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ODS 2030: 'Un mundo libre de tuberculosis'
- 21/05/2020 09:41
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Al principio, sentí como si tuviera un fuerte resfriado. Luego aparecieron sudores nocturnos y una tos incesante. Después de ir al hospital por lo que pensó que era una neumonía grave, diagnosticaron rápidamente tuberculosis. “Realmente, no sabía mucho sobre la tuberculosis (TB)” comenta Antonio, paciente controlado.
Miguel Antonio Mayo, exministro de salud, señala que la tuberculosis es una enfermedad causada por bacterias que se propagan por el aire, de una persona a otra. Si no se trata adecuadamente, la enfermedad de tuberculosis puede ser mortal. Puede que las personas infectada por bacterias de la tuberculosis, y que no estén enfermas, necesiten tratamiento para prevenir la enfermedad de tuberculosis-TB- en el futuro. "La principal razón de que no se alcance las metas de control de TB es por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la principal causa de mortalidad entre las personas que viven con este virus que provoca el SIDA".
El número mundial de personas que enferman de tuberculosis está disminuyendo, y el número de muertes se ha reducido en un 22% entre 2000 y 2015. Desde 2010, el mayor ritmo de reducción de la mortalidad se ha producido en las regiones del Mediterráneo Oriental y Europa (6,5% y 6,2% al año, respectivamente), y el menor en la región de África (2,2% al año). Los casos de TB en los reclusos son hasta 100 veces mayor que entre la población civil.
Una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 consiste en acabar con la epidemia mundial de tuberculosis. La estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ‘Fin a la tuberculosis’, aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en 2014, plantea reducir las muertes por tuberculosis en un 90% y la incidencia de la enfermedad en un 80% para 2030, en comparación con las cifras de 2015. Nuevos datos de la OMS revelan que la carga mundial de tuberculosis es mayor de lo que se creía. Los países tienen que avanzar mucho más rápidamente para prevenir, detectar y tratar la TB si se quieren alcanzar las metas de la estrategia “Fin a la tuberculosis” en los próximos 15 años.
Las bacterias que causan la tuberculosis se propagan por el aire, de una persona a otra, cuando alguien con enfermedad de tuberculosis tose, habla o canta. Quienes se encuentren cerca podrían inhalar esas bacterias e infectarse. Hay dos tipos de afecciones de tuberculosis: la infección de tuberculosis latente y la enfermedad de tuberculosis. Las bacterias de la tuberculosis pueden vivir en su cuerpo sin hacer que usted se enferme. Esto se denomina infección de tuberculosis latente. En la mayoría de las personas que inhalan las bacterias de la tuberculosis y se infectan, su cuerpo puede combatir las bacterias para impedir que se multipliquen. Las personas con infección de tuberculosis latente no se sienten enfermas, no presentan síntomas ni pueden transmitir las bacterias de la tuberculosis a los demás.
Si estas bacterias se activan en el cuerpo y se multiplican, la persona pasará de tener infección de tuberculosis latente a tener enfermedad de tuberculosis. Por esta razón, a las personas con infección de tuberculosis latente a menudo se les receta un tratamiento para evitar que lleguen a tener enfermedad de tuberculosis.
El doctor Mayo indica que "la resolución adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud insta a los Estados miembros a que adapten la estrategia y la pongan en práctica, aportando la financiación necesaria y un compromiso de alto nivel. Especial atención en el servicio a las poblaciones más vulnerables a la infección y con mal acceso a la atención sanitaria, como los migrantes. Asimismo, se pide a la OMS que monitoree la aplicación y evalúe los progresos realizados hacia la consecución de los hitos establecidos y las metas fijadas para 2035".
La estrategia y la resolución destacan la necesidad de implicar a los asociados de diferentes sectores, además del sector de la salud, tales como los de la protección social, el trabajo, la inmigración y la justicia. La resolución solicita que la Secretaría de la OMS ayude a los Estados Miembros a adaptar y poner en práctica la estrategia, haciendo hincapié en la importancia que se haga frente al problema de la tuberculosis multiresistente y al fomento de la colaboración internacional.
La tuberculosis es causada por Mycobacteriumtuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una afección curable y que se puede prevenir. La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.
