Caza artesanal amenaza a las tortugas

Actualizado
  • 27/08/2009 02:00
Creado
  • 27/08/2009 02:00
PANAMÁ. El hombre se ha convertido en una amenaza latente para conservar las tortugas marinas en el Istmo. Y es que la caza ilegal de ...

PANAMÁ. El hombre se ha convertido en una amenaza latente para conservar las tortugas marinas en el Istmo. Y es que la caza ilegal de las especies en los mares continúa y puede llevarlas al punto de desaparecer de los ecosistemas marinos.

La captura y muerte de los quelonios, que son vulnerables a los drásticos cambios del clima, es cada vez más frecuente. Los cazadores artesanales ven en la comercialización de las aletas, carnes y conchas una fuente importante de ingresos. En contraste, la práctica de la actividad ha provocado la pérdida de gran cantidad de especies.

Diana Araúz, administradora de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) afirmó que la La ley No. 8 del 4 de enero del 2008 prohíbe la captura, retención o muerte intencionales de las tortugas marinas, así como el comercio doméstico de sus huevos.

La regulación establece que las penas para las personas que se encuentren con aletas, huevos o productos derivados de las tortugas van desde el decomiso del producto hasta sanciones. Sin embargo, hay quienes hacen caso omiso a las regulaciones.

Recientemente la ARAP, decomisó a un pescador, aletas de una tortuga lora en el puerto de Coquira en Chepo. La incautación fue realizada en un momento en que el pescador se dirigía a su faena diaria.

Las condiciones del hallazgo eran impactantes. Todo indica que la tortuga fue descuartizada para quitarle las aletas. El resto del cuerpo no se encontró.

Se presume que la aletas decomisadas estaban destinadas al consumo humano, empero, la información no está confirmada. Este producto es muy cotizado en el mercado pese a las prohibiciones existentes sobre la cacería de quelonios.

El caso fue remitido a la Dirección de Inspección, Vigilancia y Control de la ARAP, donde se le seguirá el debido proceso y se realizará la incineración de las aletas de tortuga.

OTRAS AMENAZAS

Las especies, que existen hace más de 150 millones de años, también enfrentar otros riesgos, que atentan contra su vida, entre ellos, la alteración, contaminación y pérdida de hábitat, captura incidental, colecta de sus huevos y el turismo no regulado, además, de las amenazas naturales como los depredadores y enfermedades.

En el Pacífico panameño existen cinco de las siete especies marinas que habitan en el mundo, lo que nos indica la rica biodiversidad del Istmo.

IMPORTANCIA

Los mamíferos, que contribuyen a la productividad, estabilidad y salud del ecosistema marino costero fluvial, son muy vulnerables a los cambios.

También su sistema de alimentación les permite trasladar grandes cantidades de carbono a zonas del mar profundo, al comer organismos que son abundantes en aguas poco profundas.

Por ello, en Panamá existen sitios claves de conservación, como las playas de Las Tablas en la provincia de Los Santos, que atraen a cientos de turistas nacionales e internacionales anualmente.

En el sitio la presencia de tortugas carey, golfina, caguama y lora es frecuente en los meses de anidamiento, lo que representa un potencial turístico ecológico.

Los quelonios son especies apacibles que no intentan defenderse ante las amenazas que las rodean, lo que indica que es necesario protegerlas para evitar su pérdida.

Denunciando el comercio, la cacería furtiva, no contaminado los ríos, mares con ningún tipo de desechos y no consumiendo productos derivados de las especies contribuyes a su protección.

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