'Luca', la remembranza de la inocencia y las amistades

En la nueva cinta de Pixar, Luca, el director italiano Enrico Casarosa destaca con su innovador estilo narrativo y una nueva dirección en el diseño de personajes, paisajes y elementos que componen la historia de Luca, un pequeño monstruo marino de 11 años que vive en un pequeño pueblo en la costa de la Riviera Italiana, y quien descubre en un verano especial la importancia de la amistad, la valentía, la inocencia y la familia. La cinta estará disponible con premium access en la plataforma de streaming Disney Plus, y en cines seleccionados a partir del 18 de junio.

Luca (Jacob Tremblay) conoce a Alberto (Jack Dylan Grazer) en un verano que cambiará sus vidas, llevándolos a una aventura por obtener la libertad que anhelan, y es a través de este camino que encuentran a Giulia (Emma Berman), una pequeña niña pelirroja que despierta en ambos la chispa del trabajo duro, la curiosidad y el coraje para enfrentar las situaciones difíciles que suceden en la vida de los niños, aunque al crecer esto pueda olvidarse en medio de las vivencias de la adultez.

Si bien la historia de Luca pueda sonar conocida, la diversidad de personalidades, sitios y temáticas dentro de su narrativa nos llevan a conocer cada capa de los personajes, desde el trío de amigos hasta los padres de Luca, Daniela (Maya Rudolph) y Lorenzo (Jim Gaffigan), quienes toman roles de protectores y guardianes del mundo subacuático al que pertenecen Luca y Alberto.

Rudolph y Gaffigan muestran personajes profundos, con preocupaciones y aspiraciones que todo padre y madre pueden reconocer e identificar en el proceso de crianza de los hijos, y conocerse en esta etapa de la vida.

Una vez Luca y Alberto forman un lazo fuerte de amistad, deciden buscar su libertad (simbolizada a través de una Vespa) y recorrer el mundo para conocer lo que no pueden al vivir bajo el agua.

La transformación ancestral que sufren al estar en tierra funciona como una herramienta de narración para las verdaderas emociones de los personajes y la urgencia de mantener el secreto ante los humanos. Además, la dirección de la animación en esta entrega recuerda las inspiraciones de clásicos del stop-motion como Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales (2005, Steve Box y Nick Park), o Lo que el agua se llevó (2006, David Bowers y Sam Fell), pero con una introducción del 3-D y las mejoras en la creación de efectos sutiles en elementos naturales, el mar, la luz solar, la lluvia e incluso la naturaleza marina, lo que da una sensación más viva al observar cada escena de la cinta.

Como parte importante de Luca, se presenta la música italiana de géneros diversos como el pop y la ópera que son parte de la vida de los personajes, su entorno y una pizca personal de las experiencias de Casarosa como natal de Italia. De la mano del compositor Dan Romer, la experiencia italiana se impregna en las escenas, dando un ambiente lleno de nostalgia (aunque no sepas hablar italiano), calidez y alegría, adaptada a cada emoción que presentan los personajes.

Pese a que la época en la que transcurre la historia no se aclara del todo, las experiencias que viven los jóvenes amigos son atemporales, desafiando a villanos (tan villanescos como se pueden conocer) y logrando descubrir quiénes son en el proceso de maduración que, queramos o no, llega en el momento justo.

En una conferencia de prensa con el equipo productor de la cinta, en la que participó La Estrella de Panamá, el director de la producción, Enrico Casarosa, indicó la importancia de contar la historia de Luca “como una experiencia que todos hemos vivido y que resuena en la humanidad”.

“Nací en Génova, que es esta pobre ciudad en la riviera. Y yo era un niño tímido, un poco protegido por mi familia. Y cuando conocí a mi mejor amigo a los 11 años, mi mundo se abrió”, comentó el cineasta, “y así, en ese tipo especial de veranos cuando creces y te encuentras a ti mismo, me hizo pensar en cuando nos encontramos con nuestras amistades, cuánto nos ayudan a encontrar un poco lo que queremos ser”.

Inundado con colores vibrantes y escenas de fantasía, Luca presenta una historia original y creativa que da un toque distinto a las clásicas de Pixar, también centradas en la importancia de descubrir quiénes somos y hacia dónde vamos, apoyados por una red de familiares y amigos solidificados en la tempestad.

Para la productora Andrea Warren, Luca llega a una audiencia amplia en todo el mundo como un relato de gran significado: “Para mí, esa noción del significado de la amistad realmente resonó. Uno de los temas principales es el 'Silencio Bruno' que es una herramienta sobre cómo derrotar a los críticos internos y superar la sensación de duda. También los niños y jóvenes podrán aprender que es algo bueno rodearse en la vida con algunos Albertos”.

“Me identifico con Luca porque es un chico tímido al principio, que no ha explorado lo que hay más allá de su hogar, pero al conocer a Alberto descubre un mundo lleno de posibilidades que puede ser interesante y atemorizante al mismo tiempo, pero pronto descubre que tiene más valentía de la que todos, incluso él, pensaron, y eso es importante para nuestra vida, tanto de niños como de adultos”, comentó el actor Jacob Tremblay quien presta su voz para Luca en la versión original.

Por su parte, Jack Dylan Grazer, quien interpreta al extrovertido Alberto, señaló: “Soy igual a Alberto en muchas facetas, generalmente soy quien lleva a los demás a cometer locuras y a emprender aventuras, porque tengo mucha energía. Pero ese balance de personalidades es realmente lo que hace entender a Alberto que hay más en la vida que solo jugar todo el tiempo; se requieren metas y se necesitan personas que te amen a tu alrededor”.

Y es cerca del final de la película cuando la música envuelve a todos (incluyendo al espectador) en un revuelo de emociones intensificadas por las hermosas vistas del paisaje italiano, que el hilo conductor de los 96 minutos de duración de la historia, lleva a un punto cúspide de enseñanza en la vida de Luca y Alberto: crecer no significa olvidar.

“Los momentos que recordamos, estar con amigos durante el verano, regresar a casa con el cabello mojado y con la calidez del sol aún en la piel, rodeados de risas y juegos, es parte del romance que existe en toda amistad. Esos momentos son los que vivimos nuevamente al observar esta película, cuando nos enamoramos de las amistades, sean cercanas o de verano en verano, y luego se mantienen como tesoros el resto de nuestra vida”, apuntó Rudolph.

Es a través de Luca que Pixar y Walt Disney Studios recrean el pilar de sus obras y que se mantiene atemporal, real y emocionante en cada una de las historias: el poder de descubrirnos a nosotros mismos, al crecer con otros.