Se calcula que una cuarta parte de la población mundial tiene tuberculosis latente, término este aplicado a las personas infectadas por el bacilo pero que aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección. Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un riesgo a lo largo de la vida de enfermar de tuberculosis de un 5-15%. En cambio, las personas inmunodeprimidas, por ejemplo las que padecen VIH, desnutrición o diabetes, y los consumidores de tabaco corren un riesgo mucho mayor de enfermar.
Cuando alguien desarrolla tuberculosis activa, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso) pueden ser leves durante muchos meses. Esto puede hacer que la persona afectada tarde en buscar atención médica. Una persona con tuberculosis activa puede infectar a lo largo de un año a entre 10 y 15 personas por contacto directo. Sin no se proporciona un tratamiento adecuado,
Alcibíades Batista, ex director regional del Minsa, en Chiriquí confirma que "las personas con VIH tienen entre 20 y 30 veces más probabilidades de desarrollar tuberculosis activa que las VIH-negativas. La combinación de la infección por el VIH con la tuberculosis es letal, ya que la una acelera la evolución de la otra.
En 2016 fallecieron unos 0,4 millones de personas por tuberculosis asociada al VIH. Ese mismo año, aproximadamente un 40% de las muertes registradas en personas con VIH fue a causa de la tuberculosis. Se estima que en 2016 se registraron unos 1,4 millones de nuevos casos de tuberculosis en personas VIH-positivas, el 74% de ellos en África.
La OMS recomienda para reducir esas muertes un método de 12 componentes que prevé actividades de lucha conjunta contra la tuberculosis y el VIH basadas en la colaboración, en particular medidas de prevención y tratamiento de la infección y la enfermedad".
La tuberculosis afecta principalmente a los adultos en los años más productivos de su vida, lo que no significa que los demás grupos de edad estén exentos de riesgo. Más del 95% de los casos y de las muertes se concentran en los países en desarrollo.
Las personas infectadas por el VIH tienen entre 20 y 30 veces más probabilidades de desarrollar tuberculosis activa. Ese riesgo también es más elevado en las personas que padecen otros trastornos que dañan el sistema inmunitario.
En 2016 enfermaron de tuberculosis aproximadamente un millón de niños (de 0 a 14 años), y 250 000 niños (incluidos los niños con tuberculosis asociada al VIH) murieron por esta causa. El consumo de tabaco aumenta considerablemente el riesgo de enfermar de tuberculosis y de morir por esta misma causa. Se calcula que a nivel mundial el 8% de los casos de tuberculosis son atribuibles al tabaquismo.
Batista asegura que los niños pueden sufrir tuberculosis a cualquier edad, pero la horquilla más frecuente es entre 1 y 4 años. Las notificaciones de casos dependen de la intensidad de la epidemia, la estructura de edades de la población, los instrumentos de diagnóstico disponible y la medida en que se practique sistemáticamente la localización de contactos.
Aunque se desconoce su magnitud, se calcula que la tuberculosis infantil representa aproximadamente un 6% de todos los nuevos casos y se concentra mayoritariamente en países con alta carga de morbilidad. Entre los muchos factores que hacen difícil estimar la carga de tuberculosis en la población infantil, cabe citar los siguientes:
especialista);
su escasa prioridad en materia de salud pública (la tuberculosis infantil raramente es bacilífera);
Durante el Año 2018 han reportado 315 casos, según los Ministerios de Salud de Panamá (Minsa). Esto confirma que la enfermedad ha ido ganado terreno en la población del país, ya que, el año 2016 cerró con aproximadamente 1,810 casos con 51 tuberculosis multidrogoresistente y en el 2017 se reportaron mil 896 afectados con tuberculosis, aclaró la salubrista Itza Barahona de Mosca
La tuberculosis es una enfermedad producida por la infección de un microrganismo denominado Mycobacterium, una variedad de bacteria del tipo mico bacterias, capaces de sobrevivir dentro de las células del organismo y producir daño en diversos órganos del cuerpo, comúnmente los pulmones y literalmente consume al individuo.
‘No se trata de alarmar a la población, sino de que tomen las precauciones necesarias para evitar la propagación de la enfermedad, ya que la tuberculosis tiene cura si se trata a tiempo con los medicamentos apropiados', destaca el neumólogo, Luis Vásquez.
Usualmente se requiere de 2 a 3 medicamentos por un período de seis meses o más dependiendo del grado de la enfermedad.
