Comer sano cuesta caro

PANAMÁ. Dos libras de uvas rojas sin semillas cuestan $5.33 dólares; una libra de lechuga de mantequilla oscila entre $1.40 a $1.67, dependiendo de si la compra en un mercado o en un supermercado, respectivamente.

El constante incremento en los precios de los alimentos que componen la Canasta Básica de Alimentos (CBA) no se detiene.

Hasta febrero registró $303.69 dólares, siendo $1.78 más que en enero de este año, informa la Autoridad del Consumidor y Defensa de la Competencia.

Este efecto en el aumento de los productos básicos ha provocado que muchas familias panameñas hallan dejado de consumir algunos productos esenciales.

SOLUCIONES

Las verduras y frutas frescas, quesos magros, grasas de buena calidad derivadas de frutos secos y pescados frescos, pueden tener precios elevadísimos, pero se trata de alimentos muy sanos con muchos micronutrientes esenciales, asegura la nutricionista Cristina Cenice, quien afirma que lo más importante para una buena alimentación es la selección de los productos.

‘No podemos negar que los cereales no refinados, las legumbres y algunas hortalizas y frutas de temporada también se consiguen a buen precio y son de gran ayuda si queremos comer sano’, anotó.

Por ejemplo, el precio del brócoli y la coliflor, alimentos muy saludables y que deben forman parte de la dieta, varía según el lugar donde los compre.

La carne en general es un alimento muy costoso y mucha gente basa su dieta semanal en 3 o 4 días de carne —incluso mucho más—, expresó la nutricionista Cenice. Por lo que recomienda reemplazar tanto consumo de carne por porotos negros, judías o frijoles, y por arroz integral.

Otra solución para comer saludable y económico está en enlatados de productos del mar.

El atún o las sardinas enlatadas son un excelente alimento para comer sano y son menos costosos que la carne.

Una ensalada de atún o sardinas con verduras hervidas es una alternativa increíblemente saludable y económica, indica el nutrioionista Alvin Peñalba.

Aunque advierte que ‘recordemos que hay otros enlatados que son más costosos que comprar un pollo o una carne’.

‘Comer sano y cuidar tu cuerpo le agrega años a tu vida.

Llevar hábitos de alimentación pobre nutricionalmente hablando por el contrario te los quita.

Si piensas un momento en los costos asociados con comer mal (médicos, remedios, ropa…) la brecha se agranda a favor de comer sano’, destaca Peñalba.

Por su parte, la nutricionista Fanny de Cardoze recalca que comer sanamente puede ser costoso para nuestro bolsillo pero hay que hacer un cambio en nuestras vidas, porque siempre vale la pena hacer esfuerzos a favor de nuestra salud.