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- 15/06/2025 00:00
La filosofía, la psicología, las ciencias exactas, la psiquiatría y la literatura, entre otras tantas, siempre han estado muy interesadas en conocer y explicar en qué consiste esa delgada línea que une y separa a la vida de la muerte. A ese grupo de saberes preocupadas por esas lides hay que incluir, por supuesto, al séptimo arte.
En la edición de este año 2025 del querido Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá) se proyectó el interesante documental “Luminoso espacio salvaje” (Apertura Films, Bastian Films y La Estela Interminable), dirigido y escrito por el italopanameño Mauro Colombo, cuyo tema central es precisamente darle razón a esa figura encapuchada y vestida de negro que visita a los mortales al final de sus días, de acuerdo a la mitología romana.
Antes de estar presente en tierras istmeñas, este documental tuvo su estreno mundial en 2024 durante el Hot Docs Film Canadian International Documentary Festival y en este 2025 llegó a las pantallas del Santa Barbara Film Festival, cuya dirección ejecutiva la lleva el talentoso panameño Roger Durling.
Si usted no tuvo ocasión de ver “Luminoso espacio salvaje” (una coproducción entre Panamá y España) durante el IFF Panamá, tendrá ahora una nueva oportunidad, ya que se presentará en el auditorio del Museo del Canal Interoceánico (ubicado en el corregimiento histórico de San Felipe) del 17 al 21 de junio, a las 6:00 p.m. Tras cada proyección habrá un conversatorio con Mauro Colombo, quien reside en nuestro país desde hace 15 años. La entrada a este evento será de 5 dólares.
Qué buena idea hacer este tipo de iniciativas con el cine nacional, ya que permite a los directores compartir con su público sus proyectos de manera directa, y de paso, es una forma de incentivar el comentar y el conversar en una doble vía entre quien filma y los que observan en una pantalla lo rodado.
El punto de partida de “Luminoso espacio salvaje” son dos hechos dolorosos que marcaron la existencia reciente del realizador Mauro Colombo.
Uno fue la muerte de su padre en Italia tras un periodo de estar en estado de coma. Un cierre de una historia emocional que sin duda fue duro de procesar para este creador y para cualquier ser humano que ve partir de manera definitiva a una persona querida.
El otro acontecimiento ocurrió precisamente el día que regresó de Europa tras el entierro de su familiar. El cineasta se encontró en la ciudad de Panamá con una persona sin señales de vida en una carretera cuando iba rumbo a su casa, ubicada en Gamboa.
Mauro Colombo, desesperado, le dio los primeros auxilios a este desconocido. La persona, gracias al oportuno masaje cardíaco, volvió a respirar con cierta dificultad, pero, luego de un lapso de segundos falleció.
Ambas situaciones al límite fueron la semilla para explorar, desde el arte cinematográfico, ese espacio indefinido que existe en ese instante entre tener y después perder la vida.
Para ir elaborando su documental, Mauro Colombo entrevistó a varias fuentes de información como si se tratara de un enorme rompecabezas, donde cada uno, desde su oficio o sus vivencias (médicos, pacientes, familiares), le brindaron diversas perspectivas sobre ese tránsito de un plano al siguiente.
Otro aspecto que hace ambicioso (en el mejor sentido de la palabra) a “Luminoso espacio salvaje” fue su rodaje, ya que Colombo encendió su cámara en Panamá, Chile, España, Italia, Bélgica, Holanda y Guatemala.
Esas distintas miradas le brindan al espectador la posibilidad de acceder al binomio vida y muerte no desde una mirada única, impuesta y tajante de un artista audiovisual, sino que la mirada procede de un mosaico de lecturas que le brindan sus entrevistados sobre este enigmático tema.
Esta decisión se aplaude porque más de uno entiende y acepta el concepto de la muerte desde planteamientos preconcebidos de nuestra cultura occidental. Por lo que entrar en contacto con otras voces le permiten a la audiencia buscar respuestas más plurales sobre este insondable asunto que nos atañe a cada uno de nosotros.
“Luminoso espacio salvaje” nos recuerda que la muerte sigue siendo un asunto tabú en esta parte del planeta supuestamente civilizado, lo que es desconcertante tomando en cuenta que si hay algo seguro es que todos nacemos, crecemos y morimos.
Al ver el documental de Mauro Colombo uno amplía el significado de preguntas tan universales como qué es nacer, crecer, vivir y morir. Su producción ofrece acertadamente imágenes y declaraciones que le impiden a uno tener un núcleo argumental lineal. Más bien, los planos y los planteamientos que se ofrecen durante sus 90 minutos de duración son sugerentes, refrescantes y llenos de simbolismos.
En este mundo dominado por lo material, donde muchas veces lo que parece importante es cuánto dinero tengo o cuánto éxito he logrado con mis inversiones, vamos olvidando los momentos gratos y lo mucho que la vida nos ofrece una y otra vez sin cansarse. Eso es lo que transmite y eso es lo que se respira en este documental altamente recomendado.
Porque “Luminoso espacio salvaje” es un alegato que parece ir a contracorriente durante estos días confusos de amenazas y peligros globales: el de estar a favor de tener vida más allá de los bienes, que debemos replantearnos el deseo de vivir a pesar de las dificultades que pueda surgir, de interrogarnos qué estamos haciendo con nuestra existencia. Lo que propone Mauro Colombo es explorar lo que nos hace seres humanos.