La educación, el cimiento de todo desarrollo

Muchas veces he dicho en este espacio que, según mi análisis, en el mundo contemporáneo sólo existen tres tipos de modelos de negocios, los que se basan en infraestructura, en contenidos y en el know how . Pocos logran darse cuenta que si se tiene el último se pueden construir los otros dos, y los países que lo entienden comienzan a invertir en el conocimiento.

¿Como se invierte en conocimiento? La manera de hacerlo es darle prioridad a la educación, la cultura y las capacidades digitales y tecnológicas. He aclarado el concepto de ‘capacidades tecnológicas’ en vez de ‘tecnología’, pues la gente tiende a pensar que regalar computadores o tabletas es suficiente para crear conocimiento y verdadero desarrollo en estas áreas.

En los países que le apuestan a la creación de conocimiento lo primero que plantean es la evaluación de su sistema educativo. Esto se ha ce con el propósito de que en la sociedad se valore más el conocimiento que las posesiones. Es un trabajo que se viene gestionando desde kínder, con los chicos de primaria, los muchachos de bachillerato y en los jóvenes de la universidad.

Sólo cuando los ejecutivos de los bancos entiendan que una idea que se convierte en un proyecto efectivo, es más valiosa que un galón de petróleo y una hectárea de terreno, tendremos verdaderos negocios basados en la innovación y podremos competir en los mercados globales.

El sistema educativo de un país es como su software , y sólo cuando logramos que se actualice a la misma velocidad que el hardware , podremos comenzar a cosechar verdaderos emprendedores, capaces de crear empresas que valgan millones y que le vendan a los mercados globales.

Nuestros países no han entendido que quedarse quieto es no avanzar, pues como los otros países en el mundo sí avanzan, lo que empieza a pasar es que echamos para atrás.

La educación es, en esencia, la única forma de generar cambios reales en las sociedades.