Concesionaria Madden Colón llevó a cabo un simulacro de accidente sobre la autopista como fase final del Curso de Formación de Brigadas de Emergencias,...
- 06/03/2009 01:00
- 06/03/2009 01:00
ESPAÑA. Parecían condenadas a ser sex-symbols, pero han sabido reconducir su carrera con sutiliza, talento y desgarro. George Cukor, un clásico de Hollywood especializado en dirigir a actrices (de la Garbo a Marilyn, pasando por Katharine Hepburn), sabía que «no hay mayor espectáculo que ver llorar a una mujer».
Y los directores contemporáneos están de acuerdo. Las lágrimas favorecen más a una diosa del celuloide que una de esas conocidas máscara de pestañas waterproof.
Es el caso, sin ir más lejos, de Charlize Theron y Kim Basinger, que ganaron el Óscar con sendos papeles de mujeres maltratadas por la vida y que revalidan en la nueva película del mexicano Guillermo Arriaga, The Burning Plain (estreno, 6 de marzo) su condición de sufridoras natas. Tras su sonadísimo divorcio -artístico, se entiende de Alejandro González Iñárritu, el guionista de las desoladoras Amores perros, 21 gramos y Babel, Arriaga debuta tras la cámara con otro entramado de historias protagonizadas por esos personajes atormentados que tanto gustan a los académicos de Hollywood.
También en España la Academia parece preferir las penas a las alegrías, y si no que se lo digan a Verónica Echegui, la Juani, de la película de Bigas Luna. ©ELPAIS.SL.