Yuri Cordero: 'El periodismo sigue siendo uno de los trabajos más peligrosos del mundo'

Actualizado
  • 17/12/2022 00:00
Creado
  • 17/12/2022 00:00
La vicepresidenta del informativo 'Primer Impacto' en la cadena “Univision” conversa sobre los retos del periodismo, las demandas de las audiencias, el sensacionalismo y desnuda la historia de su libro: 'La virtud del proceso'
Yuri Cordero ha sido parte de la industria de medios de comunicación de habla hispana en EE.UU. durante casi 30 años.

Yuri Cordero, vicepresidenta y productora ejecutiva del magazine de noticias “Primer Impacto” en la cadena Univision nos recibe en la ciudad de Miami para un encuentro en el que destapa su lado más humano desde La virtud del proceso, un libro que lanzó al mercado este año, y en el que invita a transformar los baches de la vida cotidiana, en una oportunidad de evolucionar y alcanzar el éxito. Como sobreviviente de cáncer, contextualiza vivencias y momentos de luz y oscuridad con lecciones plasmadas en cada capítulo.

En otra línea, la comunicadora cuatro veces nominada a premios Emmy nacionales, analiza el compromiso de los medios de comunicación con la opinión pública, la sociedad y las instituciones, así como las demandas de las nuevas audiencias, las fake news y las bases del buen liderazgo dentro y fuera del plano profesional.

En 'La virtud del proceso' desnudas a la Yuri mujer. ¿Cómo tomas la decisión de contar tus experiencias de vida en el libro?

Fue hace unos años, cuando entré a la oficina de Luz María Doria, mi homóloga de Despierta América, y empezamos a hablar de ella, sobre escribir libros y todo lo que estaba haciendo en conferencias y a mí me encantaba; empezamos a hablar de mi historia. Después de la pandemia me puse manos a la obra y comencé a escribir mi nuevo libro; quería que saliera en un tiempo específico, en octubre 15 que es el Día Nacional de la Mamografía, y le digo a la editorial: '¿De cuántas palabras tiene que ser el libro y cuándo lo necesitan?' y me responden que en seis semanas... entonces dividí las palabras por semanas, para saber cuánto tenía que escribir a diario y así fue que me puse una meta.

Hay catarsis en este libro. ¿Cómo fue la experiencia?

No se suponía que fuese un libro sobre mi vida, sino de liderazgo y de lo que he logrado en mi carrera de 30 años en los medios de comunicación. Por seis años y medio yo era la presentadora y reportera de un canal local y también trabajaba en la radio americana; hacía los boletines en inglés para la radio y era reportera; luego estuve al aire. Me ofrecieron un trabajo fuera de cámara y lo acepté. Muchas personas piensan que el liderazgo aplica solo a los empleos, pero nosotros somos líderes de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestros amigos; algunas veces somos la líder en nuestro entorno, en lugares en los que entramos y alguien necesita una palabra. Hablé con la editorial, le entregué el bosquejo y les encantó. Y es que tomé decisiones muy fuertes y eso es liderazgo; liderazgo es tomar decisiones que para otros quizá son muy difíciles y las tomas aunque tengas miedo.

¿Qué sabor o idea de vivir los procesos quieres que les quede a los lectores?

Pienso que es sumamente importante que las personas entiendan que tu proceso es tu progreso. La palabra proceso literalmente significa marchar, ir hacia adelante; es sinónimo de progreso. Yo siempre les digo a todas las personas: si estás en progreso, prepárate porque tu victoria está en camino. Es en esos procesos donde aprendemos; es en esos valles cuando tenemos que subir una montaña grandísima y nos esforzamos, caemos pero nos levantamos. Mucha gente dice: 'Es que a mí siempre me pasa lo mismo', pero es que lo sigues haciendo igual y te va a seguir pasando hasta que aprendas. Para mí es una manera de Dios para decirnos: 'es tiempo de que cambies y que hagas las cosas diferente', y eso ha sido toda mi vida.

En 'La virtud del proceso' pones en contexto el tema de la salud mental, así como la tendencia que tenemos las mujeres latinas de ser 'workaholics', porque dejamos en primer lugar nuestro trabajo y vamos pasando a segundo plano otras cosas que realmente son importantes. ¿Cómo se logra el balance?

Me tomó mucho tiempo dejar de ser adicta y no era necesariamente al trabajo, sino al éxito. Una vez una psicóloga me preguntó: '¿A que has sido fiel durante todos estos años?', y mi respuesta inmediatamente fue al éxito, porque para mí el éxito era triunfar completamente en el trabajo, pero es mucho más que eso, el éxito es triunfar en nuestros hogares, en nuestras familias, con nuestras amistades, es ser ejemplo. Yo calificaba el éxito como algo solamente laboral y al final del día creo que terminé haciéndome daño; yo ponía todo de segundo y el trabajo y el éxito eran primero, y no podía ser así. Todo ese esfuerzo y todos esos años de no cuidarme adecuadamente resultaron en que terminara enferma. Definitivamente el trabajo tiene un lugar importante en la vida de todos, es nuestro sustento, pero hay un orden. El balance real significaría que yo voy a dividir mi día entre lo que estamos haciendo ahora y todo lo demás y cuantificarlo en partes iguales, pero tenemos que valorar lo que está pasando ahora, y en este momento esta entrevista es importante, entonces vamos a darle valor, quizá más adelante haya otra cosa.

Eres una mujer de medios de comunicación, ¿cómo se ha transformado la industria ahora que estamos en una época pospandemia con lectores y audiencias más exigentes?

Yo te diría que absolutamente todo el mundo está conectado. La audiencia a nivel mundial quiere consumir las cosas cuando lo desea, no cuando tú se lo digas, y entiendo que los medios de comunicación son demasiado importantes, el periodismo hoy sigue siendo una herramienta muy grande para la sociedad. Me molesta cuando personas online que dicen llamarse periodistas no lo son; hay una preparación para hacer esto.

