'Cien años de soledad' inspira la pasarela de Nueva York

Actualizado
  • 15/02/2022 00:00
Creado
  • 15/02/2022 00:00
La propuesta gira en torno a vestidos, faldas y monos para mujeres, así como de pantalones, chaquetas, abrigos y guantes, a tono con la época, y fue presentada en la Semana de la Moda de Nueva York
El diseñador colombiano Raúl Peñaranda saluda al público acompañado de sus modelos, al final de la presentación de la colección 'Imparable'.

La novela Cien años de soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014), y su realismo mágico, inspiraron la colección otoño-invierno para mujer y hombres que el diseñador Edwing D'Angelo presentó ayer en el marco de la Semana de la Moda en Nueva York.

La propuesta que el modisto, también colombiano, ha llamado 'Los viudos de Macondo', gira en torno a vestidos, faldas y monos para mujeres, así como de pantalones, chaquetas, abrigos y guantes, a tono con la época, y se caracterizan por transparencias, escotes y hasta biquinis en las piezas para la mujer y por chaquetas y abrigos de hombres a las que falta una manga, con tamaños oversize.

Su colección, que asegura es “vanguardista”, está más dirigida a los jóvenes.

“Cuando leí Cien años de soledad de niño en Colombia me transportó a un mundo que me acompaña hasta el día de hoy. Los personajes los recuerdo muy bien. Al llegar aquí (Nueva York) también la leí en inglés y siempre me ha dado un sentido de optimismo pero también de pesimismo”, comentó a EFE poco antes del desfile.

Modelos lucen prendas de la colección 'Imparable', una apuesta audaz del diseñador latino para la pasarela neoyorquina.

Aseguró que hace mucho tiempo había planeado esta colección, que nace de la influencia de la novela tanto en las letras hispanas como en la literatura contemporánea.

Según D'Angelo, tras ver la película Encanto, que llegó en 2021 a los cines, filmada en Colombia, decidió trabajar en la propuesta y llevar a la pasarela los hombres y mujeres, los viudos de Macondo, el lugar ficticio donde se desarrolla la novela del premio Nobel colombiano.

Mujeres y hombres desfilaron con el negro como único protagonista con un maquillaje que simulaba lágrimas negras en sus rostros.

Las mujeres, unas viudas sensuales y atrevidas, algunas vestidas más para ir a una fiesta que a un funeral, lucieron monos de encajes transparentes con una manga, escote y una larga cola en volantes, vestidos cortos de falda acampanada en charol, o en encaje de algodón que termina en un volante.

Los tejidos y siluetas de la diseñadora francesa Coco Chanel y la elegancia de la icónica actriz británica Audrey Hepburn han inspirado la colección del diseñador colombiano.

Destacó un conjunto de falda y blusa tipo bustier, muy ceñido al cuerpo con velo largo que cubría su cuerpo mientras que otra "viuda" optó por un vestido veraniego corto y un volante oversize sobre los hombros.

Sus vestidos, dice, son reveladores, “con líneas muy sensuales”. A los hombres les vistió con pantalones de pata ancha, falta de tabletas, abrigos cortos o sobre el tobillo, algunos con una sola manga.

“En ese sentido juego con el realismo mágico” dijo al explicar que la pieza que le falta puede ser sustituida por una falsa manga (están en el mercado y algunas incluso con tatuajes) “una tendencia ahora de moda”, aseguró.

El colombiano, que nació en Buenaventura y llegó a Nueva york a los 13 años, explica que optó por transparencias, escotes y vestidos veraniegos porque los jóvenes a los que dirige sus creaciones usan este tipo de ropa todo el año porque en invierno se protegen con el abrigo.

Custo mostró unas cuarenta propuestas de otoño-invierno para mujer que tituló 'Light Up'.

“Esta colección es un homenaje al realismo mágico, que marcó mi creatividad”, afirmó el colombiano, que presentó su colección en su atelier en el emblemático vecindario de Harlem, en el Boulevard Adam Clayton, que lleva el nombre del congresista que representó este vecindario entre el 1945 y 1971.

Un español que vuelve a Nueva York

Por otra parte, Custo Barcelona volvió este domingo a Nueva York después de ausentarse dos años debido a la pandemia con una colección atrevida que invita a “encender la luz” e ir “a por todas con la moda”, según dijo a EFE

Entre bambalinas, el diseñador español Custo Dalmau se mostró visiblemente contento de volver a reunir a un gran público, de unas 600 personas, bajo los focos y el ambiente “disco” del salón de baile Ziegfeld Ballroom, en el centro de Manhattan.

Custo mostró unas cuarenta propuestas de otoño-invierno para mujer que tituló 'Light Up' (Encender la luz), entre las que destacaron los tejidos brillantes, irisados y reflectantes combinados en patchwork y las piezas superpuestas que dejaban a la vista la piel.

Hubo mini vestidos y faldas con estampados de leopardo, pantalones ajustados en telas semitransparentes, sudaderas estilo deportivo de tamaño grande y chaquetas voluptuosas, entre las piezas protagonistas.

Con su logo serigrafiado y dibujos, la paleta de colores fue blanco, gris, y beis con toques saturados en verde, azul y rosa y adornados con acabados metálicos de estilo futurista.

El diseñador, que llevaba 25 años acudiendo a la Gran Manzana, aseguró que tenía “ganas de volver a Nueva York” y que tenía “adicción al pasado” porque es de la “vieja escuela: de pasarelas con presencia”, que se han visto suspendidas en paralelo a la vida social.

“Te dicen que tienes que quedarte en casa y socializar está prohibido, y la moda es una herramienta social. Ha sufrido un poco, pero la gente tiene muchas ganas de salir a cenar, a tomar una copa está dispuesta a ir a por todas con la moda”, sostuvo.

No obstante, reconoció que es un “momento de cambio absoluto en la moda” sobre todo porque “la pandemia sigue ahí, no se ha acabado y sigue afectando a unas rutinas de trabajo que ha intentado retomar con la mayor normalidad”. Reconoció como “enorme” el “otro problema” derivado del “suministro de materias primas y el transporte”, que ha “complicado muchísimo” el trabajo recientemente.

“El tsunami que hemos vivido deja secuelas”, resumió Dalmau, que enfatizó su optimismo y voluntad de “venir siempre que se pueda” a la Semana de la Moda neoyorquina.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus