Caso Facebook: la red entretejida de fallas y descontrol digital

Actualizado
  • 23/09/2020 00:00
Creado
  • 23/09/2020 00:00
La red social creada por Mark Zuckerberg enfrenta una demanda que arriesga su imagen de protección a la privacidad, un elemento clave dado que es una de las plataformas sociales más utilizadas en el mundo

La problemática que envuelve a la red social, Facebook, ha ido creciendo en los últimos meses frente a quejas y denuncias de usuarios anónimos, así como de celebridades alrededor del mundo por fallas en las políticas de privacidad y seguridad de la plataforma creada por el multimillonario Mark Zuckerberg. Su más reciente enfrentamiento fue sacado a la luz el pasado 17 de septiembre, cuando la usuaria de Instagram Brittany Conditi llevó al gigante a los tribunales con una demanda frente a la supuesta “invasión de privacidad” a través de los permisos para utilizar la cámara en la aplicación de Instagram, propiedad de Facebook.

Facebook ha sido líder de redes sociales desde su creación en 2004, sin embargo, sus constantes desaciertos han creado una crisis reputacional que puede afectar al resto de sus productos.

Conditi indicó a Bloomberg que Facebook logró “espiar a los usuarios de Instagram a través de las cámaras de su iPhone”, al aparecer un símbolo verde de grabación en la pantalla de su celular, el cual aparece cuando la cámara de la aplicación FaceTime está encendida. El gigante de las redes sociales ha negado las afirmaciones y culpó a un error que, según dijo al medio estadounidense, provocó “notificaciones falsas de que Instagram estaba accediendo a las cámaras del iPhone”.

El descubrimiento data del pasado julio cuando varios usuarios notaron la aparición de este símbolo al utilizar Instagram, según recopiló The Independent. La demanda, presentada en la corte de San Francisco, por Conditi, afirma que el acceso intencional de Facebook a la cámara permite que la aplicación recopile “datos lucrativos y valiosos sobre sus usuarios, a los que de otro modo no tendría acceso”, informó Bloomberg.

La acusación le sigue los pasos a otras denuncias anteriores de que Facebook tiene ilegalmente más de 100 millones de datos biométricos de usuarios de Instagram. La compañía de redes sociales ofreció pagar $650 millones en julio para resolver una demanda que la acusaba de recopilar datos a través de la herramienta de etiquetado de fotos con reconocimiento facial disponible en la aplicación.

En noviembre de 2019, los usuarios acusaron a Facebook de acceder a las cámaras del iPhone a través de la aplicación de Facebook, según informes de Business Insider.

La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) ha llevado a cabo una investigación sobre Facebook desde 2019, para descubrir si el gigante de las redes sociales ha perjudicado a la competencia, lo que podría dar pie a un caso antes de fin de 2020, dijo una fuente anónima de la investigación confidencial al medio Barron's.

Una demanda de la FTC marcaría un avance importante de los funcionarios estadounidenses en su campaña contra los gigantes tecnológicos de Estados Unidos, que han sido objeto de un intenso escrutinio en Washington por sus posiciones dominantes en el mercado. El Departamento de Justicia se está preparando para demandar a Google de Alphabet Inc. en cuestión de semanas, explicób.

Para Pedro Talavera, gerente de campañas senior de Latam Digital Marketing, el escándalo se debió a cómo manejaron la información, ya que hay muchas entradas que ya se están bloqueando como “permitir que otras páginas web externas consuman la información de los usuarios registrados”, además considera que para los próximos años, “ya no se podrán permitir cookies que son los códigos robots que “rastrean automáticamente el comportamiento del usuario en Instagram o Facebook, sino que se transformarán y les permitirán a los usuarios tener mayor confianza y resguardo de su información personal y lo que comparte”.

“En años pasados, los desarrolladores web tenían la posibilidad de obtener la información de los usuarios sin consentimiento, con los avances de la tecnología digital ética; eso ya no es una posibilidad, ya que los usuarios tienen parte del control de lo que comparten, publican y siempre existirá esa búsqueda de autorización”, explicó Talavera a La Estrella de Panamá.

Boicot contra la red social

Otro de los recientes escándalos que han surgido alrededor de la plataforma es la protesta pública de celebridades alrededor del mundo ante las constantes fallas de seguridad de Facebook para sus usuarios.

La empresaria y modelo Kim Kardashian West impulsó la ola de denuncias contra la red social anunciando que “cerrará” su cuenta de Instagram como respuesta a los nulos avances de la plataforma en mejorar sus políticas de privacidad y su silencio ante la creación de páginas anti-musulmanas y racistas dentro de la red.

A esta campaña antirracismo se han agregado famosos como Jennifer Lawrence, Mark Ruffalo y Sacha Baron Cohen, quienes han cerrado sus cuentas en Instagram y Facebook a partir de este miércoles, basándose en el mensaje #StopHateForProfit (“Alto al odio con fines de lucro”).

Los famosos son acompañados por oenegés como la asociación judía contra el antisemitismo Anti Defamation League (ADL) y la Organización de Defensa de Derechos de los Negros (Naacp).

Celebridades y oenegés se han levantado contra las medidas pasivas de Facebook.

La campaña viral de lucha contra la desinformación y los discursos de odio en redes sociales fue impulsada a inicios de este año, de la mano de un tercio de los anunciantes activos en la red social.

El boicot publicitario ha sido apoyado por la Federación Mundial de Anunciantes, cuyos miembros controlan casi $100 mil millones en gastos, dando un desaire empresarial sin precedentes en la plataforma.

En una encuesta revelada por la federación, se destacó que un tercio de los 58 principales anunciantes suspenderá, o es probable que suspenda la publicidad, mientras que otro 40% también está considerando hacerlo. Ya empresas como Ford, Adidas, Honda, Verizon, Diageo y Unilever se unieron para detener toda la publicidad en la red social durante el mes de julio, según The Guardian.

El punto de inflexión creado por este movimiento ha llevado a las grandes empresas a revaluar su posicionamiento en Facebook y demás redes sociales, estudiando cómo el entorno en el que se desenvuelven los consumidores y usuarios afecta a las marcas y la perspectiva política del país.

El futuro de las redes sociales

Pese a que las grandes empresas se han levantado contra la ausencia de acciones contundentes de Facebook, es poco probable que su reducción de gastos influya en las ganancias de la red social, ya que esta se centra en las empresas pequeñas que generan mayores números y menos gastos.

Pero la intención principal que describen los activistas detrás de la campaña es impactar a los usuarios, “despertarlos” y hacer que se “detengan, piensen y verifiquen”.

“Los usuarios deben conocer las autorizaciones que les ceden a las redes sociales para que no sean tomados por sorpresa en el ecosistema de Facebook”, expresó Talavera, “a raíz de esta situación el comportamiento de los consumidores y de la red social irá cambiando, porque la plataforma estará preparada para afrontar los cambios que de alguna manera se le exigirá que realice por parte de los usuarios”.

El experto en campañas de estrategia digital indicó: “No creo que las empresas se salgan completamente de Facebook ni dejen de pautar, porque es una plataforma que muchas organizaciones han utilizado para obtener clientes, consumidores, posicionar sus marcas y hacer crecer su negocio, porque ha entregado muy buenos resultados. Eso significa que no necesita robar la información de sus usuarios, pero no es un sistema perfecto”.

Por su parte, la directora Digital y Consumer Engagement en Llorente y Cuenca Panamá, Giuliana Venutolo, se mantiene firme en que “la actitud de los usuarios frente a los escándalos de Facebook no ha sido tan conservadora en su reacción, y aunque hay muchos que encuentran la red social como una amenaza para su seguridad y han optado por salir de la misma, hay otros muchos que aún confían y se sienten seguros con ella”.

Señaló a nuestro diario que lo importante para Facebook es la presencia de los grupos de interés, pero “lo que sucede con estos escándalos es, que al ser dueña de otras redes sociales utilizadas por millones de personas como Instagram y Whatsapp, sus conflictos salpican la reputación de estas y eso llega a otros usuarios; entonces se crea una bola de nieve reputacional que siempre va a estar sujeta a Facebook y lo que haga. Si estas plataformas hacen actualizaciones para eliminar los supuestos bugs que afectan la seguridad y privacidad, estos usuarios seguirán dentro de la plataforma”.

Facebook ha ido sufriendo una baja de usuarios como cualquier otra red social, pero sus constantes conflictos con la seguridad para los usuarios podría dejarla en un escalón bajo en la pirámide de confianza de los usuarios.

“Los consumidores ya se han dado cuenta de que Facebook cumplió su objetivo que incluía dar una línea de tiempo personal, plasmar momentos de tu vida, compartir experiencias con una comunidad y ahora está en un segundo plano siendo ignorado por los centennials y millennials. Es un tema de adaptación de consumo y desconfianza a la plataforma”, anotó Talavera.

Talavera puntualizó que existen muchos puntos grises en el tema de control de las redes sociales, “porque está ligado al hábito de consumo de sus usuarios y eso es algo que se crea individualmente. Si hablamos de las adicciones, las redes sociales también se convierten en una porque es parte de su naturaleza, ya que siempre están buscando formas de mantenernos pegados a la pantalla”.

“No creo que vaya a existir una ley cercana a restringir o controlar el consumo de redes sociales, sino que es un problema social que se debe abordar desde casa con cada usuario, fomentando valores de autocontrol, prudencia y pensamiento crítico”, añadió, “así como no se puede realmente controlar lo que se publica en internet, no se puede controlar quién lo publica o quién lo utiliza. Es un trabajo que se debe llevar a nivel social y luego aplicarlo en el ecosistema digital”.

Para Venutolo, el impacto de las redes sociales ha sido transformador en la forma en la que “nos relacionamos, compramos, pensamos e interactuamos. La hiperconexión que existe actualmente pasa su factura a las marcas porque estamos sobresaturados de contenido, entonces en este mercado es difícil atravesar el ruido innecesario y debe recurrir a recursos como pauta para asegurarse de que su mensaje llegue a las audiencias, lo que a la vez se convierte en un ruido invasivo”.

“Cuando suceda una falla es importante aceptar el error y no tratar de minimizar sus consecuencias e impacto, ya que las redes sociales como Facebook e Instagram les deben a los usuarios el ser transparentes en admitir lo que pasa y comunicar el riesgo en el que se ven implicados los usuarios a raíz de la falla; de igual forma, los equipos deben tener a las personas correctas, especialmente de ciberseguridad, que hagan las investigaciones pertinentes para evitar fallas en un futuro. Incluso el departamento de comunicación debe ayudar a suavizar el impacto reputacional que pueda llevarse a cabo luego de la falla”, añadió Venutolo.

También mencionó que es necesario reparar el fallo, de forma práctica y simbólica, siendo explícitos en las medidas que se toman para evitar que sucedan nuevamente y luego recuperar la seguridad y confianza de los usuarios. “Lo más importante es reconocer la impermanencia de las redes sociales”, enfatizó, “siempre habrá redes sociales nuevas e iremos migrando de una a otra, atraídos por las nuevas opciones para explorar, por lo que los consumidores deben tener claro que ninguna red social durará para siempre”.

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