Una casa panameña en pleno Washington

Actualizado
  • 30/10/2011 03:00
Creado
  • 30/10/2011 03:00
E stratégicamente ubicada y en uno de los lugares más exclusivos de Washington, D.C., se encuentra la residencia de la embajada de Panam...

E stratégicamente ubicada y en uno de los lugares más exclusivos de Washington, D.C., se encuentra la residencia de la embajada de Panamá en Estados Unidos. La elegante y exclusiva casa se localiza a tan sólo dos minutos de la vivienda del actual vice-presidente estadounidense Joe Biden.

El activo del estado panameño que es la residencia 2601, en la esquina de la calle 29 con la avenida McGill Terrace, fue adquirida el 1 de Julio de 1942 por el entonces embajador de Panamá en Washington, Ernesto Jaén Guardia, bajo el gobierno del entonces presidente de la república Ricardo Adolfo de la Guardia, a un costo de 110 mil dólares, lo que representaba una buena suma de dinero en aquella época.

La hermosa y acogedora vivienda fue construida originalmente en 1929, por pedido del señor Edward S. Perot, Jr., y el arquitecto original fue George Ray, con trabajo adicional del arquitecto W. Peasley. En la actualidad la residencia de tres pisos, con fachada de piedra, con piso de madera y dos chimeneas y que luce el escudo de Panamá arriba de la entrada principal, está valorada en siete o ocho millones de dólares aproximadamente.

El visitante siente la hospitalidad panameña y se sorprende ante la elegante decoración. La rutina puede ser alterada por la visita de un senador o un congresista, o por la realización de una recepción especial durante la noche. Todo esto como parte de las relaciones diplomáticas que el embajador de turno debe sostener para fortalecer la política exterior, para crear un atmósfera propicia a cualquier tipo de negociación.

Las paredes llenan de orgullo a cualquier panameño e impresionan a todos los visitantes foráneos, ya que la decoración refleja la herencia de Panamá por medio de los cuadros de reconocidos artistas del país como: Roberto Lewis, Alfredo Sinclair, Guillermo Trujillo y demás.

Al entrar a la residencia, considerada territorio panameño, los visitantes suben las escaleras y llegan a una pequeña mesa redonda en donde firman un libro como recuerdo de su visita. El primer piso acoge un comedor, la sala principal, una sala informal, una oficina y la cocina. En la parte externa, se encuentra el patio, con una piscina. Esta última área se presta como plataforma para eventos sociales en cualquier época del año.

Las cinco recámaras principales se encuentran en el segundo piso y son para el embajador de turno y su familia y para visitas especiales. En el tercer piso se ubica el personal que trabaja en la vivienda. Además la casa panameña cuenta con estacionamiento, área de lavandería y sótano.

A pesar de los años, la gran residencia luce en perfectas condiciones, pues los embajadores se han encargado de darle el cuidado y el mantenimiento necesario para mantenerla en óptimas condiciones, para que la misma refleje la buena imagen de Panamá en el extranjero.

Actualmente, en la vivienda reside el embajador número 47 de Panamá, el diplomático Mario Jaramillo.

Sin duda, la casa de la embajada panameña representa una parte del territorio istmeño en suelo estadounidense.

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