ONU dice que grandes metrópolis podrían desaparecer por la subida del nivel del mar

  • 07/03/2023 00:00
La elevación de las aguas marinas amenaza vidas, comunidades y países enteros. La ONU advirtió de consecuencias 'impensables' si el mundo no actúa de inmediato. Panamá es clasificado internacionalmente como un país con un nivel de vulnerabilidad severo ante al cambio climático
El aumento del nivel del mar ha contribuido a la devastación de los medios de vida locales en los sectores del turismo y la agricultura.

Comunidades bajas y países enteros podrían desaparecer para siempre. Seríamos testigos de un éxodo masivo de poblaciones enteras a escala bíblica, debido a la subida del nivel del mar, lo que pone en riesgo vidas, y también el acceso al agua, a los alimentos y a los servicios de salud. Así lo vaticinó António Guterres, jefe de las Naciones Unidas, ante el Consejo de Seguridad de la ONU durante un debate sobre las implicaciones del aumento del nivel de mar para la paz y la seguridad internacionales.

Según Guterres, aunque el mundo logre limitar a 1,5ºC el aumento de la temperatura global para fin de siglo, el nivel del mar se elevaría considerablemente. Pero si la temperatura aumentara a 2ºC, la elevación del agua se duplicaría, añadió el secretario general según explica un comunicado.

Igualmente, advirtió que independientemente de la situación, muchos países y metrópolis están en riesgo. “El peligro es especialmente grave para los casi 900 millones de personas que viven en zonas costeras a poca altura, es decir, uno de cada diez habitantes del planeta”, dijo.

¿Cuáles serían las ciudades o países en riesgo? ¿Qué se puede hacer para evitarlo?
La acumulación de desechos en el océano, además de impactar el nivel del mar también afecta la biodiversidad.

Se trata de un problema que no es de ahora. Desde hace años organismos internacionales vienen advirtiendo sobre las secuelas del cambio climático si no se toman las acciones para combatirlo ya.

Durante la 27 Conferencia sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (COP27) realizada en 2022 en Sharm el Sheij, Egipto, los expertos señalaron que el cambio climático está azotando a la humanidad, y destacó la subida del nivel del mar como una de las principales amenazas porque afecta las zonas costeras, provoca la erosión del terreno y amenaza los campos de cultivo, viviendas o zonas de ocio, afectando directamente la flora y la fauna de los países del mundo.

Si el agua continúa subiendo, las comunidades se verán obligadas a abandonar sus hogares y a mudarse a otra zona, lo que se conoce como migración forzosa derivada del cambio climático, señaló Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), durante la presentación de un informe en la COP27.

Añadió que las islas de menor altitud quedarían inundadas por los océanos, dando lugar a la desaparición de grandes extensiones territoriales e incluso de algunos países. Entre ellos está la República de Kiribati, un archipiélago en medio del océano Pacífico en Oceanía.

De acuerdo con una publicación de Antena 3, en esta zona el mar sube 1,2 centímetros por año, cuatro veces más rápido que la media, y solo mide tres metros de altitud.

Según la misma nota, el mar ha subido una media de 3,2 milímetros por año desde 1993. Algunos kiribatianos han comenzado a emigrar ante lo que consideran una situación insalvable, aunque otros se resisten a abandonar y buscan soluciones temporales.

Otros lugares en peligro de desaparecer en los próximos años son Las Maldivas y las islas Salomón; cada año ambas sufren temporales más fuertes, tormentas más intensas y ciclones cada vez más destructivos.

Las Maldivas fueron colonia portuguesa, holandesa y británica hasta que en 1965 obtuvieron la independencia. Se encuentran entre los países más bajos del mundo con un punto de altura máximo de 2,3 metros debido a la subida del nivel del mar en el último siglo.

La ONU también advirtió que la combinación de la subida del mar y la entrada de agua salada en ciertos ecosistemas amenaza, por ejemplo, con convertir en inhabitables algunos de los grandes deltas del mundo como el río Mekong en Vietnam o el Ganges en la India y Bangladés, un peligro eminente para quienes viven en estas zonas costeras.

Estos territorios, 52 según el Departamento de Economía y Asuntos Sociales de las Naciones Unidas, comparten en su mayoría la fragilidad de una economía de subsistencia basada en el turismo, la dificultad en las comunicaciones y creación de infraestructuras, la desprotección frente a los desastres naturales y la dependencia del comercio internacional.

Todos estos países forman parte de los llamados pequeños Estados insulares en desarrollo, que por sus características serían los primeros en sufrir las consecuencias del cambio climático y, por ende, están en riesgo de desaparecer.

