Viena, plena de música en Navidad

  • 19/12/2016 01:01
La capital de Austria vive un rebullir de melómanos que buscan una de sus exclusivas 900 butacas para el tradicional Concierto de Año Nuevo

Entre los números 23 y 32 de la calle Operngasse de Viena se esconde una gran historia desconocida para mucha gente. Pocos saben que a finales del siglo XVIII en ese lugar había un teatro, donde en 1791 un joven de 35 años encandiló al público con la que sería una de sus óperas más famosas.

Allí, en el llamado "Freihaustheater" de la capital austríaca, Wolfgang Amadeus Mozart dirigió por primera vez "La flauta mágica", referente de la música clásica y del imaginario colectivo actual.

Este año se han cumplido 225 años desde el estreno de esta ópera, que también fue la última escenificada en vida por el propio genio, quien murió tan solo dos meses después a causa de unas fiebres.

Pero la ópera y la música clásica en general siguen más vivas que nunca en Viena, considerada por muchos la capital mundial de la música, también en la época navideña.

Año tras año los melómanos vieneses, aunque también muchos extranjeros, tratan de conseguir para el tradicional Concierto de Año Nuevo o sus ensayos previos, una de las 900 entradas que la Orquesta Filarmónica de Viena ofrece a través de un sorteo en los primeros meses del año.

Solamente este año alrededor de 70.000 personas de todo el mundo probaron suerte en esta lotería, según datos de la Orquesta Filarmónica, que cumple este año 175 años de existencia.

15 DIRECTORES DE 8 PAÍSES

Decenas de millones de espectadores ven a través de sus televisores este evento, que se celebró por primera vez en 1939.

Aplauden con tesón los tradicionales 'bises' de El Danubio Azul de Johann Strauss hijo y la Marcha Radetzky de Johann Strauss padre.

Este año será el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel quien pase a formar parte de ese reducido grupo de elegidos, cuando se coloque detrás del atril y dirija a la Orquesta Filarmónica y de alguna forma también al público del Musikverein de Viena.

La tradición de que un director invitado sea quien conduzca el concierto comenzó en 1987 y desde entonces se han puesto al frente de la orquesta quince dirigentes de ocho países diferentes.

El Concierto de Año Nuevo podría denominarse el destino final de un viaje por la música vienesa en la época del Adviento, pero antes de alcanzarlo se puede uno demorar en alguna de las múltiples paradas intermedias que ofrece la capital austríaca.

Viena y música clásica podrían considerarse sinónimos en muchas ocasiones. No sólo por la importancia de la ópera, sino por la cantidad de conciertos y demás actuaciones que llenan cada día los lugares más emblemáticos de la ciudad, sobre todo en Navidad.

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