Alba Cardalda

Lo positivo de los límites

  • 07/09/2025 00:00
Alba Cardalda, psicóloga y neurocientífica española, presentóen Panamá su ensayo “Cómo mandar a la mierda de formaeducada”, un libro que gira sobre lo sano que es poner límites

Alba Cardalda inicia en Chile la redacción de su obra “Cómo mandar a la mierda de forma educada” (Vergara) y termina este ensayo en México.

Esta psicóloga y neurocientífica española aprendió que algo en común entre todos los países latinoamericanos, en relación con el Viejo Mundo, “es su amabilidad y su calidez desde el primer momento. Esa hospitalidad, eso que te abren las puertas de tu casa, es distinto en Europa, donde somos un poco más fríos y nos cuesta más confiar”.

Su libro se concentra en la necesidad que debemos tener de decir no cuando toca y establecer límites para tener una salud sana.

¿Benefició al libro que lo escribieras en distintas partes?

Mantener una mirada de viajero siempre es mucho más inspirador, porque tienes puesto el ojo en lo que para los demás es cotidiano, pero para ti es resaltable. El mantener esa mirada en los paisajes, en la cultura, en los comportamientos, te ayuda a detectar más detalles y a darle un valor que cuando nos acostumbramos a algo, dejamos de darle.

¿Pensamos demasiado en qué dirán los demás de uno?

Nos cuesta decir lo que sentimos, lo que pensamos o algo que nos ha molestado. Simplemente decir no por ese miedo al qué dirán porque hemos asociado el no con ser egoístas. Eso nos genera miedo porque todos tenemos esa necesidad de sentirnos aceptados. No hemos sabido encontrar el equilibrio entre ser amables con el otro y poder decirles lo que uno realmente piensa.

¿Cómo uno acepta los defectos y las virtudes propias y ajenas?

La aceptación es difícil, más en lo propio que en lo ajeno. Soltar esas expectativas que uno tiene tanto de los demás como de uno mismo a veces se tarda mucho, no sale de una forma tan automática. Es trabajar mucho en repetirse eso que uno quiere conseguir. Siendo muy consciente de cuáles son los aspectos de uno que le gustan y los que no. Es discernir entre qué es cambiable y qué no puedo mejorar como a mí me gustaría.

Soltar lazos
¿Hay que aceptar?

Sí. Debo aceptar que mi pareja quizá no tenga toda la iniciativa del mundo. Yo tengo este otro defecto, tengo que aceptarlo y dejar de estar en lucha con esa parte de mí porque si no siempre voy a estar sufriendo.

¿Qué ocurre cuando lo incompatible ocurre entre la familia?

Que se comparta sangre no tiene por qué significar un encadenamiento de por vida. Hay que saber soltar esos lazos cuando hacen más daño que paz. Porque lamentablemente no todas las madres son buenas madres, ni todos los hijos son buenos hijos. Hay una incompatibilidad de caracteres que no es viable y nos hacemos más daño estando cerca que estando separados. Hay que encontrar una distancia justa que nos permita mantener una buena relación con alguien. Quizá uno no pueda convivir 24 horas con su mamá, pero sí podemos tener una comunicación por teléfono semanal y vernos para comer cada equis días. Y ahí en esos encuentros tenemos una relación sana que podemos disfrutar.

¿Cuáles son los derechos asertivos más difíciles de ejercer y que te dejen ejercer?

Tenemos el derecho a tener una opinión y una opinión quizá contraria a la que todo el mundo tiene; tenemos derecho a equivocarnos, a cambiar de opinión cuando reflexionamos sobre algo, a ser tratados con respeto, a ser dueños de nuestro propio tiempo, de nuestro cuerpo y de nuestra vida. Todos son difíciles de ejercer y difíciles de que nos los permitan. Es por esa falta de educación emocional en la que nos tomamos de forma personal cuando alguien nos dice que no o cuando alguien toma una decisión que no entendemos. Nos creemos en el derecho de poder juzgar sin estar en los zapatos de los demás, pero cuando a nosotros nos lo hacen, entonces ahí cogemos un berrinche porque no nos gusta que nos lo hagan.

¿Cómo sortear la vida desde las redes sociales?

La responsabilidad de cada uno como adultos es tomar decisiones y una decisión es limitar las redes sociales porque son una trampa. Es difícil porque tiene una cara amable, de ocio y divertida y eso hace que nos cueste darnos cuenta de su parte endemoniada que nos hace infelices. Es difícil porque las tenemos tan metidas en nuestra sociedad y todos nuestros compañeros y amigos tienen redes sociales. A todos nos afecta eso de tener que compararnos continuamente desde las redes sociales. Antes uno se comparaba con lo que salía en una revista o en la televisión. Ahora tienes esa comparativa continuamente contigo en el bolsillo.

¿Qué no se puede negociar?

Todo aquello que atenta contra la dignidad, el bienestar físico o emocional: que te humillen, te griten o te falten el respeto; cualquier tipo de violencia, tanto física o verbal. No es negociable ni en una relación de pareja, ni en lo familiar, ni en lo laboral.

¿Qué acciones podemos desarrollar para vivir de manera asertiva?

Uno tiene que trabajar en su propio bienestar. Porque no es lo mismo ser asertivo que comportarse de manera asertiva. Todos podemos aprender a comportarnos de manera asertiva. Ser asertivo consiste en que internamente entendamos y aceptemos las cosas. Es decir, yo llamo a una amiga y le digo: “¿quieres ir al cine conmigo? Me hace mucha ilusión”. Y mi amiga me dice: “mira, estoy muy cansada, hoy no puedo. Si quieres, quedamos el domingo”. Y yo, asertivamente, le puedo decir: “ah, bueno, está bien, no te preocupes”. Pero luego por dentro me digo: “no la llamo más porque le he dicho que a mí me hacía mucha ilusión que viniera”. Asertiva es la persona que además de decirle: “ok, no pasa nada”, se siente bien que su amiga le dijo con sinceridad que estaba cansada y que no haya tenido que inventar una excusa. Uno tiene que trabajar mucho en sí mismo.

Y llega el día que no hay de otra, después de mucho esfuerzo, debes mandar a alguien a la mierda. Cuando lo has hecho, ¿te has sentido liberada?

Sí, sí, sí, mucho. Porque al final uno también siente que eso era lo que tenía que hacer. Siente que lleva mucho tiempo aguantando, intentando buscar otras maneras para no llegar a ese punto y cuando uno lo hace se dice: “me he sacado un peso de encima”. Y te sientes bien, y eso te ayuda a ganar confianza en ti mismo. Porque actúas acorde a tus valores, a tus principios, es decir, eres fiel a ti mismo y eso es una muy buena manera de reforzar tu autoestima.

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