El proceso médico para detectar la tuberculosis es por medio de tinciones (técnica que se emplea en los laboratorios) especiales del organismo presente en secreciones o tejidos, cultivos microbiológicos del organismo y más recientemente por identificación del ADN (ácido desoxirribonucleico) a través de la técnica de PCR (polimerasa de reacción en cadena).
Recomienda a la población a tomar las medidas preventivas necesarias como: mantener un buen estado nutricional, cuidarse si presentan enfermedades debilitantes, evitar el contacto con personas con la enfermedad hasta que culmine el tratamiento y, lo más importante, buscar atención médica si presenta síntomas como tos y fiebre persistente, expectoración (Expulsión de secreciones formadas en las vías respiratorias) frecuente, prolongada o con sangre, así como también pérdida de peso para su diagnóstico y tratamiento.
Los medicamentos antituberculosos corrientes llevan décadas utilizándose. En todos los países estudiados, se ha comprobado la existencia de cepas del bacilo que presentan resistencia a al menos un medicamento antituberculoso. La farmacorresistencia surge debido a una mala utilización de los medicamentos antituberculosos, ya sea a través de su prescripción incorrecta por los dispensadores de atención de salud, o por la mala calidad de los medicamentos o la interrupción prematura del tratamiento por los pacientes.
La tuberculosis multirresistente (TB-MDR) es la causada por una cepa que no responde al tratamiento con isoniazida y rifampicina, los dos medicamentos antituberculosos de primera línea más eficaces de que se dispone. La forma multirresistente se puede tratar y curar con medicamentos de segunda línea. Sin embargo, las opciones de tratamiento de segunda línea son limitadas y requieren quimioterapia de larga duración (hasta dos años de tratamiento) con fármacos que además de caros son tóxicos.
Edwin A. Aizpurúa, jefe nacional del control de tuberculosis en el Minsa indica que “el programa nacional de tuberculosis cuenta con el Nuevo Esquema acortado de 9 meses para el tratamiento de ‘multidrogorresistencia’ que es menos tóxico y con unas tasas más altas de curación que el esquema estandarizado”. También a través del Laboratorio Central de Referencia en Salud Publica (Gorgas) se están realizando las pruebas de sensibilidad a drogas de segunda línea para el seguimiento estricto de los pacientes con tuberculosis multidrogoresistente.
En Panamá, según los últimos reportes del Minsa, en 2017, las áreas de mayor incidencia con tuberculosis fueron la comarca Guna Yala, Bocas del Toro, la Comarca Ngäbe-Buglé, Colón y Panamá Este. Mientras que, en 2018, la comarca Guna Yala reportó 165 casos nuevos, seguido de Bocas del Toro con 102, y San Miguelito con 68 casos por cada 100,000 habitantes.
Las personas enfermas con TB y Coronavirus (Covid-19) presentan síntomas similares como tos, fiebre y dificultad para respirar. Las dos enfermedades atacan a los pulmones. Los Agentes biológicos se transmiten a través de contactos cercanos. Sin embargo, el período de incubación desde la exposición es más largo en la TB, con un inicio lento. Aunque la experiencia sobre infección por Covid-19 en pacientes con TB es limitada, se prevé que las personas enfermas con TB y coronavirus pueden tener peores resultados de tratamiento, especialmente si el tratamiento de la TB se interrumpe.
La Organización Panamericana de la Salud menciona que los pacientes con TB deben tomar las precauciones recomendadas por las autoridades sanitarias para protegerse del Covid-19 y continuar su tratamiento según lo prescrito. “La provisión de tratamiento preventivo de la TB debe mantenerse como sea posible ya que beneficia tanto a los pacientes y al control de la epidemia de TB, como a reducir el impacto negativo de la pandemia del Covid-19”, reafirma la OPS.
Constantemente vivimos en una incertidumbre por conservar la salud personal. Y al ser conscientes de la Pandemia que vivimos por el Covid-19 retomamos los valores nutricionales, estilos de vida saludable y sobre todo mantener nuestro entorno libre de impurezas, limpieza constante y confiar en las disposiciones de Organismos Internacionales que establecen la Ruta de Normalidad en todos el Mundo. “Cuidar mi Salud garantiza una Vida plena cuantificada en el 2030”.