Chéjov en Panamá

La diversidad de la oferta teatral de ciudad Panamá es limitada. Por consideraciones comerciales, las comedias ligeras dominan las carteleras del circuito teatral de la Transístmica. Por suerte, hasta el 4 de junio en The Space contamos con el montaje de Producciones Aranwa de tres obras cortas del dramaturgo ruso Antón Chéjov.

A pesar de que las tres obras fueron dirigidas por diferentes artistas, las propuestas utilizan tonos y códigos bastante similares, son altamente creativas y hacen uso arriesgado y efectivo de limitados recursos de producción.

La primera obra en esta trilogía es ‘El Oso'. Victoria Mendoza, su directora, logra explorar al máximo todos los matices del juego de poder detrás de lo que insistimos en catalogar como romance entre hombre y mujer. Con una viuda que viste su luto con una mantilla roja, una sirvienta que también sirve de revolver para un posible duelo, y un final contundentemente retorcido, la propuesta está llena de pequeños detalles, matices y emociones que nos ayudan a darle una mirada fresca a este texto. A pesar de ser una propuesta muy interesante, la energía y voces de los actores principales aún necesitaban modularse para no sentirse forzadas, sobre todo en un espacio de dimensiones tan diminutas y con tan poca escenografía.

La directora de ‘La Audición', Diana Sofía Hernández, toma el muy conocido texto de esta obra y le encuentra nuevos e interesantes detalles y giros. Diana Mellado, en el papel de la escritora, nos regala una propuesta actoral llena de gestos precisos y actos puntillosos. Esto hace de su personaje, que se supone solo está allí para darle pie a la joven actriz que viajó días enteros para asistir a una audición, en una experiencia teatral memorable.

La última obra, ‘Petición de Mano', fue dirigida por Teresita Mans y nos presenta una versión más clásica de este texto que toma ventaja al máximo no solo de la intimidad del espacio, pero también de las habilidades de los actores en escena. Como resultado, una obra que pudiese haberse sentido exagerada en manos de directores menos capaces, se sintió fresca y natural. Igualmente, la conocida escena del llanto desesperado de la novia que ve desaparecer lo que puede ser su única y última propuesta de matrimonio es divertida, pero al mismo tiempo controlada y efectiva.

Dos de las obras cuentan con la acertada actuación de Marien Cano Moreno, interpretando dos personajes distintos. A esta actriz la vimos recientemente en ‘Ciudad Solitaria', interpretando con gusto y sensualidad a la Marilyn Monroe de Ciudad Solitaria. Esta vez, la actriz juega con el público en su papel de sirvienta en ‘El oso', para luego encantarnos con su ciego empeño de ser actriz en ‘La Audición'. Si ya Chéjov es razón suficiente para ir a ver este montaje, presenciar la versatilidad, control y peso escénico que le da Marien Cano Moreno a su trabajo en el íntimo espacio de The Space es un regalo extra de esta producción.

Este montaje no cuenta con grandes presupuestos de producción y tiene vestigios del alma autocomplaciente de teatro universitario. Pero al mismo tiempo las tres propuestas muestran el gran talento y ganas de jóvenes actores que le regalan una voz fresca al teatro panameño.

‘Al mismo tiempo, las tres propuestas muestran el gran talento y ganas de jóvenes actores que le regalan una voz fresca al teatro panameño'