Arranca el "Woodstock" de Rusia, que cumple veinte años

El mayor festival de rock de Rusia, Nashestvie (Invasión), que ha sido comparado en muchas ocasiones con el célebre festival estadounidense de Woodstock por su capacidad de convocatoria, celebra este año por todo lo alto su vigésimo cumpleaños.

"Nashestvie es un fenómeno importante dentro de la vida rusa. Se ha convertido en un símbolo del país, libre, informal, abierto, como debe ser un festival de rock en cualquier parte del mundo", declaró a Efe Serguéi Gorbachov, portavoz de la organización.

Esta gran fiesta de la música se realiza desde 2009 en las cercanías de la localidad de Bolshóe Zavídovo, región de Tver, a más de cien kilómetros al oeste de Moscú, adonde el pasado año acudieron 205.000 espectadores.

Gorbachov comentó que todos los rockeros rusos de renombre han participado en el festival, algunos de ellos hasta en quince ocasiones.

El primer concierto de la vigésima edición corrió hoy a cargo del célebre grupo "Leningrad" de Serguéi Shnúrov, quien anunció que esta sería la última actuación de esta banda creada en 1996 y que es muy popular en este país.

Entre los grupos esperados también se encuentran los míticos "Nochnie Snáiperi" de Diana Arbénina y "Akvarium" de Borís Grebenschikov, además de "Mummii Trol" y cantantes como Garik Sujachov, que figuran entre las decenas de músicos que colmarán un programa de cuatro jornadas.

Los organizadores también dedican gran atención a la presencia de creadores emergentes, que son elegidos a lo largo del año mediante exigentes pruebas y concursos que incluyen votaciones de popularidad.

El festival se celebró por primera vez en diciembre de 1999 en conmemoración del primer aniversario de la emisora Nashe Radio (Nuestra Radio), principal organizadora del evento.

En aquella ocasión, se presentaron diez grupos musicales de Rusia, Ucrania y Moldavia. Aparte de los rusos Bi-2 y la cantante Zemfira, actuaron Okean Elzi, liderada por Sviatoslav Vakarchuk, actualmente líder del partido político ucraniano Golos (Voz), y el moldavo Zdob si Zdub.

Al inaugurar aquel festival que reunió a unos 4.000 espectadores, el fundador de Nashe Radio, Mijaíl Kózirev, afirmó que su objetivo era realizar una "invasión contra la vulgaridad" imperante en la música de consumo y de baja calidad promovida por muchos productores de la radio y la televisión.

Al cabo de veinte años tanto la emisora como el festival, llamado también "la principal aventura del verano", han logrado no solo ganarse un público multimillonario a lo largo de toda Rusia, sino también convocar a más 220.000 espectadores este año.

El rock, que nació en la Unión Soviética con el estigma de la música del enemigo, supo demostrar su valía como la música de los jóvenes capaz de poner a discusión los temas más inquietantes y controvertidos de la realidad rusa.

En su vigésima edición, el Woodstock ruso habilitó tres escenarios, múltiples salas expositivas, de proyecciones, zonas deportivas, presentaciones de reconstrucciones históricas, obras teatrales, espacios para la prensa, diversas ofertas comerciales y gastronómicas, todo eso ubicado en una superficie de más de veinte hectáreas.

Pese a que la música es el principal atractivo del evento, los organizadores han buscado a lo largo de estos dos decenios de ofrecer a los espectadores un programa diverso y atractivo.

Durante los años anteriores el evento colaboró con el Ministerio de Defensa de Rusia, con la presentación de equipamiento bélico y exhibiciones de grupos de pilotaje como los Vityaz y los Strizhi, hecho que fue cuestionado, ya que muchos rechazaron la presencia militar en un festival rock, música que nació de la mano del pacifismo.

En la presente edición el principal socio del festival es la corporación espacial rusa Roscosmos, que además de presentar una exposición con naves y equipos espaciales, realizará una transmisión en vivo del lanzamiento de la nave Soyuz MS-13.

El domingo, con apoyo también de Roscosmos, se realizará un flashmob, en el que los espectadores se unirán en una inmensa sonrisa que será fotografiada desde el espacio por un satélite y proyectada en directo.