Más de la mitad de las cuencas están amenazadas

PANAMÁ. Los recursos hídricos que posee el país son envidiables. Tiene 500 ríos principales: 350 en el Pacífico y 150 en el Caribe. Y a ...

PANAMÁ. Los recursos hídricos que posee el país son envidiables. Tiene 500 ríos principales: 350 en el Pacífico y 150 en el Caribe. Y a pesar de que el agua es vital para el desarrollo de las actividades humanas, las operaciones del Canal, la agricultura y la producción de energía no es muy valorada. Unas 3/4 partes de las 52 cuencas hidrográficas, es decir, unas 39 se hallan amenazadas.

El Plan de Ordenamiento Territorial Ambiental de Panamá lo advierte: las cuencas hidrográficas enfrentan un deterioro producto de la deforestación, que es el problema más común que enfrentan, pero no el único, explicó Roberto Galán, de Cuencas Hidrográficas de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).

La contaminación por el uso de agroquímicos y por la mala disposición de los desechos, las actividades industriales y la falta de ordenamiento territorial también contribuyen al deterioro de los ecosistemas acuáticos, explicó un especialista en el tema que pidió reserva de su identidad.

Las cuencas de los ríos La Villa, en Los Santos; Santa María, en Veraguas; Indio y Miguel de la Borda, en Colón; Changuinola, en Bocas del Toro; Tuira y Chucunaque, en Darién; Grande, en Coclé; Chiriquí, Chiriquí Viejo, Chico y Escarrea, en Chiriquí; y Bayano, en Panamá, son las más afectadas, según Galán.

DEFINICIÓN

Una cuenca hidrográfica capta, almacena y suministra agua que alimenta las quebradas, ríos y el mar. Es lo más parecido a un depósito natural de agua donde al mismo tiempo desembocan gran cantidad de ríos.

Las áreas donde están ubicadas las cuencas hídricas se convierten en un hábitat propicio para el desarrollo de la flora y la fauna, ya que el agua es el elemento vital para el desarrollo de ecosistemas.

Además de la función ecológica que cumplen, las cuencas hídricas tienen una función socioeconómica. Son la principal fuente de agua dulce de los humanos. Suministran recursos naturales para el desarrollo de actividades productivas que dan sustento a la población, como la agricultura, la ganadería, la generación eléctrica y la regulación de flujos y control de inundaciones, entre otras.

Galán reconoce que hay mucho trabajo que hacer para conservar las cuencas. Pero sobre todo hay que concienciar a la ciudadanía para que ‘deje de tirar basura en ellas. El problemas es que hay muchas personas que ni siquiera conocen lo que es una cuenca y la importancia que tienen para la vida de los humanos’, detalló el funcionario de ANAM.

Esta es una de las debilidades en el proceso de proteger estos ecosistemas, de allí que recomienda enseñar a los niños sobre estos ambientes. Así, ellos crecerán con este concepto y más adelante lo enseñarán a sus hijos. De esta manera se crea una cultura de protección a estos depósitos naturales de agua, dijo Galán.

En Panamá las cuencas hidrográficas están protegidas por la Ley No. 44 del 2002. En esta normativa se establece un régimen para su manejo, protección y conservación.

Para cumplir con esta regulación se han implementado una serie de acciones. Se hacen reforestaciones, se dictan charlas y se está tramitando un cómite de cuencas, pero al parecer esto no ha sido suficiente porque el problema continúa.

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