Tortugas ‘made in Panama’

PANAMÁ. Las tortugas marinas de origen panameño podrán ser reconocidas en cualquier sitio donde se encuentren. Sí, la colocación de un “tack” de metal con números y letras impresas en una de las aletas izquierda permitirá reconocer la procedencia de la especie istmeña.

En Panamá recién inicia el marcaje de tortugas marinas. Sin embargo en otros sitios la actividad es común asegura el científico del Smithsonnian, Héctor Guzmán.

En esta ocasión le correspondió a la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) tomar la iniciativa a través de un proyecto que se inició el tres de septiembre en la playa “La Marinera” en Los Sant os.

El proceso de marcación es bastante rápido y poco doloroso asegura la bióloga marina y directora de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), Alida Spadafora. Ella asegura que la marca no afecta la vida de las especies ni su desenvolvimiento en los ecosistemas.

Por su parte, el científico del Smithsonnian coincide con Spadafora al afirmar que el marcaje no altera el comportamiento de las tortugas. Sin embargo, contribuye al avance del conocimiento del comportamiento, necesidades, ciclo de vida, migraciones reproductivas y lentas tasas reproductivas.

Mientras que el biólogo de la ARAP, Marino Abrego dice que el procedimiento de la colocación del “tack” es seguro. Pero, se puede desprender si la tortuga hace una actividad brusca con su aleta.

Los “tack” están hechos de aleaciones de metales resistentes a la corrosión, para evitar que se oxiden con la sal, lo que nos indica que no contaminará el mar.

Las placas deben ser colocadas por un biólogo marino en una de las aletas izquierda del animal, muy cerca de una menbrana. La labor demora unos 10 o 15 minutos y puede durar una década.

En el año 2007 se realizaron en el Caribe panameño las primeras marcaciones de tortugas marinas con transmisores satélitales dice Guzmán. Ahora se extiende hasta en el Pacífico, pero con placas de metal.

La actividad es regulada mediante la ley N°8 del 4 de enero de 2008, por la Convención Interamericana para la Conservación de las Tortugas Marinas. La legislación establece medidas de investigación científica y generación de información, razón en la se enmarca la labor de ARAP.