Un humor que rompe el hielo

Arturo Montenegro hace historias que trascienden a una pantalla. Fusiona la comedia y la realidad con tal pulcritud que uno termina seducido por sus obras. El director, guionista y actor panameño hoy da un paso al frente y se planta ante la algarabía roja. Decide usar su mayor habilidad para celebrar la más grande hazaña de una selección, su selección: Panamá va al Mundial y Montenegro denota su emoción a través de su nueva producción Congelado en Rusia , un filme divertido para disfrutar en familia. Su estreno es este jueves 31 de mayo. El reparto lo preside el instagramer Joshua Blake, conocido como ‘Itssblakee', y la actriz rusa Ekaterina Pripasnikova.

Montenegro se destapa y explica, como si fuese un cuento, de qué trata su cinta. ‘Todo comienza en el contexto cuando Panamá sueña con clasificar por primera vez a la Copa del Mundo. Allí aparece Jamal (Joshua Blake), el fanático más acérrimo de la selección de fútbol nacional quien está sumergido en una gran depresión luego de la fatídica pérdida de la roja ante el onceno de los Estados Unidos (4 a 0).

Con el destino, su loro ‘Ronaldo' y sus amigos en contra, decide ir de rodillas hasta el Cristo Negro de Portobelo para hacerle una promesa: si la sele clasifica, en su último partido, al mundial de Rusia 2018, él se casará con una rusa. Al Cristo (humanizado) parece no gustarle la idea, así que Jamal rectifica y le promete que si le cumple, él estará casado antes de que comience la máxima competencia de balompié', apunta.

El padre de ‘Donaire y Esplendo' y ‘El Cheque', presume su proyecto y expresa su satisfacción al palpar su resultado. ‘Es una película dirigida, especialmente, a la fanaticada. Quisimos, en su trama, evidenciar el choque del culturas entre Rusia y Panamá, considero que lo hemos logrado', comenta.

Además, subraya que fue una producción muy costosa en sus dos fases de rodaje: tres semanas en Rusia y dos en Portobelo y San Miguelito. También añade que el guiño especial del filme lo hizo la Orquesta Sinfónica de Macedonia con sus distinguidas melodías.

Como anécdota del rodaje Montenegro evoca: ‘Te puedo relatar que una de las cosas que más nos afectó fue el clima de Rusia. No estamos acostumbramos a temperaturas de 17 grados bajo cero. Teníamos que trabajar todo el día en exteriores y bajo esa condición. Se nos congelaban los pensamientos... era difícil hasta pensar', dice en tono jocoso.

Mucho se ha dicho de que en Panamá hay una serie de elementos que conspiran contra la cultura: cine, teatro, música… Montenegro aprueba esta premisa aunque afirma que esta área, en el país, ha dado pasos agigantados. ‘A la cultura en Panamá la veo mucho mejor que ayer, pero definitivamente le falta muchísimo en materia de desarrollo humano. Se necesita más educación. Que la gente pueda considerar las expresiones artísticas como una alternativa. Y muchos las desconocen. La cultura necesita que todo el mundo participe para promover un movimiento interesante. Se requiere hacerla accesible. Todavía se maneja a nivel de la élite: todos los eventos son para ese grupo minúsculo de la sociedad. Se debe asumir el reto de saber cómo llegar a la mayoría del país', decreta con firmeza.

Para Montenegro el cine tiene un privilegio mágico, género de excelencia en el arte de contar. ‘El cine tiene ese poder de influir en la vida de las personas, de impactarlas , de hacerlas sentir vivas. El cine destaca lo mejor o lo peor de la historia, de sociedades, de países de gente. Es un documento audiovisual que queda para la posteridad y que los seres humanos recuerda. Pocas cosas en la vida pueden llegar a ser tan maravillosas'.

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‘A la cultura en Panamá la veo mucho mejor que ayer, pero definitivamente le falta muchísimo en materia de desarrollo humano. Se necesita más educación. Que la gente pueda considerar las expresiones artísticas como una alternativa',

ARTURO MONTENEGRO

DIRECTOR DE CINE