Will Smith y la revancha de los clones

Actualizado
  • 10/10/2019 00:00
Creado
  • 10/10/2019 00:00
La nueva película del director taiwanés Ang Lee, protagonizada por Mary Elizabeth Winstead, Clive Owen y Will Smith en un doble papel, trae efectos especiales que cautivarán a los espectadores

Esta semana se presenta en las salas de cine el último proyecto de Ang Lee, Proyecto Géminis (Gemini Man). Esta vez con la actuación de Will Smith, protagonizando a Henry Brogen, un veterano asesino a sueldo que es perseguido por su clon treinta años más joven, que tiene el encargo de acabar con su vida.

Will Smith y la revancha de los clones

Para aquellos que disfrutan del cine de ciencia ficción, la ingeniería genética es una de las fuentes de mayor producción de series y películas en los últimos años, que incluso ha tenido una legión de fanáticos.

Posiblemente, uno de los mejores ejemplos lo propuso Steven Spielberg cuando, a través del libro Parque Jurásico de Michael Chrichton, nos llevó a meternos en el dilema de la ingeniería genética a través de la clonación de dinosaurios y la mala planificación de parques temáticos.

También, existieron malas versiones de clásicos literarios como La Isla del Dr. Moreau, cuya última versión de cine con Marlon Brando fue la más parodiada, aunque lo que queda es el buen recuerdo de su fuente literaria de HG Wells que muestra el lado perverso de la manipulación genética en una locación llena de híbridos.

En el cine de clones, uno de sus mejores capítulos es Código 49, de Michael Winterbottom, donde existió una discusión amplia sobre el combate a los prejuicios donde reinaba la clonación y el ADN perfecto imperaba.

Recordemos que han existido franquicias tan bizarras como la de Resident Evil, que coronó a Milla Jovovich como la reina de la acción clase B a propósito de las malas prácticas de clonación en la creación de virus imparables.

Por cierto, Avatar, de James Cameron, por muchos años fue la película que más dinero ha recaudado en la historia del cine, y nos enseñó que para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se creó el programa Avatar, donde los seres humanos mantenían sus conciencias y podían mantener los cuerpos de los habitantes del planeta, clonando su ADN.

Claro está, la literatura, a través de José Saramago, ha podido trasladarnos esos dilemas existenciales, cuyas versiones cinematográficas adquieren valor. Tal es el caso de Enemigos, película basada en la novela El hombre duplicado, en donde su personaje principal Adam (Jake Gyllenhaal) es un afable y monótono profesor de historia que descubre a un actor idéntico a él y por supuesto, se obsesiona.

Y qué decir de uno de los mejores ejemplos del género, con el filme de Andrew Niccole titulado Gattaca, que nos expone una sociedad dividida por las experiencias con el ADN humano.

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