Retrato de un soñador

Actualizado
  • 16/01/2014 01:00
Creado
  • 16/01/2014 01:00
PANAMÁ. Cuando el año pasado la 20th Century Fox le pidió al director de cine Casey Neistat que pensara en algo para promocionar La incr...

PANAMÁ. Cuando el año pasado la 20th Century Fox le pidió al director de cine Casey Neistat que pensara en algo para promocionar La increíble vida de Walter Mitty, ya tenía la idea de hacer una campaña que sirviera de inspiración para que la gente tuviera ganas de salirse de su rutina y hacer algo que nunca había hecho. Casey sólo interpretó esa idea cuando decidió usar el presupuesto —de 25 mil dólares— que estaba destinado para la campaña en ayudar a las víctimas del tifón de Filipinas. Y aunque el video que después subieron a Youtube no se viralizó lo suficiente, la idea quedó clara.

HISTORIA DE SUPERACIÓN

La increíble vida de Walter Mitty, la nueva película de Ben Stiller, es un nuevo paso en su carrera como director. Lejos de sus últimas comedias, como la absurda Zoolander (2001) o la paródica Una guerra de película (2008), este film es una historia sobre superación personal que sólo por momentos busca hacer reír. La película cuenta la historia del encargado del departamento fotográfico de la revista Life, quien lleva ya 16 años en su mismo trabajo de escritorio. Walter Mitty (Ben Stiller), ese es el nombre de nuestro soñador, recurre a la fantasía para sobrellevar su vida rutinaria. Es lo que, por lo general, conocemos como un soñador despierto: por momentos se desconecta de su realidad monótona y aburrida y se dedica a vivir las increíbles aventuras que le ofrece su imaginación.

Su vida comienza a cambiar cuando una importante empresa compra la revista y su puesto de trabajo corre peligro. La pérdida de un negativo fotográfico fundamental para la última edición en papel de Life —ya que se convertirá en una publicación digital con el cambio de propietario— hace que este hombre solitario con una enorme imaginación se embarque en una aventura mucho más grande de la que podría haber imaginado. Siguiendo el rastro de ese negativo, Walter Mitty viajará desde Nueva York a Groenlandia, Islandia y Afganistán.

El guión, a cargo de Steven Conrad, es una adaptación de un cuento de unas seis páginas escrito por James Thurber en 1939, que ya había sido adaptado al cine en 1947 por el director Norman Z. McLeod (con un excelente Danny Kaye como protagonista).

Esta nueva versión, sin embargo, es completamente distinta. Menos fiel al original, aunque manteniendo la idea central, incorpora además una crítica a la vida moderna. Si bien la mayor parte del film se lleva adelante con el personaje interpretado por Ben Stiller, el elenco se completa con muy buenas actuaciones que hacen resaltar aún más su protagonismo: Shirley MacLane como madre de Walter, Adam Scott como el jefe encargado de desmantelar la empresa, Sean Penn como el fotógrafo nómade al cual Walter se dedica a perseguir y Kristen Wiig como la chica de la cual el protagonista está enamorado en secreto (al menos al principio).

Los rubros técnicos también se llevan un punto a favor. La fotografía del film es impecable y fundamental. El contraste de los colores de las fantasías y las aventuras con la vida monótona y gris de la rutina y la forma de mostrar escenarios naturales de una manera majestuosa son claves para el transcurso de la película.

La banda de sonido, a cargo de Theodore S hapiro, es también muy buena, y es realmente memorable la escena con la canción ‘Space Oddity’ de David Bowie.

El resultado es una película sincera y cálida, con un poco de humor, melancolía y mucho optimismo.

La increíble vida de Walter Mitty hace reflexionar sobre la necesidad de llevar a la realidad las aventuras que imaginamos y el tiempo que pasamos frente a la pantalla de nuestra computadora. Aunque no por eso debemos ver a los sueños como algo negativo. A fin de cuentas, todo empieza con un poco de imaginación.

19 AÑOS DESPUÉS

La idea de hacer una remake de La increíble vida de Walter Mitty comenzó hace muchos años, de la mano de Samuel Goldwyn Jr., el hijo del productor original del film dirigido por Norman L. McLeod en 1947. Pero el proyecto se fue postergando una y otra vez, y en los últimos 19 años hubo una larga lista de actores, guionistas y directores involucrados.

Aunque ahora resulte difícil imaginarlo, el primer actor en el que se pensó para el protagónico fue Jim Carrey. Era su época de esplendor, con Ace Ventura (1994), La Máscara (1994) y Tonto y retonto (1994) al mismo tiempo en la pantalla grande. Ron Howard, por su parte, fue el primer director que se barajó. Pero el proyecto pasó primero a manos de Paramount y después de la 20th Century Fox, y los nombres fueron cambiando.

Mark Waters, Chuck Russell, Steven Spielberg y Gore Verkinski desfilaron por la dirección. Owen Wilson, Mike Myers y Sacha Baron Cohen estuvieron cerca de haber sido los protagonistas. Fue algunos años después que finalmente surgió Steven Conrad como guionista y Ben Stiller llegó para adueñarse de los dos puestos más disputados: el protagónico y de la dirección.

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