El uso del amarillismo en los medios no es nada nuevo, es una narrativa que se repite y detrás de ello hay un argumento comercial, ¿qué piensas de esto?

Tampoco podemos cubrir el sol con un dedo ni todas las cosas que están pasando en el mundo. Mira lo que está sucediendo: personas que empujan a otras a los rieles del tren por ninguna razón, personas que vienen y le meten un batazo a otra por la cabeza, como vimos ayer y no sabemos por qué, personas que arrollan a los demás. Yo diría que no es sensacionalismo, es que es la realidad de lo que está pasando, pero hay un límite. Yo no puedo mostrar una cabeza abierta con todos los sesos afuera, lo he visto y por eso lo digo. Recuerdo que una de las historias más fuertes que he cubierto aquí en “Primer Impacto” ha sido la de un niño de Colombia que fue violado y tirado por un barranco... cuando lo sacan, parte de su cabeza estaba descolocada, pero él parpadeaba porque seguía vivo, y yo empecé a gritar porque eso me impactó. El niño falleció, pero yo le dije al equipo de Colombia: 'Quiero hablar con el padre'; el padre me dice que el niño quería ser periodista, que leía el periódico todos los días. Recuerdo que yo dejé a la Yuri periodista y empecé a recaudar dinero por mi cuenta: en mi familia, en mi comunidad, entre mis compañeros de trabajo y se lo mandamos al papá, que tuvo que dejar el lugar donde vivía para atender a su hijo en el hospital. Las personas que piensan que a nosotros los periodistas no nos importa o que no sentimos las cosas que se ponen al aire, están equivocadas. Nosotros también sentimos y lloramos cuando vemos las historias fuertes.

¿Crees que todavía hay un periodismo que denuncia, audita y hace su labor?

Claro que sí, Univision lo hace todos los días. En “Primer Impacto” tenemos un segmento llamado 'Secreto a voces', en el cual la mayoría del contenido es denuncias; también tenemos historias investigativas, pero igualmente hay historias maravillosas donde pedimos una silla de ruedas y llegan 10; entonces, funciona de ambas maneras. Es importante el periodismo de investigación, pero también hay que sacar el lado humano del periodista y mostrar que también somos parte de la solución.

Hablando de solución: somos el cuarto poder, estamos en una región bastante convulsa a nivel sociopolítico, ¿qué tanto crees que está incidiendo nuestro trabajo en la generación de opinión pública, especialmente en los jóvenes?

El periodismo sigue siendo uno de los trabajos más peligrosos del mundo. Mira cuántos periodistas han asesinado en México, sin embargo, el periodismo sigue en pie. Tenemos la responsabilidad social de estar presentes y reportar lo que está pasando. El periodismo no se detiene y somos muchos los que creemos en la verdad y queremos mostrar que si las cosas malas están pasando, también hay cosas buenas, porque por 10 mil personas que hay malas, yo te diría que hay 20 mil buenas, entonces tenemos que ser responsables también.

No podemos dejar de lado a las 'fake news'. Muchos son comunicadores hoy, sobre todo con un 'smartphone', pero no todos informan.

Exactamente; están repitiendo cosas que quizás ellos no saben o dando opiniones. Y eso sí, tú puedes dar tu opinión, pero eso es un editorial y no hay problema, se respeta tu opinión, pero no necesariamente significa que sea una noticia real.

Ese es otro de los retos de los medios y de la prensa, educar al lector y a la audiencia. Si los nuevos periodistas tuviesen que llevar consigo un maletín con cinco cosas súper importantes para el buen ejercicio desde la profesión, ¿cuáles serían?

Lo primero que yo les diría es que tienen que ser humildes, porque no sabes dónde vas a estar, quién o qué estará contigo, y digo eso porque antes yo era la pasante de Ricardo Arambarri, pero hoy soy su supervisora; él me enseñó a trabajar en el campo y hoy estoy en el equipo al que él pertenece; entonces la humildad es muy importante porque tú no quieres quemar puentes. Número dos, tienes que trabajar con el corazón, no puedes ser frío. Otra cosa que les diría es que deben entender que cuando uno es líder no solamente crea seguidores, crea otros líderes, entonces debes ser ejemplo para los demás y no puedes trabajar menos; tienes que esforzarte y hacer todo lo que el trabajo requiere porque es un mundo competitivo y no puedes pensar que no hay gente más astuta que tú. Número cuatro: tienes que prepararte; una vez una persona que nunca había trabajado en medios vino a mí y me dijo: 'Yo quiero ser presentadora', pero eso toma tiempo, tienes que conocer lo que es ser periodista primero, esforzarte, trabajar en la calle y eso toma tiempo, no es solo sentarse a leer un teleprompter. Y número cinco, tienes que valorarte: el trabajo es importante, pero el trabajo no lo es absolutamente todo, hay un orden. Para mí el orden es: Dios primero; si estás casada, tu esposo; uno mismo, tercero; tus hijos, cuarto; el trabajo es quinto; el ministerio es sexto. Tenemos que mantener un orden porque sin él absolutamente nada existe, y digo eso porque soy sobreviviente de cáncer. Fueron 14 semanas, tres cirugías y una recuperación tremenda, pero yo no me ponía límites y el límite es también importante... entender hasta dónde puedes llegar y no es ser excelente, la excelencia va sobre todo pero hay tiempo de descanso también. Yo diría que hay tantas leyes básicas del liderazgo que nosotros no valoramos, y la del corazón es la más importante, porque la gente sigue a las personas, no a la visión; tienen que creer en ti y después hacen lo que uno requiere en un trabajo.

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