Vuelven los superhéroes sin poderes

Actualizado
  • 26/09/2013 02:00
Creado
  • 26/09/2013 02:00
PANAMÁ. Cuando se estrenó la primera parte de Kick-Ass (2010), la industria del cine estaba viviendo una renovación de los clásicos supe...

PANAMÁ. Cuando se estrenó la primera parte de Kick-Ass (2010), la industria del cine estaba viviendo una renovación de los clásicos supehéroes. Por esos años también aparecieron Defendor (2009) y Súper (2010), otras dos películas sobre justicieros amateurs y sin poderes, y sorprendieron Scott Pilgrim contra el mundo (2010) y Watchmen (2009). Todas ellas eran un soplo de aire fresco para el género.

Kick-Ass, la adaptación del cómic de Mark Millar y John Romita Jr., fue una de las sorpresas más gratas de esa camada. Con ella, Matthew Vaughn, un director más o menos novato, terminó de confirmar su talento y al año siguiente estrenó X-Men: primera generación. Y una pequeña Chloë Grace Moretz logró que Hit Girl se convirtiera en uno de los personajes más memorables del mundo de los superhéroes.

Es importante tener en cuenta todo esto para hablar de Kick-Ass 2 porque es imposible evitar las comparaciones. Así que seamos sinceros y bajemos las expectativas desde el principio para poder disfrutar de la película: en esta segunda parte no vamos a encontrar ni la frescura ni la calidad ni la película de culto que fue su predecesora.

Pero no por ello deja de ser una cinta interesante y recomendable para ver. Sobre todo porque, ahora con Jeff Wadlow en la dirección, la historia pasa a un segundo nivel: la parodia ya no es sólo a los superhéroes, sino también a los supergrupos, como X-Men, la Liga de la Justicia y los Vengadores.

Todo empieza donde termina la primera parte de la saga. Después de la muerte del mafioso de su padre a manos de Kick-Ass, Chris D’Amico (Christopher Mintz-Plasse) se autonombrará súpervillano bajo el nombre de The MotherFucker (El Hijoputa). Y con su nuevo disfraz, hecho a base vestimentas sadomasoquistas de la madre, contratará a un grupo de exconvictos para acabar con su archienemigo.

Probablemente la escena en la que le da nombres a sus secuaces sea una de las más divertidas de la película. En ese momento surgen Peste Negra, El Tumor y la implacable Madre Rusia, interpretada por la fisicoculturista Olga Kurkulina, que es sin duda uno de los mejores hallazgos visuales del filme.

Desde el bando de los buenos, también surgirá un nuevo grupo. Después de tres años sin Kick-Ass patrullando las calles, aparecerán nuevos justicieros de trajes cosidos a mano que decidirán juntarse bajo el nombre de Justicia por Siempre. Es gracias a ellos que Dave Lizewski (Aaron Taylor-Johnson) decidirá volver a ser Kick-Ass y Mindy McReady (Chlöe Grace Moretz) dejará de intentar convertirse en una chica típica de secundario para ponerse el antifaz de Hit Girl.

Kick-Ass 2 derrocha personajes interesantes. De eso no hay duda. Aunque por momentos se espera que se desarrollen historias que no llegan. Al menos así sucede con el personaje de Jim Carrey. Es una lástima que no llegue a ser explotado como se merece. Y algo similar ocurre con John Leguizamo, que hace de tutor de The Motherfucker.

Pero no hay que desesperar. A pesar de haber perdido ese aire fresco de la primera parte y de los innumerables personajes, a medida que avanza la historia, le vamos tomando cariño. Es entonces que empezamos a disfrutarla.

En gran parte, eso se lo debemos una vez más a la muy buena interpretación de Chlöe Grace Moretz como Hit Girl, esta chica que con sólo 16 años ya es candidata a tener su propio lugar en Hollywood. Por el momento, tiene otra película por estrenarse a fines de este año y está comprometida en otras siete para los próximos dos.

Vale la pena avisar que al terminar los créditos hay una brevísima secuencia sorpresa. Así que: a no levantarse de la silla. ¿Será la señal de que se viene una tercera parte? No es un dato menor que en junio de este año se editó el primer volumen del cómic Kick-Ass 3.

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