El diplomático portugués pidió a las comunidades internacionales tomar acciones decididas en tres grandes ámbitos: la lucha contra el calentamiento global, la protección de comunidades vulnerables y la modificación de la legislación internacional para proteger a los desplazados, lo cual ayudará a los afectados directamente por este fenómeno.

Entre los efectos que ya sufren estas poblaciones, Guterres mencionó el ejemplo del Caribe, donde el aumento del nivel del mar ha contribuido a la devastación de los medios de vida locales en los sectores del turismo y la agricultura.

En Panamá, ¿qué dicen los estudios?

En diciembre de 2022, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) presentó a expertos nacionales los resultados finales del estudio: “Desarrollo de una base de datos de dinámicas marinas en las costas panameñas, para evaluar impactos y vulnerabilidad por ascenso del nivel del mar”. El estudio fue hecho con una proyección a mediano plazo, es decir 2050, y se tomó como referencia el 'Sexto informe del grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático'.

Luego de cotejar la información se confirmó que en los próximos años se registrará un ascenso de nivel del mar estimado entre 0,56 y 0,76 de metro, y que las zonas con más impactos serán : isla Carenero, Changuinola, Bastimento (Bocas del Toro), área turística en Boca Chica, Pedregal (Chiriquí), Kusapin, Tobobe (comarca Ngäbe Buglé), Río Hato, Natá, Aguadulce (Coclé), Paris, Parita, Llano Bonito (Herrera), isla Iguana (Los Santos), Portobelo, Santa Isabel (Colón), La Palma, Garachiné (Darién), Punta Chame, Playa Leona (Panamá Oeste), Tocumen, Juan Díaz (Panamá) y todas las islas ubicadas en la comarca Guna Yala.

Este estudio muestra un enfoque de las zonas costeras que son vulnerables al ascenso del nivel del mar, lo cual maximiza la necesidad de una planificación ordenada de estos territorios que van a ser impactados.

A su vez tiene un sustento científico, centrado en la recopilación de bases de datos históricas, para el análisis de las variables nivel de mar y oleaje, y que utilizan los datos recabados de los mareógrafos instalados en las costas panameñas. Este instrumento ha sido históricamente el aparato más común para medir el nivel del mar.

Ligia Castro, directora nacional de Cambio Climático de MiAmbiente, dijo que con este estudio se pretende conocer con mayores detalles cuáles serán las zonas de posible afectación por aumento del nivel del mar.

“Es de conocimiento de todos que el agua de mar penetrará en zonas cada vez más alejadas de la costa, lo cual puede generar consecuencias catastróficas, como la erosión, las inundaciones de humedales, la contaminación de acuíferos y de suelo agrícola, y la pérdida del hábitat de peces, biodiversidad, infraestructuras, y forzará todas las regiones costeras a adaptarse, y las poblaciones más pobres y vulnerables podrían convertirse en refugiados climáticos”, expresó.

En este sentido, en el estudio se hace hincapié en la responsabilidad que tienen todos, Gobierno nacional, local, sector privado, agentes sociales y ciudadanos para ejecutar acciones que permitan aumentar la resiliencia climática.

Castro ahondó en que es indispensable identificar y prepararse para los posibles impactos del cambio climático.

Cómo hacerle frente

El secretario general instó a actuar en tres áreas: La primera es encarar el origen de la subida de los mares: la crisis climática.

“Necesitamos con urgencia más acciones concertadas para reducir las emisiones de carbono y garantizar la justicia climática”, enfatizó, detallando que esto significa, entre otras cosas, cumplir con el compromiso de asignar $100.000 millones para que los países en desarrollo transiten a las energías renovables, duplicar el financiamiento para la adaptación y otorgar financiamiento masivo privado a costos razonables.

La segunda área de actuación es implementar estrategias que pongan fin a la pobreza, la discriminación, la desigualdad y las violaciones de derechos humanos, ya que todo esto causa inseguridad.

Del mismo modo, se deben mejorar los sistemas de previsión y la alerta temprana para preparar y proteger a las comunidades vulnerables.

Guterres acogió con beneplácito que la comisión de Derecho Internacional y la sexta comisión de la Asamblea General ya estén discutiendo estos temas urgentes.

Por otra parte, el presidente también sostuvo que las emergencias climáticas abren nuevas ventanas para la cooperación e inclusión y llamó a fortalecer las alianzas para lograr la transformación hacia un mundo más seguro, según explicó el comunicado de la ONU.

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