Darwin: evolución de una teoría

Actualizado
  • 04/02/2009 01:00
Creado
  • 04/02/2009 01:00
BOGOTÁ. En los últimos 150 años la teoría de Darwin ha sido puesta a prueba en la medida en que han surgido nuevas disciplinas de estud...

BOGOTÁ. En los últimos 150 años la teoría de Darwin ha sido puesta a prueba en la medida en que han surgido nuevas disciplinas de estudio, como la genética, y ha aparecido nuevas herramientas para investigar. Nadie discute la evolución de las especies, pues los ejemplos se ven por todas partes. Peter y Rosemary Grant, de la Universidad de Princeton, por ejemplo, han observado los mismos pinzones de Darwin en las Galápagos y han podido constatar cómo el tamaño promedio del pico y del cuerpo de estos pájaros cambian de una generación a otra al ritmo de fenómenos climáticos como El Niño, que transforman el clima de húmedo a árido en las islas.

Lo que sí ha estado sujeto al escrutinio científico es si la selección natural es la fuerza que impulsa siempre la evolución. Estas investigaciones han dado como resultado nuevas teorías como la llamada Deriva Genética, que se contrapone a lo establecido por Darwin. En 1960, Matoo Kimura, su mayor exponente, estableció que las mutaciones genéticas que persisten en poblaciones son neutrales, es decir, que no tienen un efecto apreciable en su supervivencia ni en la reproducción. Para entenderlo hay que imaginar una población de caracoles entre los cuales hay unos de caparazón marrón y otros de caparazón roja. Si un río dividiese la población, por efectos de azar, a un lado podría quedar un grupo en el que predominarían los caracoles rojos. Con el paso del tiempo, los genes de los rojos podrían dominar en esta nueva población o disminuirse. Es decir, la población podría ”fluctuar” de rojo a marrón. Este proceso sucede sin selección, pues ningún color le da a cada caracol una ventaja en ese ambiente y, sin embargo, la frecuencia de los genes que dan el diferente color cambia a través del tiempo. Biólogos evolucionistas, no obstante, consideran que la evidencia encontrada no es suficiente para desplazar la teoría de Darwin. Los hallazgos “no sugieren que la evolución neutral sea poco importante, sino que la selección natural sigue desempeñando un papel mucho más importante en la divergencia de las especies”, dice Allen Orr, biólogo evolucionista de la Universidad de Rochester. También se ha puesto a prueba una idea de Darwin, según la cual la evolución era un proceso lento que se daba a través de la acumulación de pequeños cambios durante millones de años. Los científicos han encontrado que, contrario a lo propuesto por él hace 150 años, a veces los cambios suceden rápidamente, en pequeñas poblaciones aisladas y en períodos relativamente cortos en términos geológicos. A esto es le conoce como Equilibro Puntuado y un ejemplo de ello sería la explosión cambriana, un lapso de 20 millones de años que comenzó cerca de 520 años atrás, en el que se dieron grandes innovaciones de especies en la Tierra. Con estos y otros trabajos científicos, lo que se ha demostrado es que la teoría de la evolución de Darwin no es un fósil sino un campo de estudio muy activo y próspero que con el tiempo ha ido evolucionando y enriqueciéndose. Como lo dice Orr, justamente sucedió todo lo contrario. “El estatus de la evolución por la selección natural con los estudios hechos en las décadas pasadas se ha vuelto más sólido”.

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