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- 16/10/2011 02:00
GASTRONOMÍA
T ras el viaje por New York aterrizo en la actualidad gastronómica de panamá. Siguen abriendo restaurantes con mayor o menor éxito pero también siguen cerrando.
Ya en Panamá es difícil escoger donde uno puede ir a cenar o almorzar, las calles están semi cortadas, los tranques no se aguantan y encima las enormes cantidades de agua que nos están cayendo del cielo en esta época dificultan el querer salir.
Ante la crisis de público hay una mayor creatividad de parte de los restauranteros, hay quienes lanzan ofertas de menús ejecutivos y hay otros como mi caso que lanzamos nuevos conceptos como el menú degustación con maridaje incluido. Hay otros que añaden a su oferta la música en vivo, otros especiales de comidas y así el mercado se va enriqueciendo.
En estos días me cogí la noche libre y salí a cenar con mi mujer y nos fuimos a visitar un restaurante del que he oído nada más que buenos comentarios, regentado por un chef de orígenes catalanes, su abuelo es catalán, Maito.
Saben mis asiduos que no me gusta hacer crítica así que simplemente me limitaré a decir que me gustó, el ambiente bien creado, el servicio de discreto a bueno, la comida más que buena rozando la excelencia, el conjunto extraordinario.
A hora, el tipo de cocina yo la definiría como moderna con toques de fusión clásica en donde el ingenio del chef sale a relucir con creaciones divertidas en donde usa ingredientes y sabores muy panameños combinados con preparaciones muy adecuadas e internacionales.
En fin recomendable y de precios muy asequibles para la gran calidad que tiene.
Francamente no puedo hablar del que considero un amigo, el chef Mario es un buen amigo y como yo amamos lo que hacemos a pesar del sacrificio que conlleva para nuestras vidas. Pareciera que no pero eso se nota en nuestras cocinas y nuestros paltos están llenos de amor y de sinceridad.
Uno lo nota en la presentación, en el sabor, en los nombres de los platos y en el resultado final después de haber terminado de comer sientes cariño por el que te atendió y te dio de comer.
Lo importante para él y para mí es el producto y no enmascararlo ofrecerlo para que tenga el sabor que tiene que tener y acompañarlo de otras cosa que le ayuden a realzarlo.
Buen provecho.