, es una necesidad humana que los gobiernos suelen ignorar. El fomento a través de programas dirigidos a personas de todas las edades es importante para el desarrollo social, creativo y emocional de una sociedad”.

La cultura teje a la sociedad

La cultura es una construcción social y colectiva, y el arte es una manifestación de la cultura, explicó la actriz, guionista y fundadora de Mente Pública, Nyra Soberón Torchía.

“Cuando el trabajador del arte es consciente de esta relación, es capaz de crear productos artísticos que establezcan vínculos culturales asertivos con el público o el estudiante, en el caso de un taller, y de crear productos que sean representativos de la construcción social colectiva que sean capaces de transformar al individuo en el marco de la realidad. Cuando esto no sucede nos quedamos en el plano de la diversión, algo que también es importante pero que se puede fusionar con lo representativo y lo transformador”.

También es importante que el trabajador del arte y las instituciones entiendan que en el caso de un proyecto cultural, la comunidad tiene conocimientos, saberes y experiencias que la producción artística debe respetar e incorporar en el proyecto, añadió.

“El teatro y el cine llevan décadas cumpliendo esta función, no es algo nuevo e inexplorado. Esto para entender que no solo es capaz de transformar en la pospandemia, lleva décadas haciéndolo. En mi caso lo hago desde la década de 1980”, concluyó.

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