Phoenix brilla en la Berlinale con terapia de un kamikaze

Actualizado
  • 21/02/2018 01:00
Creado
  • 21/02/2018 01:00
Van Sant, de regreso en la Berlinale tras haber estado en la sección oficial de ese festival con Good will hunting

El actor Joaquín Phoenix brilló en la Berlinale con Don't worry, he won't get far on foot , un filme dirigido por la mano maestra de Gus Van Sant y centrado en la rehabilitación de un kamikaze en silla de ruedas, adicto al alcohol y otros abismos.

‘Nos ceñimos en lo posible al personaje real, desde al accidente que le deja paralítico a su superación personal', explicó el director estadounidense sobre su filme, basado en la biografía de John Callahan, quien a los 21 años quedó en silla de ruedas y al que su cáustico sentido del humor redimió como exitoso dibujante.

Van Sant, de regreso en la Berlinale tras haber estado en la sección oficial de ese festival con Good will hunting (1998), Finding Forrester (2003) y Promised Land (2013), sitúa al espectador en los primeros veinte minutos bajo la tensión de un joven Callahan en su últimos día de ‘vida andante'.

La tragedia le acecha en cualquier esquina desde el momento en que sale a comprar la primera botella del día, recién salido de la ducha, hasta que muchas horas y botellas después se topa con alguien tan sediento como él -Jack Black-, en busca de la mejor fiesta.

De ahí salta al momento en que un médico le da el diagnóstico y sentencia -parálisis de por vida-, para empezar el largo camino de terapias y recaídas, entre litúrgicas sesiones de alcohólicos anónimos y lecciones sobre lo que a partir de entonces va a ser su sexualidad.

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