Sueños del fondo del lago

  • 22/10/2025 00:00
La muestra ‘Evicción Selvática’ de Gabriela Esplá lleva al espectador a sumergirse en el fondo de un Gatún reimaginado. Una visita guiada se llevará a cabo hoy en la galería Mateo Sariel

Sierra Mojada. El nombre de una comunidad a orillas del lago Gatún, en el área de Panamá Oeste llamó poderosamente la atención de Gabriela Esplá. La invitación que le hicieran a un baby shower la dejó a orillas del lago creado para el funcionamiento del Canal de Panamá, con un paisaje de árboles sumergidos cuyas ramas más altas alcanzan a divisarse desde tierra.

Sierra mojada, el nombre de la comunidad lleva a Gabriela a pensar en esos árboles sumergidos; bosques y montañas que hoy no solo se pueden ver a través de la imaginación.

Pinta un cuadro con el paisaje del lago visto desde sus orillas. Dos. Para el tercero su mente la lleva a recrear esos árboles sumergidos. Esos pensamientos la llevaron a soñar que se sumergía en el lago y en sus profundidades, pintaba.

Así nació Evicción Selvática, muestra que incluye pinturas en lienzo, collages y un gran mural pintado en las paredes de la galería Mateo Sariel en Coco del Mar. Estas ideas sueltas llevaron a Gabriela a investigar sobre los orígenes del Gatún, a leer libros como ‘Erased’ (Marixa Lasso) y ‘Emperadores en la jungla’ (John Lindsay Polland) que revelan que los estadounidenses tomaron mucho más territorio que el que se requería para el paso de los barcos a través del Canal.

“Y claro, no eran solo árboles, ahí hubo muchos pueblos, un montón de gente que fue desplazada y en el momento del desplazamiento se llevan todo, pero no se pueden llevar los árboles”, reflexiona Gabriela Esplá quien se puso en el lugar de estos árboles que, nacidos para dar sombra, para estar bajo el sol, terminan bajo el agua.

Su investigación la llevó a hacer conversación con otras personas que conocieran sobre el tema: El Museo del Canal Interoceánico, la Biblioteca del Canal de Panamá, Músicos y creadores, también Proyecto Archivo Panamá, de Pablo Gualde, quien se ha hecho de una interesante colección de mapas.

Uno de ellos del año 1914, muestra claramente la ruta por donde pasaba el río Chagres y la ubicación de los pueblos a lo ancho del istmo. Otro, muestra la ruta que tomaría el canal francés. “El mapa se vuelve como un museo del infinito, porque los franceses tenían pensado hacer el canal y que la ciudad de Panamá recorriera todo el borde. La ciudad iba a estar muy involucrada. En cambio, lo que hizo Estados Unidos fue delimitar, sacar a todo mundo y poner la selva”, analiza.

Esplá se percata de que ha estado trabajando en una selva de segunda generación; “Resulta más heroico decir, “Nosotros domamos la selva, hicimos el canal, que sacamos un montón de gente de aquí. Este era el centro del país, el 14% de la población del país estaba en ese ahí”.

La investigación de Gabriela la lleva a cuestionarse ¿qué es la selva? Fue al área, trabajó en la paleta de color, pensando en la línea del horizonte. Algunas de las obras que presenta Esplá en la galería muestran esa selva tupida con verdes brillantes y algunos tonos oscuros azulados de los que salen unos chorros de color, como si los lienzos hubiesen estado sumergidos.

A la muestra se suman algunas piezas que juegan con la transparencia. Unas juegan con la gravedad: al ser pintadas en un caballete, la pintura adelgazada con el agua corre, chorrea. Otras fueron pintadas en una superficie plana, por lo que la pintura se expande. Montaña partida en dos, es una obra que hace alusión al corte que el canal hace en la naturaleza.Hasta que un colega artista le hace mirar otro aspecto.“Estás bajando al lago y sacas el cuadro, como si fuera una postal. ¿Por qué no todo el mundo entra al lago?”.

De allí surge la idea de hacer un mural en la galería. El mural llega hasta lo más alto de las paredes del fondo de la galería y abarca parte del piso para dar esa impresión de estar inmerso. Inicialmente el público se encontraba reacio, a petición de la artista, entraron. Algunos se tomaron fotos otros se imaginaron buceando en su interior.

No se trata de una reproducción fiel del fondo del lago, más bien es la visión de Esplá de cómo sería ese fondo, con algunos reflejos, con una gran oscuridad, pero también con algunas tonalidades muy claras y brillantes que nos hacen pensar que algo de luz penetra allí.

“En el fondo de los lagos personales hay miedos y traumas, cosas más psicológicas. Por eso decidí trabajar en las luces. Unas luces un tanto irreales. Y también la misma paleta que hay en el lago que yo pensaba que iba a ser con más azules, pero me encontré más tonos marrones, más verdes”.

De Evicción Selvática, la serie, para Gabriela empezó a llamarse Sueños del fondo del lago, “Usé el recurso de este verde para recordarnos que se trata de un sueño. Es un verde que normalmente no uso, pero esta vez lo usé en diferentes partes de la serie”. Cuenta.

Y el mural, como aquellos árboles y como aquellos poblados, terminará cubierto, no por agua, pero sí con una capa de pintura que preparará la galería para su siguiente exposición.

“Va a desaparecer, pero igual queda detrás de la pintura”, medita Esplá. “Hay algo ahí del esfuerzo físico del mural y que se vaya a borrar porque es parte de parte de la historia. Algo que en un momento es tan presente, pero dejas de verlo y te desconectas completamente de él. Se borra, se olvida...”.

El pensamiento lleva a Gabriela a recordar una línea del Himno Nacional. “Es preciso cubrir con un velo, del pasado el calvario y la cruz”. Aunque probablemente para quienes fueron desplazados, desarraigados y llevados a otro lugar donde no había nada, donde no tenían conexión esto no haya sido fácil de olvidar.

Hoy, a las 7:00 pm en la Galería Mateo Sariel se realizará una visita guiada de la exposición en que la artista pretende generar un diálogo, donde los asistentes se cuestionen cuánto conocen del Canal, de su historia, de sus proyectos futuros. Que se cuestionen cuánto conocen sobre sus desplazados, sobre quienes finalmente terminaron poblando sus riberas, sobre los norteamericanos, sobre los panameños.

“De esto pueden salir tantas, tantas conversaciones... vamos a ver qué sale de allí”, dice Gabriela quien está consciente de que en el arte hay mucho del artista, de esa historia personal, pero cuyos temas son universales. “No quería hablar de mí sino ver cómo esto se universaliza y se vuelve algo de todos. No sé si voy a hacer otro mural próximamente en algún otro lado, o si voy a hacer algo en el piso para que podamos sumergirnos. Lo importante es que esto genere una conversación”, concluye.

Gabriela Esplá
Artista
En el fondo de los lagos personales hay miedos y traumas, cosas más psicológicas.”
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