Velásquez, maestro y luchador social

Actualizado
  • 28/02/2016 01:00
Creado
  • 28/02/2016 01:00
La realidad social transformó la vida de este destacado ecuador, moldeando su personalidad y despertando su sensibilidad

Federico Velásquez nació el 20 de febrero de 1916. Desde joven se distinguió en sus estudios realizados en el Instituto Nacional, donde se gradúo a los 16 años. Creció leyendo los poemas de Demetrio Korsi. Conoció la vida y sentimiento de este barrio. Así como lo expresó Korsi: ‘Soy auténtico, trascendental, soy un pedazo de pueblo'. Con estas rimas, bullicio y los juegos del barrio de Santa Ana, creció, estudió y templó su personalidad. Una juventud llena de esperanzas, con un sentir de cambiar las diferencias entre los de intramuros y los de afuera. Ahora solo tendría significado su devenir de maestro, a partir en que ejerce el magisterio en la isla de San Miguel, y luego en Bayano, Chepo, Pacora y Juan Díaz.

Poblaciones rurales de gente humilde que subsistía de la pesca y el cabotaje. Ahí aprendió a ejercer su magisterio. Una realidad social que transformó su vida y que modeló su personalidad. Su magisterio constituyó el contacto con las necesidades y urgencia vitales de estas poblaciones. El maestro era un trabajador al que se le rendía respeto y un símbolo de honestidad. Todo el pueblo buscaba consejo del maestro.

Luego sobrevino el traslado a la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena y el ambiente de la campiña le arropó el alma. Otra parte de la vida del panameño se abrió ante él. Después de una breve estancia retornó a su antiguo colegio, el Instituto Nacional. Ya era un profesor con experiencia. Dicta geografía con funciones de inspector jefe. Corría el año de 1942, década de la impronta del nacionalismo panameño. Ese sentimiento de identidad llevó a Federico Velásquez el apoyo de los grupos insurgentes del movimiento estudiantil, los cuales se identificaban con las angustias de los jóvenes. Educador que fue la conciencia crítica y modelo ejemplar que no se plegó a las componendas a trastienda de los políticos de turno.

En 1944, Federico Velásquez es el representante intelectual de los jóvenes profesores. Unido al gremio docente hace causa común con los estudiantes que fundaron grupos de carácter cívico, cultural y político. Así lo escribió Humberto Ricord, en sus Cinco ensayos sobre la revolución panameña . ‘La federación de estudiantes de Panamá fue constituida en el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, celebrado en febrero de 1944, bajo la presidencia de Federico Velásquez'.

OTROS REFERENTES

Intelectuales y orientadores de la juventud fueron también: Diógenes Arosemena, Manuel Solís Palma, Carlos Calzadilla, Olmedo de Arco, entre otros. Estos intelectuales respaldaron la formación de grupos estudiantiles que se constituyeron a partir de la decisión que se adoptó en México, en el Congreso de la Juventud con el ideario de crear Frentes Nacionales contra el nazi-facismo.

La formación de la conciencia social y de los nacionalistas fue su norte. Y a todo esto, el congreso de la juventud no poseía recursos, lo que dificultaba la ejecución de sus proyectos. Al inicio de la década de los cuarentas existía una situación tensa por la derogación de la Constitución de 1941, por lo que la postura de los estudiantes se centró en que el ejecutivo carecía de credibilidad para la elección de la Asamblea Constituyente. El congreso sesionaba en el Instituto Nacional, por lo que se anunciaba una huelga que llevó al arresto de muchos estudiantes.

Estos acontecimientos estuvieron vinculados con la formación del Frente Patriótico de la Juventud, partido que surge dentro de los sectores populares y de la clase media.

Fue en esos años cuando Velásquez obtiene el título de Master of Arts, en la Universidad de Ohio. A su retorno ocupa el cargo de Secretario General de la Universidad de Panamá. En 1947 forma parte de la Comisión de Estudio de la Educación Nacional, dedicándose a la docencia en la Universidad nacional.

En 1954, junto a Vicente Bayard, deciden entregarse al proyecto de la creación de un centro de educación particular, fundándose así la Sociedad de Fomento Cultural, integrada en sus inicios por los profesores Alejandro Méndez Pereira, Berta Q. de Moscote, Miguel Mejí Dutary, Rafael Moscote y Ovidio de León. Al retornar al análisis de los centros particulares Velásquez expresó: ‘No ha estado en nuestro pensamiento, la idea algo generalizada de que la escuela oficial ha fracasado'. Esta propuesta viene a aliviar las tensiones que existen en la educación particular.

Al fundar el Instituto Justo Arosemena logra su objetivo, dedicándose a dictar charlas. Asiste a Guatemala para dictar conferencias didácticas, incluyendo el primer seminario de planeamiento integral de educación, realizado en 1958 en la ciudad de Washington y en 1960, en Hawái. Fue el representante oficial y el que presidió la delegación panameña a la Asamblea General de la Educación en 1964, en México. En 1965 es condecorado con la Orden Manuel Amador Guerrero, en homenaje a su labor.

Se le condecoró con la Orden Manuel Amador Guerrero en 1965. Asimismo, Velásquez fundó la Revista Nueva Era y se desempeñó como ministro de educación.

‘Creo en una educación democrática, popular y libre de dogmatismos, basada en el uso de la razón y en la objetividad científica e inspirada en el alto sentimiento de espiritualidad y humanismo', comentó el autor de Mi ideario o Credo Pedagógico .

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