Todo es ficción

  • 17/08/2025 10:51
El escritor mexicano Jorge Volpi plantea que prácticamente todo lo que nos rodea es ficción, o por lo menos se parece bastante a ese universo marcado por lo imaginativo

Para Jorge Volpi (México, 1968) todo es una ficción, incluyendo la tecnología, la razón y hasta quizás esta nota.

Este escritor mexicano disecciona el concepto, los orígenes y el alcance de esa palabra vinculada con la imaginación, las mentiras verdaderas, lo supuesto y las simulaciones en su nuevo ensayo “La invención de todas las cosas – Una historia de la ficción” (Alfaguara).

Este autor de 15 novelas se veía bastante real cuando estaba conversando conmigo sobre este libro en uno de los salones del Palacio Nacional de la Cultura de Guatemala.

Aprovechamos para conversar durante una de sus pausas entre las participaciones que tuvo en el programa cultural de Centroamérica Cuenta, festival que en mayo de 2026 ocurrirá por segunda vez en Panamá.

Primeras historias
¿Cuándo sentiste que te dedicarías a la ficción?

No sabía a qué me iba a dedicar. Pensaba que iba a poder ir hacia el lado de la ciencia o hacia el psicoanálisis y la psicología o hacia la historia. Y a los 16 años conocí a Eloy Urroz y a Ignacio Padilla (futuros escritores pertenecientes a lo que se bautizó como la generación literaria del crack) en la escuela. Y los tres participamos en un concurso de cuentos. Y en ese momento, después de escribir ese cuento, me di cuenta, paradójicamente, de que quería dedicarme a esto.

Cuando escribías esos primeros cuentos, ¿imaginaste en algún momento delirante que se podía vivir de narrar?

Parte de iniciar a escribir, es porque imaginas que vas a tener una vida de escritor. Luego no se parece del todo, ¿no? O sea, uno no imagina que vas a dedicarte más tiempo a hablar de tus libros que a escribirlos, jajajaja.

¿La realidad es una ficción?

Mi tesis es que la realidad existe. Aquí estamos tú y yo sentados en este sitio. Pero la única forma que el ser humano tiene de enfrentarse a la realidad es por medio de la ficción. Lo único que le da orden y coherencia a la realidad es la ficción. Aunque si algo tiene sentido en lo real, eso es la ficción.

Igualdad
¿La ficción ayuda a la convivencia?

No necesariamente. La ficción también puede ayudar exactamente a lo contrario. La ficción ha provocado guerras, masacres. Hoy mismo, en esta época, las invasiones a Ucrania y a Gaza, ambas están sustentadas en ficciones criminales. Pero también siempre los seres humanos hemos tenido ficciones que refuerzan nuestro lado más cooperativo. La mayor ficción necesaria es que todos somos iguales, de que todos tenemos el mismo valor, que todos merecemos los mismos derechos y tenemos las mismas oportunidades de ser felices.

¿Estas últimas son ficciones necesarias?

Claro que sí. Son ficciones que, por fortuna, hemos construido los seres humanos a lo largo del tiempo y que tenemos que seguir defendiendo.

Nuevas realidades
¿Qué valor debería tener la imaginación en los programas educativos?

Sería muy importante que en las escuelas hubiera clases de ficción para que los alumnos no estén condenados solo a estudiar literatura como si estuviéramos todavía en el siglo XIX, sino que deben estudiar todas esas enormes variedades de ficción a las que ellos se enfrentan cotidianamente: el cómic, la novela gráfica, el podcast, las series de televisión, los videos en YouTube y los de Tik Tok.

Las redes sociales se han vuelto un cúmulo de ficciones.

Exactamente. Vamos construyendo ficciones todo el tiempo con las redes sociales. Dejé de utilizar paulatinamente las redes sociales. Primero dejé hace unos 15 años Facebook y el resto las he ido dejando, sobre todo Twitter (ahora llamada X), contra la que tengo una querella personal. Me parece que Twitter un espacio terrible, diseñado para el odio, la confrontación y la desinformación. No es un espacio público por más que tengamos la ficción de que lo es. Y ahora que tiene un solo dueño que lo utiliza a su antojo, peor.

La cereza del pastel es la inteligencia artificial.

Eso sí es una novedad que no había existido antes. La mente humana es capaz de crear ficciones. Hay un paso intermedio que nunca habíamos tenido: la inteligencia artificial. Pronto la mayor parte de las ficciones que vamos a consumir estarán creadas o con la ayuda de la inteligencia artificial o serán hechas por completo por la inteligencia artificial misma. Y por supuesto que eso es inquietante porque la inteligencia artificial va a producir ficciones que no son idénticas a las ficciones de los seres humanos, por más que parezcan serlo.

Espejos y cámaras
Volvamos a lo humano. Si uno se mira al espejo y dice: “hoy será un gran día”. ¿Eso es ficción?

Por supuesto, también es ficción. Construimos ficciones cada día, en cada momento, a todas horas, para tratar de darle sentido y coherencia al mundo y nosotros mismos somos ficciones.

¿Y al mentir?

Las mentiras son siempre ficciones, pero las ficciones no siempre son mentiras. La mentira es una ficción que se alimenta de lo real, a partir de la manera de cómo interpretamos los datos. Cuando nos desentendemos de la realidad, entonces intencionalmente mentimos.

¿La esperanza y los recuerdos?

La esperanza es una ficción que nos hace humanos. El cerebro humano, con nuestra memoria, siempre está recreando la realidad. La mente humana no está hecha para ser una especie de cámara fotográfica o de video que graba todo y se mantiene fija en todo momento, sino que la vamos arreglando, componiendo, y vamos reinventando cada momento a través de los recuerdos para darle coherencia al pasado desde el presente.

¿Y la ficción como creación y oficio?

Ahí sí varía mucho. A veces uno siente que uno como escritor es un instrumento de las ficciones, en vez de que uno sea el que las crea. Te invade una ficción, aunque sea muy embrionaria, que se va apoderando de tu mente y luego es como que te obliga a escribirla, como si esa idea fuera un parásito dentro de ti.

¿Qué te atrae de la ficción de los otros escritores?

La ficción nos permite creer que podemos meternos en las mentes de los otros escritores, que podemos tener más de una vida, que podemos tener más de una experiencia, y eso es maravilloso.

¿La ficción se logra dominar?

No la dominamos. Por eso todo el tiempo estamos entre ficciones, pero a veces hay ficciones muy destructivas que tenemos que contrarrestar con esas ficciones que nos den esperanza. La ficción está en todas partes y no la podemos controlar. Está en los relatos que nos hacemos nosotros mismos, los que nos cuentan nuestros padres y abuelos, y, por supuesto, en los relatos de los políticos.

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