En la búsqueda del placer

Actualizado
  • 05/03/2010 01:00
Creado
  • 05/03/2010 01:00
F recuentemente, la disfunción sexual es definida en relación con la habilidad para ejecutar o disfrutar del coito (penetración vaginal)...

F recuentemente, la disfunción sexual es definida en relación con la habilidad para ejecutar o disfrutar del coito (penetración vaginal). Así, que se ve básicamente como un problema que surge entre parejas. El coito no puede empezar, porque los órganos sexuales no muestran la reacción inicial necesaria (la falta de excitación corporal, la falta de tumescencia en ambos sexos y vaginismos en mujeres).

El coito es frustrante porque, en la opinión de uno o ambos de la pareja, el orgasmo ocurre demasiado temprano o demasiado tarde (el momento del orgasmo no es satisfactorio). Ningún orgasmo es alcanzado de modo alguno (ausencia del orgasmo). Una terminología moderna y más adecuada debe reflejar estos hechos fisiológicos básicos y con eso permitir a ambos, terapista y paciente, llegar a un diagnóstico preciso sobre el problema en mano. Los términos deben ser pertinentes a ambos sexos.

Esta nueva visión general de las disfunciones de mujeres y hombres puede diferenciarse, por supuesto, aún más, a fin de crear una comprensión más clara de los dos problemas mayores: "Problemas de Tumescencia" y "Problemas de Orgasmo". La tumescencia, el hincharse de sangre los órganos sexuales de la mujer y el hombre es la manifestación de la excitación física, y su ausencia indica que el individuo no está listo para comenzar el coito. En las mujeres, existe una falta de lubricación vaginal, y en los hombres, existe falta de erección del pene.

El orgasmo, el clímax de la excitación sexual se manifiesta en ambos sexos con una serie de espasmos musculares repentinos de intensidad decreciente. En algunos casos un individuo no puede cronometrar este clímax para la satisfacción mutua con su pareja, y en otros casos no pueden alcanzar el clímax de modo alguno.

En los programas de terapia, a ambos, hombre y mujer se les pide evitar deliberadamente el orgasmo durante el coito sexual. Por ejemplo, la pareja debe interrumpir su contacto corporal tan pronto como ellos se acerquen al orgasmo. Esta nueva actitud entonces se convierte en la fuente de aumento en el potencial orgásmico.

Finalmente, después de unas cuantas semanas, cuando la respuesta sexual ha sido restaurada y se retira la prohibición, el orgasmo se convierten en un evento regular, una experiencia bien recibida y la habilidad de escoger el momento oportuno no es un problema. Lo más importante, es que la pareja haya aprendido que no tiene que alcanzar el orgasmo simultáneamente en cada encuentro sexual. La falta ocasional del orgasmo no tiene que disminuir su felicidad.

A fin de ayudar a las personas con sus problemas sexuales, es necesario saber cuáles son estos problemas. Muchas mujeres y hombres no comprenden el funcionamiento de sus propios cuerpos, entienden mal o malinterpretan sus síntomas o tienen expectativas poco prácticas. Un diagnóstico detallado es necesario y se consigue a través de un exámen físico y en la entrevista o historia clínica sexual.

Entre las disfunciones sexuales tenemos:

• La aversión sexual

• Inhibición del deseo sexual

• El dolor durante la actividad sexual

• Vaginismus

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