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- 13/06/2024 00:00
Los colores vibrantes y los trazos fuertes son los elementos más característicos de las obras que integran la exposición ‘Armonía en discordia: baile de formas y colores en el jardín terrenal’ de la artista panameña Sari Holland.
La exhibición es gratuita hasta el 11 de julio en la Casa Museo del Banco Nacional. Uno de los temas centrales de la muestra es la dualidad del ser humano, manifiesta en el título, porque según la artista son las distintas vivencias que atraviesa el ser humano.
Es para que la audiencia, agregó Holland, “también sintiera lo que todos vivimos; hay momentos armónicos que vivimos como seres humanos, al final del día salimos del caos y de nuevo tenemos armonía en nuestras vidas. Es como el ciclo de la vida. No todo está siempre perfecto. Uno puede vivir con las dos cosas: caos y armonía”.
La primera muestra que hizo Sari Holland fue a sus 23 años cuando terminaba la universidad. En esa época sus trazos eran figurativos, dedicados a las formas humanas, y luego se inclinó por los elementos de la naturaleza, un tema que actualmente predomina en sus obras.
Sobre esto comentó Holland, que le gusta tener a la naturaleza como una fuente de inspiración porque desde siempre le ha gustado estar en contacto con ella. “Cuando camino me llaman mucho la atención las hojas, las flores, los colores de la naturaleza, y sobre todo observar a Panamá. Si es la lluvia que cae en el suelo, observó la repetición de las precipitaciones sobre las hojas”.
“Mi base y la inspiración de mis obras ha sido siempre la naturaleza. Siempre trato de buscar la luz natural, inclusive en la noche busco una lámpara para buscar la luz. Me guío de esos tonos que salen y las formas que me llaman la atención”, detalló durante una entrevista con La Estrella de Panamá.
Otra característica de ‘Armonía en discordia: baile de formas y colores en el jardín terrenal’ es que el espectador podrá ver muchos movimientos y contrastes de colores. Holland explicó que siempre ha manejado los movimientos, inclusive desde antes de acudir a la universidad. “El manejo de colores fuertes me gusta. Siempre he manejado los contrastes, hasta cierto punto son un poco arriesgados”.
Aunque lo antes planteado, aclaró Holland, dependerá del humor que tenga, ya que el humor la llevó a realizar obras más monocromáticas. “Escogía la paleta de colores dependiendo en cómo me sentía en ese momento (...) Se ve mucha fuerza y agresión en ‘Caminador de perros’, ves eso: que era el contraste azul atrás contra los amarillos, naranja, fucsia, turquesa”.
La mayoría de las obras fueron elaboradas durante la pandemia, pero hizo varias un poco antes de declararse la emergencia epidemiológica. “Las obras fueron un método de escape total. Decía que si no pintaba, me volvía loca. Me daba ansiedad salir con la mascarilla, sentía que no podía respirar. Una de las obras que vendí se llama ‘Oxígeno”.
En la pandemia, Holland necesitaba ese contacto con la naturaleza. “En la pandemia viví en un apartamento pequeño. No podíamos salir. Allí comenzó el estudio del medio ambiente. Al no poder tener contacto con la naturaleza, fue una necesidad tenerla en mi sala a través de mis obras”.
Sari Holland pintó otras piezas durante las protestas contra el contrato minero entre el Estado y Minera Panamá. Las obras representan fuerza, pero la violencia por ningún lado se encuentra, subrayó.
“Sentía en momentos que tenía que sacar ciertas emociones que experimentaba. Una de las más que más pinceladas fuertes tiene es ‘La victoria (octubre del 23)’, que está basada en todas las protestas. Esta situación me afectó mucho. Primero, porque veía a mi hija afuera protestando. Yo no podía decirle nada, porque uno tiene que pelear por lo que quiere. Pero vivía asustada cuando veíamos las cosas que estaban pasando”.
“Me alegró verlo, pero a su vez me sentía triste por lo que los jóvenes estaban pasando. Era un nivel de frustración de las nuevas generaciones. Me alegró, a la edad que yo tengo, poder ver que los jóvenes estaban muy dispuestos a luchar. Y le puse ‘La victoria (octubre del 23)’ por eso mismo; al final del día, ganaron”.
Es una generación muy educada, muy apasionada e idealista. “La victoria (octubre del 23)’ está dedicado a todos los que salieron a pelear. Era un grito de la juventud. Mientras pintaba, colocaba la canción Patria de Rubén Blades. Ya no puedo correr por las calles. Fue un momento para Panamá muy triste, pero al final de la lucha, ganaron”.