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- 12/12/2013 01:00
Diciembre es sinónimo de festejos y estos son sinónimo de pirotecnia. Llegan las noches de Navidad y de Año Nuevo y el cielo se ve impregnado de un festival colorido, algunas familias hasta hacen competencias de cuál lanza más fuegos artificiales. Pero, pese a que los usamos en diversas celebraciones, ¿hemos notado que la explosión suena después del fuego? ¿Sabemos por qué ocurre eso?
Datos
-Los fuegos artificiales provienen de China, donde se inventó la pólvora y los primeros dispositivos pirotécnicos. -Cuando ves un fuego artificial primero ves los colores y luego escuchas la explosión, esto es debido a que la luz tiene una velocidad mucho mayor que la del sonido, por ende, cuando se lanzan fuegos artificiales y explotan, primero puedes ver los brillantes colores resultantes y más tarde el sonido, ya que la luz tarda menos en llegar a tus ojos que el sonido en llegar a tus oídos. -No existiría la pirotecnia si no se usara la química. Para cada reacción y color existe un componente que lo realice. Por ejemplo el elemento bario para conseguir luminiscencia verde, cobre para la azul, calcio para el anaranjado o sodio para el amarillo. Otro efecto son las estelas colgantes que se ven cuando explota el fuego, para generarlas solo se consigue con oro y plata, que se coloca en bajísimas cantidades, aunque lo suficiente como para explicar el precio de esos fuegos artificiales.
-Todos los años se utiliza grandes cantidades de pirotecnia para celebrar una fiesta, entre los países que más la utilizan están Estados Unidos, algunos países de Europa y China. El récord mundial Guinness en pirotecnia lo tenía Estados Unidos, hasta hace unos años, pues fue superado por Portugal, cuando en 2006 se lanzaron 66 mil 326 fuegos artificiales en un evento de la Isla de Madeira. -Miles de dólares se gastan en la compra de esta pirotecnia, pero al igual produce mucha suciedad ya que al explotarlos los residuos quedan en el aire, contaminando agua, suelos y peronas. Al igual que si no se usa de la manera adecuada puede causar heridos o muerte y no solo el sonido puede molestar a los humanos, sino que a los animales también.